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Los menores migrantes no acompañados, principales víctimas de los discursos de odio en las redes sociales

La población marroquí es la diana principal de estos ataques.

Imagen de archivo de la pantalla de un teléfono móvil
Imagen de archivo de la pantalla de un teléfono móvil. Pixabay

Los menores migrantes no acompañados son el objetivo de la mayor parte de los discursos de odio en las redes sociales, según el Informe Anual de Monitorización del Discurso de Odio en Redes Sociales que ha presentado este martes la ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz. Según el estudio, la mayoría de contenidos que hablan de ellos es para deshumanizarlos y presentarlos como una amenaza para la sociedad.

El 45,5% del discurso del que son objeto los menores migrantes no acompañados les vincula directamente con la inseguridad ciudadana. Además, se usa hacia ellos un lenguaje agresivo –en el 65,09% de los contenidos en los que se les menciona– que pasa por alto que se trata de menores sin la tutela de sus progenitores y en una situación de extrema vulnerabilidad.

Los marroquíes, en la diana del odio en internet

El informe pone de manifiesto que las personas originarias del norte de África, seguido de la islamofobia, son las dos categorías diana a las que más contenido de odio se dirige –33,7% y 26,2% respectivamente sobre el total–. El estudio se ha realizado gracias a la monitorización diaria del discurso de odio en línea que lleva a cabo el Observatorio Español del Racismo y la Xenofobia (OBERAXE).

La población de origen marroquí es la destinataria de la mayor parte de los discursos de odio en redes sociales. Estos menores son la diana principal ante contenidos racistas e islamófobos, los mayoritarios en las cinco plataformas digitales consultadas –Facebook, Instagram, TikTok, Youtube y X–. Sin embargo, de los mensajes denunciados, solo la mitad eran en contra de personas de Marruecos.

Un total de 2.655 casos

En 2023 se notificaron 2.655 casos de contenido de odio racista, xenófobo, antisemita, antigitano o islamófobo que podían ser constitutivos de delito, infracción administrativa o que violan las normas de conducta de las plataformas estudiadas. Del total, en un 53,7% se deshumaniza o degrada gravemente a las personas a las que va dirigido, y en un 21,6% se incita a la expulsión del colectivo inmigrante de España.

De las cinco plataformas monitorizadas estudiaron menos de la mitad del contenido denunciado –el 49,4%– y sólo el 18,8% en el caso de que la notificación fuera hecha por un usuario normal. Esto significa que los reportes de potencial discurso de odio que haga la ciudadanía tienen pocas probabilidades de ser retirados.

Impacto del odio

El hecho de que se vincule a los menores con la delincuencia y la inseguridad "genera un ambiente hostil. Además, puede alimentar el miedo y resentimiento hacia ciertos grupos de la población, arrastrándonos a una mayor fragmentación y conflicto social", señala el informe.

"La cultura del discurso del odio que se propaga por las redes sociales tiene un impacto devastador en los colectivos más vulnerables de la sociedad", advierte el informe. Este tipo de discursos "privan a las personas que los sufren de su humanidad y las culpabiliza de su destino", añade en tono de denuncia.

Además, los mensajes negativos tienen un impacto psicológico y físico, produciendo en ocasiones patología. Además, aumentan la vulnerabilidad y la sensación de inseguridad, y dificultan el desarrollo normal de la vida de las víctimas. Sin embargo, las sucesivas crisis migratorias, el uso extensivo de internet y las redes sociales y el auge de la derecha y la extrema derecha no apuntan a un cese de esta situación.

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