Fernando Ramírez de Haro, esposo de Esperanza Aguirre, ha transformado una residencia de ancianos ubicada en la calle Pez de Madrid en un negocio turístico. Según informa elDiario.es, Ramírez de Haro ocupa un puesto de alta responsabilidad en la Hermandad El Refugio, la organización propietaria del edificio, que originalmente estaba destinado a proporcionar asistencia social.

La Hermandad justificó el desalojo de la residencia alegando la necesidad de "intentar paliar unas pérdidas económicas de 1,4 millones de euros". En una carta enviada a los residentes, El Refugio explicó que el cierre de la residencia era necesario para continuar con el reparto de alimentos y para mantener el colegio concertado de la Purísima Concepción del que la entidad era titular −finalmente la escuela cerró sus puertas en junio de 2023 a pesar de las numerosas manifestaciones en contra de su clausura−. Sin embargo, la carta no especificaba el destino previsto para el edificio cuando reubicaron a los ancianos.

Con la llegada de José Luis Martínez-Almeida al Ayuntamiento de Madrid, la Hermandad firmó un contrato con la empresa Asistencia y Ayuda Yadisema SL para la realización de obras y la explotación del edificio durante los próximos 20 años. Según elDiario.es, El Refugio solicitó al equipo de Almeida la construcción de un hostel con el objetivo de generar más de tres millones de euros anuales. El proyecto fue aprobado por el Ayuntamiento en 2022 con los votos a favor del PP, Ciudadanos y Vox, mientras que PSOE y Más Madrid se opusieron, expresando su preocupación por la "terciarización y turistificación del centro de Madrid".

Actualmente, el edificio, operado bajo el nombre de Adventure Hostel Gran Vía, ofrece camas en habitaciones compartidas para hasta 13 personas, con precios a partir de 31 euros, según su página web. La licencia de actividad, concedida por el Ayuntamiento de Madrid y a la que ha tenido acceso elDiario.es, permite un aforo de hasta 551 personas en el edificio, que cuenta con una superficie de 2.600 metros cuadrados. Este modelo de negocio es muy diferente al de la antigua residencia, que albergaba a 45 ancianos y disponía de 45 camas.