Los vecinos de Carabanchel Alto, un barrio de Madrid, han estallado por la invasión de conejos que están sufriendo en la zona haciendo difícil su vida diaria. Los animales se encuentran por todos los lugares, puesto que ya no solo están en los parques, sino que también aparecen en los colegios, en las estaciones ferroviarias o en las zonas agrícolas creando grandes problemas para todos ellos.

Los vecinos se quejan de que la plaga de conejos es peligrosa para la salud de las personas, puesto que puede conllevar "transmisión de enfermedades, peligro para la seguridad vial o deterioro de instalaciones". Desde la Asociación Vecinal de Carabanchel piden de manera urgente que la Comunidad de Madrid y la Junta Municipal del Distrito hagan algo y no miren para otro lado como llevan haciendo todos estos años.

La Asociación de Vecinos de Carabanchel Alto y varias asociaciones de madres y padres de alumnos (Ampas) han manifestado su enfado y su desesperación por la situación mediante un comunicado, donde han detallado la situación en la que se encuentran.

Desde los colectivos del barrio, han expresado la dificultad que tienen los niños para poder jugar, ya que no pueden utilizar el patio del colegio. "Casi todo el curso pasado el patio de infantil estuvo clausurado, este curso hemos empezado igual. Más de 200 niños de 3 a 5 años no pueden utilizar su patio porque está lleno de excrementos. La Junta Municipal, después de mucho insistir, se ha comprometido a reforzar la valla, sacar los conejos y cambiar la arena pero seguimos esperando…", comenta Manuel Rodrigo presidente de la AMPA/AFA del CEIP Pinar de San José.

Desde otro de los colegios apoyan esta denuncia, afirmando que, "los conejos invaden las zonas recreativas de los niños dejando excrementos por todas partes". Detallan que los animales entran en la "zona de huerto" y se comen las "plantas y frutas provocando destrozos por ello".

Las asociaciones de la zona demandan una solución ágil, definitiva y urgente, para que se protejan los colegios y las urbanizaciones con barreras efectivas. "También han excavado por debajo de las vallas dejando así huecos por donde los niños pueden meter sus manos y producirse cortes…", detalla María, presidenta de la AMPA del Colegio Ártica.