Tras dos años ausente y su inesperada desaparición a comienzos de año cuando al final de 2021 volvía a ganar espacio, la gripe ha brotado en España durante este mes de marzo.

Contra lo que suele ser habitual, la irrupción de la gripe se va a dar este año fuera de temporada invernal. Justo la semana anterior al inicio de la primavera y cuando la covid-19 ha mostrado síntomas de remisión pero también de estancamiento, los informes del Sistema de Vigilancia de Infección Respiratoria Aguda (SiVIRA) han probado un aumento de casos gripales.

En enero y febrero, ya sea por la saturación del sistema o por el protagonismo de ómicron y su enorme transmisibilidad, apenas se identificaron casos de gripe. Los expertos ven natural que este virus prácticamente desapareciera al ser colapsado por la covid-19. 

Juan Pablo Horcajada, portavoz de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC), ve normal esta fluctuación de enfermedades respiratorias: "Es muy común que el espacio ecológico que ocupa un virus impida al otro entrar. Lo veníamos sospechando de hace tiempo. Hacíamos test de gripe y no salía, pero empezaron a cambiar y a ser positivos. Es un fenómeno de comportamiento de enfermedades infecciosas. Cuando un virus predomina el otro no suele irrumpir con tanta fuerza", analiza.

Un repunte inesperado

En los sistemas de vigilancia centinela (el sistema con el que se va a medir la incidencia de la covid a partir de ahora) se remite un incremento de la gripe. Según la vigilancia de las Infecciones Respiratorias Agudas (IRAs), dio positivo un 26,9%. En ese muestreo, la positividad de la covid-19 ha sido de un 7%. 

Desde el comienzo del año, sin embargo, la positividad de la gripe era del 6,7% y del 11% en el caso de la covid. Es decir, que en este rastreo se aprecia un cambio de tornas donde la gripe empieza a ganar relevancia. 

En general, la tasa global de IRAs detectadas en atención primaria se sitúa en 685 casos por 100.000 habitantes, frente a los 705 de la semana pasada y los 170 de hace un año, aunque hay que tener en cuenta que esta vigilancia centinela solo la realizan Andalucía, Catalunya, Extremadura, La Rioja y Melilla.

A finales de diciembre, las tres últimas semanas del año, fue cuando se destapó el pico de contagios de este virus respiratorio, justo en los meses que ómicron cambió el panorama nacional. Fue entonces cuando las terceras dosis de la vacuna contra el coronavirus se compaginaron en la población de riesgo con el pinchazo contra la gripe.

"Aunque la gripe es un virus estacional que aprovecha los meses de invierno, esta vez no ha podido aparecer porque estaba ómicron. Ahora ha coincidido que ómicron era hegemónica y ha empezado a bajar en marzo. Según ha empezado a bajar ha empezado a subir la gripe", asevera el portavoz de la SEIMC. 

Durante la primera quincena de marzo, los datos del Instituto de Salud Carlos III y de la Red Ncional de Vigilancia Epidemiológica muestran que los casos de gripe han despuntado, aunque sin llegar al pico de finales de 2022. La segunda semana del mes se identificaron 509 infecciones ajenas a las muestras centinelas, mientras que a finales de diciembre se osciló en los 600 casos. 

El Centro Nacional de Gripe de Valladolid ha analizado la situación y ha asegurado que "las próximas semanas son cruciales" para confirmar si hay tendencia ascendente. 

"Cuando llegue a los adultos empezaremos a ver más ingresos hospitalarios. Vemos un goteo de casos de gripe, de momento no podemos decir que sea una constante, pero se produce un cambio de tendencia: desaparece uno [covid-19] y aparece otro [la gripe]", sentencia Horcajada.