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La falta de lluvias agrava el estrés hídrico y sitúa las reservas de agua a poco más de la mitad

La sequía de los últimos meses aboca a nuestro país a un escenario preocupante. Las reservas se encuentran al 50,7% de su capacidad y áreas metropolitanas como la de Barcelona entrarán en fase de emergencia en septiembre si no llueve.

Imágenes de la sequía en el pantano de Sau, a 27 de marzo de 2023, en Vilanova de Sau, Barcelona.
Imágenes de la sequía en el pantano de Sau, a 27 de marzo de 2023, en Vilanova de Sau, Barcelona. Lorena Sopêna / Europa Press

Un abril anómalo con apenas tres litros por metro cuadrado en lo que llevamos de mes está agravando el escenario "extraordinariamente seco" que vive el país. Entretanto, la reserva de agua continúa bajando –apenas supera ya la mitad de su capacidad– y el estrés hídrico en las cuencas del Guadalquivir, interior de Catalunya y Guadalete-Barbate es, cuando menos, preocupante.

Si nos atenemos al cómputo global del año hidrológico, el valor medio de las precipitaciones acumuladas desde el pasado 1 de octubre hasta el 11 de abril de 2023 es de 334 litros por metro cuadrado, lo que representa alrededor de un 21% menos que el valor normal correspondiente a dicho periodo (425 litros por metro cuadrado).

La reserva hídrica se encuentra al 50,7% de su capacidad total con 28.400 hectómetros cúbicos de agua

Pero si el presente no es muy halagüeño, el pronóstico para los próximos meses lo es aún menos. Y es que esta sequía, lejos de revertir, no augura pronósticos mejores: a corto plazo, mayo no parece que vaya a ser muy lluvioso, y junio nunca lo suele ser, mientras que las predicciones a largo plazo, es decir, el verano, anuncian un trimestre muy caluroso y con temperaturas por encima de lo normal.

Con semejantes mimbres, los embalses no hacen otra cosa que menguar a marchas forzadas. Así, la reserva hídrica se encuentra al 50,7% de su capacidad total con 28.400 hectómetros cúbicos (hm³) de agua, disminuyendo en la última semana en 282 hectómetros cúbicos (el 0,5% de la capacidad total de los embalses).

Ante esta situación, el ministro de Agricultura, Luis Planas, quien ha convocado para mañana en Madrid la Mesa de la Sequía, ha lamentado este martes en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros el "momento particularmente difícil" desde el punto de vista hidrológico y del descenso de las lluvias, en el que se encuentran las cuencas, en particular las del Guadalquivir y Guadiana.

Vista del pantano de Rialb, a 24 de noviembre de 2022, en Barcelona, Catalunya.
Vista del pantano de Rialb, a 24 de noviembre de 2022, en Barcelona, Catalunya. Lorena Sopêna / Europa Press

Barcelona, en emergencia si no llueve antes de septiembre

El área metropolitana de Barcelona entrará en fase de emergencia y aumentarán las restricciones en septiembre si no llueve, a pesar de medidas como el reciente trasvase de los pantanos de Sau a Susqueda –ahora paralizado y que ha supuesto 15 hectómetros de agua–, ya que esta acción, y otras destinadas a aprovechar recursos, serán insuficientes.

Tal y como ha expresado la portavoz del Govern catalán, Patrícia Plaja, la sequía es "el principal problema que sufre Catalunya", del que no se ve un final pues las previsiones meteorológicas "no apuntan a un cambio de tendencia", ya que no se prevé "ningún episodio importante de precipitaciones a medio largo plazo".

Así, pese a que se ha reducido el consumo doméstico y el Govern ha desplegado medidas para aprovechar el agua, Plaja asegura que "si no llueve, el sistema Ter-Llobregat –que abastece a más de 200 municipios del área metropolitana y a cerca de 6 millones de personas– entrará en estado de emergencia hacia el mes de septiembre". 

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