Dumba permanecía en el jardín de una casa de Caldes de Montbui (Barcelona) hasta que fue alquilada por el Cirque de Paris, ha denunciado la Fundación para el Asesoramiento y Acción en Defensa de los Animales (Faada).

La entidad critica que el animal, de origen asiático, vuelva a ser explotado por un circo francés después de que la Generalitat de Catalunya hiciese caso omiso a sus advertencias, asegura en un comunicado.

Faada había solicitado al Govern que tomasen medidas para que Dumba no fuese víctima de maltrato animal, pero una inspección al citado circo en la localidad gala de Saint Marcel puso de manifiesto que el esfuerzo había sido en vano.

Durante el registro, las autoridades francesas también comprobaron que el circo contaba con "más leones de lo permitido", según la asociación animalista, que censura los números a los que se ve sometida la elefanta.

"Durante el show, tiene que chutar pelotas, sentarse, pasear a un perro y, al final del espectáculo, permanecer arrodillada para que los asistentes del público más atrevidos se sienten en su falda para una foto", añade la nota.

One Voice ha denunciado el caso en el país vecino, explica Faada, que recuerda que la Federación de Veterinarios de Europa advirtió en su día que "los circos con animales salvajes no pueden garantizar la seguridad de las personas ni el bienestar de los animales".

La elefanta Dumba. / FAADA

Las imágenes tomadas "parecen sacadas de otra época", a juicio de los defensores de los animales, quienes cargan contra los propietarios de Dumba, "a pesar de haber declarado en diferentes entrevistas que Dumba ya casi no trabaja".

Sin embargo, la inspección evidencia que "siguen alquilándola a circos, privándola de los requisitos mínimos de bienestar para un animal de su especie", pues "los elefantes necesitan vivir en manada, caminar un mínimo de cincuenta kilómetros al día y tener acceso a agua constante".

Según Faada, "Dumba no dispone de nada de todo esto, ni en el jardín [de la casa de] Caldes de Montbui, ni cuando viaja en su camión, sin ventilación ni adecuación para el transporte de animales, ni durante los espectáculos de circo".

La asociación entregó 100.000 firmas a Ferran Miralles, director de Territori y Sostenibilidad de la Generalitat, pero "éste decidió pedir una segunda opinión a expertos internacionales en elefantes antes de tomar cualquier decisión".

La campaña #FreeDumba cayó en saco roto, pues según Faada los propietarios de Dumba la sacaron del país y la forzaron a realizar "ejercicios antinaturales y a viajar en condiciones pésimas para fines de lucro", mientras que la autoridad pertinente "esperaba los resultados de dicho informe", que obviamente llega tarde.