Este artículo se publicó hace 7 años.
El día de la Toma en Granada: una festividad xenófoba y arcaica que llama a la extrema derecha
El tradicional dos de enero divide a los vecinos en Granada en la celebración de la Toma. Una fuerte presencia militar y religiosa recuerda el triunfo de los Reyes Católicos para la eliminación del pueblo árabe en España. Las manifestaciones de ultraderecha son cada vez más numerosas en esta festividad.
María Serrano
-Actualizado a
SEVILLA.- La celebración de la Toma de Granada, por parte de los Reyes Católicos, el dos de enero es una fiesta polémica en la ciudad. Y una de las más antiguas. Data del año 1495. La celebración de la expulsión de los árabes y la implantación de una cultura obligatoria cristiana siembra recelos entre los granadinos y manifestaciones de corte fascista en su tradicional paseíllo militar y de autoridades desde la Catedral de Granada.
El colectivo Granada Abierta recuerda a PÚBLICO la animadversión que tienen los granadinos con esta fiesta. “Es una festividad xenófoba, arcaica y que no debe continuar celebrándose como un desfile militar de fuerzas armadas y representantes políticos a los que apenas acude nadie”, apunta Francisco Vigueras, coordinador de este colectivo. La puesta en escena en la Plaza del Carmen da lugar a manifestaciones de ultraderecha.
“No hay año que no lleguen radicales insultando a los inmigrantes con banderas del aguilucho recreando aquella separación tan grave que hicieron los Católicos en esta ciudad”, recuerda el coordinador, quien tampoco deja atrás el importante despliegue policial para evitar la proliferación de manifestaciones anticonstitucionales el día de la Toma.
Granada Abierta: “No hay año que no lleguen radicales insultando a los inmigrantes con banderas del aguilucho recreando aquella separación tan grave que hicieron los Católicos en esta ciudad”
El manifiesto de Granada Abierta recuerda que “estamos ante un intento del gobierno municipal de maquillar una fiesta marcada por la intolerancia que fomenta la apología del fascismo”. Además de una manipulación histórica. “¿Porqué no recordamos que no hubo Toma? Los Reyes Católicos incumplieron un pacto de capitulaciones y miles de granadinos fueron expulsados ilegalmente por tener creencias religiosas diferentes”.
Como remontados cinco siglos atrás, el día de la Toma simboliza el triunfo de un pueblo sobre otro. La idea de acabar con una cultura. Desde el Ayuntamiento de Granada, gobernado por el Partido Socialista, la falta de información sobre manifestaciones ultras son escasas. “Se trata de un grupo de pequeños exaltados que en pocos minutos desparecen”, detallan desde el consistorio.
“Si han desparecido festividades como el 18 de julio por qué no dejamos que la Toma sea un acto laico y un manifiesto a favor de la Tolerancia”
Fuentes del Ayuntamiento granadino recuerdan la tradicional festividad con la Tremolación del Pendón como principal acto. “En la iglesia Santa Catedral empieza la celebración con la entrega del Estandarte real. Más tarde llega la misa y la bendición del Arzobispo a las autoridades. La entrega finaliza con una corona de laurel y un ramo de flores adornado con las banderas de España, Andalucía y Granada ante los féretros de los Reyes Católicos”, apunta el comunicado.
El concejal hace la entrega final del Estandarte Real para saludar a la ciudad “¿Granada Granada, Granada? ¿ ¿Qué? Por los ínclitos Reyes Católicos, ¡Viva España, Viva el Rey, Viva Andalucía y Viva Granada!”
La jornada finaliza con un paseíllo militar que protagoniza la Legión. “Si han desparecido festividades como el 18 de julio por qué no dejamos que la Toma sea un acto laico y un manifiesto a favor de la Tolerancia” aclara Vigueras.
El alcalde de Granada, Francisco Cuenca, y el ayuntamiento de la ciudad no están por la labor de suprimir los actos de la Toma. Tampoco reconocer los manifestaciones anticonstitucionales que derivan de ella como la manifestación convocada oficialmente por militantes de Fuerza Nueva para la realización de una ofrenda floral a Isabel la Católica. Vigueras recuerda con tristeza que no es un pequeño grupo. “Se unen para crear división y el ayuntamiento solo actúa a través de un fuerte cordón policial”.
En las arengas del “acto alternativo”, convocado por militantes de ultraderecha, rezan en sus pancartas el triunfo de la “identidad y la tradición” que supo aquella Toma en el año 1492. El operativo de la policía frena sus actuaciones con más de 500 agentes para una pequeña fiesta.
La única novedad de 2017 está marcada, según apunta Vigueras, por un tradicional desfile de moros y cristianos de los municipios de Zújar, Cúllar y Benamaurel. Para el colectivo de Granada Abierta, que reivindica la desaparición de la fiesta, se trata de una “medida folclórica que no soluciona el problema de la Toma, pues se trata de una fiesta que provoca un preocupante efecto llamada para la extrema derecha y un riesgo a la convivencia”.
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