Entre deficiente y regular: este es el estado de la sanidad pública en catorce comunidades tras las privatizaciones y recortes

Un declive continuado que amenaza incluso la cohesión nacional. Así es como se percibe la situación de la sanidad pública española, que adolece de escasez de recursos, situación agudizada desde que la pandemia de la covid-19 rompiera todos los esquemas. De hecho, la calidad del sistema sanitario es deficiente o regular en 14 de las 17 comunidades autónomas.

El informe anual de la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública (FADPS) establece un ránking de las comunidades autónomas y solo tres obtienen resultados aceptables. Con la excepción de Euskadi, Navarra y Asturias, las otras catorce comunicades autónomas tienen servicios sanitarios "regulares" o "deficientes". En el caso de Catalunya, Murcia y Canarias, se las cataloga como los "peores servicios" de España. 

Catalunya, Murcia y Canarias tienen los "peores servicios" de España

La brecha entre comunidades pone en peligro "la necesaria cohesión y equidad entre territorios", apunta este informe en el que las zonas gobernadas por el PP no salen bien paradas. La clasificación deja a Murcia como peor comunidad de España y a Madrid y  Andalucía muy cerca de la cola. Castilla y León es la única que entra en el espacio catalogado como servicios "regulares". El resto están muy por debajo. 

Esa es la escala cuando se miden camas en hospitales, opinión de los pacientes, presupuestos, conciertos con empresas privadas, listas de espera y otros tantos aspectos que influyen en el engranaje del sistema nacional de salud. Y al medir la inversión, como por ejemplo el presupuesto sanitario per cápita, se revela que las tres comunidades con menos inversión son del PP: Murcia, Andalucía y Madrid. 

Estas mismas comunidades también están a la cola cuando se mide el ratio de camas hospitalarias por cada 1.000 habitantes. En Andalucía apenas da una media de dos mientras que en Catalunya hay casi el doble. 

Marciano Sánchez Bayle, presidente de FASPD, plataforma que ha realizado el estudio, muestra su preocupación por los datos arrojados: "La situación ha empeorado claramente y es porque tenemos un sistema muy dañado por los recortes de la crisis anterior y la emergencia de la covid ha incrementado listas de espera. Además, hay un tema sangrante: las administraciones públicas, todas, no han hecho el esfuerzo que habían prometido para reforzar el sistema sanitario público. Murcia lleva dos años en último lugar, Catalunya ha emperado y Canarias también esta a la cola. Andalucía y Madrid son comunidades donde la situación ha ido progresivamente empeorando de una manera clara", apunta este sanitario.

"Andalucía y Madrid son comunidades donde la situación ha ido progresivamente empeorando de una manera clara"

En este informe también sale malparada Catalunya. En concreto, al medir el porcentaje del gasto sanitario dedicado a contratación de centros privados, donde es la primera y queda ampliamente distanciada de la segunda. 

Aunque Catalunya se distancia con más del 24% del presupuesto destinado a centros privados, las comunidades del PP también despuntan. En concreto, la Madrid de Isabel Díaz Ayuso, que alcanza el 9%. 

Otro plano que se valora es el de los días de promedio en lista de espera para consultas especialistas. Las listas de espera han crecido en España durante la pandemia y aunque poco a poco recuperan niveles previos a la pandemia, los guarismos son altos. 

Hay comunidades como Aragón donde hay que esperar hasta 160 días de media para ser atendido por el especialista. Esto es en torno a medio año para recibir atención especializada en la sanidad pública. La única que baja de 40 días es Euskadi, y aun así hay que esperar más de un mes (34 días) para ser atendido. 

Las largas esperas para recibir atención en la Atención Primaria, desde la que se denuncia el "abandono institucional", lleva a que muchos pacientes acudan a centros privados. Aún pagando, esta es la única solución para muchos de ellos. En Aragón, Canarias, Catalunya, Madrid y Balerares se calcula que al menos una vez al año el ciudadano medio recurre a la sanidad privada.