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Crecen un 12% las infecciones por 'superbacterias' en los hospitales de Madrid en la última década

En el año 2023 se registraron 926 infecciones por 'superbacterias' en los hospitales de la Comunidad de Madrid, la cifra más alta de toda la serie. En los últimos 10 años, la mayoría de los casos se dieron en centros públicos de alta complejidad, aunque la tasa de infecciones más graves se registró en centros privados.

Un médico manipula unas muestras en un laboratorio, en una imagen de archivo. EFE/EPA/Julien de Rosa
Un médico manipula unas muestras en un laboratorio, en una imagen de archivo. EFE/EPA/Julien de Rosa.

Su nombre técnico es enterobacterias productoras de carbapenemasas (EPC), pero popularmente son conocidas como 'superbacterias'. Un término que hace honor a la dificultad para ser eliminadas debido a su enorme resistencia a los antibióticos. Entre 2014 y 2023, en los hospitales de la Comunidad de Madrid se produjo un aumento del 12% de las infecciones generadas por estas superbacterias. Esto supone, en total, 8.067 casos nuevos en la última década, según los datos del último Informe epidemiológico de vigilancia de EPC elaborado por la Dirección General de Salud Pública de la Comunidad de Madrid.

Los centros hospitalarios suelen ser focos de infección debido a que en ellos se utilizan de forma intensiva antibióticos que favorecen la proliferación de bacterias resistentes a ellos. Además, la presencia continua de personas inmunodeprimidas, cuyo organismo no puede defenderse de ellas, facilita la transmisibilidad de las bacterias. Los pacientes más vulnerables son, a menudo, los que permanecen en el hospital durante períodos de tiempo más largos, o los que acuden a ellos con mayor frecuencia, lo que los expone aún más a estas infecciones.

Por ello son los hospitales con mayor afluencia de personas y con mayor capacidad para tratar diversas patologías, los que registran más casos de infecciones por 'superbacterias'. Este es el caso de los hospitales de alta complejidad, como por ejemplo el Hospital General Universitario Gregorio Marañón de Madrid, que cuenta con tecnología y unidades médicas especializadas como oncología, trasplantes, cirugías de diverso tipo o cuidados intensivos.

Año tras año, son estos hospitales de alta complejidad los que dan cuenta de más de la mitad de las infecciones en toda la Comunidad de Madrid. En 2023, el 66% de los casos se dieron en este tipo de centros, mientras que un 17,6% se produjo en hospitales de media complejidad. Los centros de baja complejidad –por ejemplo, algunos hospitales comarcales– supusieron el 6,4% de los casos, mientras que los hospitales privados sumaron el 6,2% de las infecciones.

La edad de las personas que acuden a estos centros también es un factor de riesgo. Así lo reflejan los datos epidemiológicos: los pacientes que sufrieron algún incidente por 'superbacterias' en los hospitales de Madrid en la última década tenían, de media, unos 70 años.

Este cóctel de vulnerabilidad desata la mortalidad por estas infecciones. Un estudio de The Lancet publicado en enero de 2022 estimaba que 1,27 millones de muertes ocurridas en los 204 países que analizaron en 2019, se debían a una infección con 'superbacterias'. Una cifra que podría llegar a las 10 millones de muertes al año en 2050 de acuerdo a las estimaciones de la OMS citadas en una publicación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). En ella, se calificaba a estas infecciones como "la pandemia silenciosa".

Los privados registran las tasas de infecciones más graves

En los casos más alarmantes las infecciones por 'superbacteria' pueden generar una bacteriemia. Esta se produce cuando hay una alta concentración de bacterias en la sangre. Si un paciente ha llegado a presentar bacteriemia significa que la infección es grave y que puede decantar en una sepsis –infección de la sangre–. La tasa de bacteriemia de las infecciones por 'superbacterias' que se producen en los hospitales de la Comunidad de Madrid fue el 9,1% en la última década. Esto significa que casi 1 de cada 10 pacientes infectados sufrió una bacteriemia o infección grave.

Por razones epidemiológicas, el sistema de vigilancia epidemiológica de la Comunidad de Madrid también controla los niveles de bacteriemia atendiendo al tipo de hospital. Según los datos del sistema de vigilancia, entre 2014 y 2023 fueron los pacientes de los centros privados los que registraron una tasa más alta de bacteriemia: un 14,1%. Si se tiene en cuenta únicamente la tasa del año pasado, sin embargo, se observa que son los hospitales públicos incluidos dentro de la categoría "Otros Hospitales Públicos", los que alcanzaron una tasa más alta, que llegó al 22,7%.

Infección vs. colonización: tendencias contrapuestas

También hay casos en los que la persona puede portar la 'superbacteria' en su organismo pero no estar infectada. Esto ocurre cuando la bacteria no produce daños en el organismo y, por tanto, no se genera una respuesta inmune. De esta forma, la persona con la bacteria tampoco presenta síntomas asociados a una enfermedad. Estos casos se conocen como "colonización". Un caso habitual de colonización es la del staphylococcus aureus, que porta una parte importante de la población sin que todos ellos manifiesten nunca una en infecciones o abscesos en las mucosas de la piel y fosas nasales.

Los sistemas de vigilancia epidemiológica también recogen información sobre las colonizaciones. En el caso específico de los hospitales de la Comunidad de Madrid, en los últimos 10 años se ha producido un importante descenso de este fenómeno. Si en 2014 se registraron 1.339 casos, en 2023 disminuyeron un 30,3% hasta alcanzar los 933. Una cifra que está muy igualada con el número de infecciones registradas ese mismo año –926 casos–, pero con una tendencia opuesta. Mientras que las colonizaciones bajan, las infecciones crecen.

De acuerdo a las propias conclusiones de informe epidemiológico, el descenso de las colonizaciones podría deberse a la "disminución en la detección activa de los casos nuevos de colonización". La búsqueda proactiva de las 'superbacterias' resulta fundamental para su detección precoz y control de transmisibilidad, tal y como recoge un estudio del Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades. De esta manera, se puede evitar el contagio a pacientes de alto riesgo.

Fue precisamente la necesidad de controlar el desarrollo cada vez más prolífico de 'superbacterias' lo que hizo que, en 2013, la Comunidad de Madrid, en colaboración con científicos del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) y de los hospitales públicos de la región, creara una comisión científico-técnica que elaboró un Plan de Prevención y Control frente a la infecciones por EPC para combatir este fenómeno. Este Plan, que se actualiza cada cierto tiempo, es un protocolo a seguir en el caso de que se detecte alguna 'superbacteria'. Las autoridades competentes del resto de comunidades han desarrollado los suyos.

Entre las tareas de vigilancia se encuentra la del registro anonimizado de casos que después se remiten al Centro Nacional de Epidemiología del ISCIII. El seguimiento estadístico de los casos ayuda al desarrollo de estrategias adecuadas para combatir infecciones y enfermedades transmisibles, tal y como ocurre con el sarampión, la lepra, la fiebre tifoidea, el zika, el VIH o la propia Covid-19.

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