Este artículo se publicó hace 4 años.
Coronavirus TemporerasAsí vuelven a casa las temporeras marroquíes bloqueadas en España por la covid
Vuelven a Marruecos las primeras 1.200 temporeras de las 7.100 atrapadas por coronavirus en Huelva. Durante todo el mes se llevará a cabo la repatriación y las pruebas PCR que determinan el estado "libre de covid".
Huelva-
La maleta de Fátima pesa casi tanto como a ella a primera vista. Ya no entra ni un alfiler. Principalmente comida, ropa para toda la familia, juguetes y material escolar para sus hijas pequeñas, regalos para sus mejores amigas, la henna que le sobró en este viaje y su único capricho lo lleva puesto: unas zapatillas que acaba de estrenar. Meter seis meses en una maleta es difícil, pero vivir durante un mes con la incertidumbre de cuándo vas a volver a tu casa, pesa muchísimo.
Fátima llegó a la provincia de Huelva hace seis meses desde Kenitra, en Marruecos. Es una de las 7.100 mujeres contratadas en origen este año para trabajar en la campaña de los frutos rojos onubenses. Para ella no es la primera vez, con esta ya son cuatro años los que cruza el Estrecho de Gibraltar para recoger las fresas que luego nos llevamos del mercado a la nevera. "En Marruecos también hay fresas, pero no pagan bien. Aquí, trabajo unos meses y puedo dar de comer a mis hijas todo el año y puedo también arreglar mi casa poco a poco. Es un trabajo", explica la temporera.
Parece ayer cuando era enero y un año más se ponía los guantes, doblaba la espalda y a llenar cajas y cajas de fresas. A finales de junio se acabó su contrato y tocaba volver a casa, pero Marruecos mantiene cerradas las fronteras terrestres con España por la crisis de la covid-19 y solo ha permitido la llegada de residentes legales y nacionales a través de contados aviones y barcos. Durante este tiempo, las temporeras marroquíes han estado acogidas en sus casas del trabajo, pero sin trabajar, sin ganar nada de dinero y echando de menos a la familia. "No podemos estar aquí gastando lo que hemos ganado. Sin trabajar. Sin saber qué iba a pasar. Esto no puede ser", reconoce Turia, una de las trabajadoras que vive con Fátima.
Al fin, el Gobierno marroquí llegó a un acuerdo este lunes con las autoridades españolas: fletar varios ferris desde este sábado hasta final de mes, donde viajarán las 7.100 temporeras que han quedado atrapadas en Huelva tras acabar la campaña. Por supuesto, llega con condiciones. Para ello, la Junta de Andalucía se ha comprometido a hacerles las pruebas PCR a todas ellas para garantizar que ninguna pueda estar contagiada. Hasta el 27 de julio, la Consejería de Salud mantendrá un dispositivo para hacer 800 pruebas al día en los centros de salud de Lepe, Palos de la Frontera, Moguer y Bonares.
La espina dorsal de los frutos rojos
Turia está nerviosa, no quiere dejar nada atrás, pero es que ya no le cabe nada más en la maleta a la que anuda un trapo rosa para señalar que es la suya entre miles. Recorre la casa donde ha sido acomodada por la empresa de arriba abajo una y otra vez para dejarla limpia. Esta no tiene ningún lujo, pero cuenta con lo necesario y está en buen estado: cocina-salón-comedor, dos frigoríficos, lavadora y tres habitaciones con literas que comparten de dos en dos. "Es la mejor casa en la que he estado. El jefe es bueno y el trabajo es muy duro, pero tenemos mucha suerte, porque aquí el jefe paga bien en otros sitos la casa mal, el jefe mal, el trabajo mal. Eso mejor ni pensarlo", dice emocionada.
Tras las denuncias de abusos sexuales en los campos de Huelva por temporeras marroquíes y de explotación laboral hace dos años, el ambiente puede llegar a ser tenso con la prensa y observadoras. Muchas mujeres tienen miedo de ser señaladas y de no volver a ser contratadas al año siguiente, por eso, en muchos casos hablar bien del jefe y del rey de Marruecos, Mohamed VI, es para ellas una especie de justificación. Es normal. Están lejos de casa, son mujeres, muchas de ellas han sido educadas para cuidar desde que tienen uso de razón y pocas veces han tenido conciencia de la autoestima.
En este sentido, Mujeres 24H de Huelva, han puesto el foco en el modo de contratación de estas mujeres. "Es totalmente inconstitucional. Buscan perfiles denominados bajos, es decir, sin estudios, la mayoría sin marido, con hijos todavía dependientes para que tengan un arraigo fuerte a volver y la carga de mantenerlos. Cuando están aquí no se cumplen sus derechos y tampoco tienen los medios, ni la fuerza para denunciarlo", apunta Alicia de Navascués, integrante de la colectiva.
En 2019, el número de mujeres que han llegado desde Marruecos contratadas en origen doblaba la cifra de este año, cerca de 14 mil. La aparición de la covid-19 en marzo, pleno mes de campaña, ha dejado a muchas en la otra orilla. Mientras España y el mundo entero se confinaba, estas mujeres salían cada día de sol a sol a recoger las fresas expuestas a un pandemia totalmente desconocida todavía hoy para profesionales de la salud y científica. "El trabajo de estas mujeres es imprescindible y pocas veces nos acordamos de ellas. No son esenciales solo para España, son esenciales para Europa", culmina Mujeres 24H.
Comienza la repatriación
Ahora sí, ha llegado el momento. Turia coge su maleta y se niega a dejar atrás una moto de juguete para su nieta de 4 años. "Tengo seis hijos. El mayor tiene 20 y el menor 6. Tres niñas y tres niños. ¿Quién no quiere lo mejor para sus hijos? Por eso yo vengo aquí. Trabajo. Envío dinero y el año que viene espero volver", comenta. Se abraza a sus compañeras que no sabe si volverá a ver algún día, pero que durante esos seis meses han sido una pieza clave en su vida. "Aquí son mi familia. Son mis hermanas. Solo nos tenemos unas a otras y hemos vivido el corona juntas", chapurrea en un buen español que mezcla con Dariya.
"El jefe" llega a la finca para trasladarlas al Polígono Industrial San Jorge de Palos de la Frontera, donde suben al autobús que las lleva hasta el barco, situado en el Muelle Sur de Huelva con destino el puerto de Tánger Med. El barco sale a las 22 horas y por delante tienen 7 horas de viaje a las que luego hay que sumar el bus hasta su ciudad. Un recorrido, que será más intenso que largo por las ganas de volver.
En el Puerto de Huelva les espera todo un operativo institucional conformado por la Subdelegación del Gobierno de España en Huelva, la Embajada de Marruecos, Interfresa y la Junta de Andalucía. Ante todo, destacan "el ejemplo de cooperación entre ambos países y la oportunidad de rendir homenaje a estas mujeres". Sin embargo, Mujeres 24H reivindican en el mismo lugar "el olvido de estas mujeres y el hecho de que solo se hayan pensado medidas para las empresas, pero no para las temporeras".
Este sábado, 18 de julio, ha salido el primer barco con 1.200 mujeres. Una operación que se repetirá cada 48 horas aproximadamente hasta completar la salida de 7.100 temporeras atrapadas en Huelva con el cierre de fronteras por coronavirus. Pero los campos de fresas siguen creciendo y produciendo, por lo que a finales de año tendrán que volver para hacer el trabajo que nadie quiere hacer aquí, debido a las condiciones patronales y la falta de voluntad política por llevar a cabo una regularización digna a las personas que no pueden trabajar al encontrarse en situación administrativa irregular.
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