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Convulsión en la Universidad de Salamanca por un rector elegido sin oponentes y con miles de autocitas

El Comité de Ética en la Investigación ha pedido a la Universidad que investigue los logros académicos de su rector, Juan Manuel Corchado, cuyo prestigio fue aupado por las miles de citas de sus trabajos académicos que ahora se cuestionan.

Juan Manuel Corchado, durante la presentación de la Cátedra.
Juan Manuel Corchado, rector de la USAL. USAL

Se llama Juan Manuel Corchado Rodríguez y es el rector de la Universidad de Salamanca (USAL) desde el pasado mes de mayo. Al introducir su nombre en Google Scholar aparecen 44.034 citas, una cifra que le otorga un elevado prestigio en el mundo académico. Su Índice H –una métrica utilizada para cuantificar la productividad y el impacto del trabajo de un investigador– es de 112, lo cual lo posiciona en el número 157 de los 123.400 académicos españoles más citados, según el último ranking elaborado por Webometrics, con fecha de noviembre de 2023. En el mundo académico el número de citas es directamente proporcional al prestigio del autor.

Según varios reportajes periodísticos, este volumen de citas podría haber sido adulterado por el propio Corchado con el fin de mejorar su posicionamiento en el sector de las Ciencias de la Computación, especialidad de la que es catedrático. El nuevo rector habría logrado este objetivo tras recurrir, presuntamente, a técnicas como la autocita o la creación de perfiles falsos para ser citado. Su caso ha levantado las sospechas de buena parte de la comunidad académica y ha llevado al Comité Español de Ética de la Investigación, creado en 2023 y dependiente del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, a revisar sus logros académicos y emitir un informe por el que pide a la USAL que examine su trayectoria y evalúe si Corchado ha procedido de manera poco ética.

Las denuncias de este modus operandi se vienen alargando desde hace años. Sin embargo, eso no le han impedido escalar en la jerarquía universitaria, llegando a alcanzar la cima del gobierno de la USAL en medio de la fuerte polémica que levantó la premura con la que fueron convocadas las elecciones a rector. Mucho menos le han apartado del sector privado, donde Corchado lleva años tejiendo redes de colaboración.

Así, su puesto como presidente del AIR Institute facilitó la creación del Centro de Internet de las Cosas e Inteligencia Artificial –inaugurado a finales de septiembre del año pasado en la capital salmantina–, según afirman fuentes consultadas por Público. También le ha abierto las puertas de farmacéuticas, llegando a ocupar un asiento en el patronato de la Fundación Astrazeneca, así como en su consejo de administración, al igual que en el de Neurofix Pharma, cargo del que cesó el pasado 10 de abril de 2024, el mismo día que se cerraba el plazo para presentar su candidatura a las elecciones al rectorado de la Universidad, convocadas tras la repentina e inesperada dimisión del anterior rector electo, Ricardo Rivero.

Autocitas para mejorar su prestigio

Cuatro párrafos de texto y 78 citas. Es la desproporcionada aparición de referencias que Juan Manuel Corchado Rodríguez se hace a sí mismo en un estudio sobre la Covid-19 publicado en 2020, según reveló El País el pasado 15 de marzo. No se trataba de un hecho aislado. Según el periódico español, el catedrático habría rellenado sistemáticamente las referencias de sus artículos académicos con trabajos de su propia autoría. Esto habría inflado sus resultados en los motores de búsqueda de publicaciones académicas, disparando su reputación. Para más inri, Corchado se habría servido de tres perfiles de científicos inexistentes que llevaban a cabo publicaciones insustanciales en las que se incluía un elevado número de citas de sus propios trabajos.

Además, como también contó el mismo medio, Corchado creó lo que ha sido bautizado por los miembros de la Universidad de Salamanca consultados por Público como "el cártel de las citas". Es decir, un grupo de investigadores académicos, entre los que se encontraba Corchado, que se citaban unos a otros para así incrementar su prestigio. Uno de los muchos casos que se ejemplifican en el artículo es el de Pedro Tomás Nevado-Batalla, exconsejero popular de la Junta de Extremadura, en cuyo trabajo sobre la modernización de la administración pública, el 92% de las citas corresponden a artículos de Corchado de materias completamente diferentes. Nevado-Batalla explicó al mismo periódico que desconocía tener en su trabajo dicho volumen de citas al nuevo rector salmantino.

El prestigio que le ha acarreado este alto volumen de referencias a Corchado le ha abierto las puertas de algunos de las instituciones académicas más relevantes, como la Agencia Estatal de Investigación, en el que ha sido cautelarmente suspendido después de que se destapara su modus operandi para mejorar sus resultados en los motores de búsqueda.

De hecho, desde su llegada al rectorado, su prestigio se ha visto gravemente mermado, a razón de las acusaciones e informaciones desveladas por medios de comunicación españoles, en las que se evidencia que el académico presuntamente había incurrido en malas prácticas.

Así lo recogió en un informe emitido el pasado 11 de junio el Comité Español de Ética de la Investigación tras estudiar la trayectoria del catedrático a petición del Ministerio de Ciencias. El órgano consideró que, dada la presunta gravedad de unos hechos que podrían contravenir los códigos internacionales de buena conducta e integridad en la investigación, era "imprescindible e insoslayable una la verificación exhaustiva e independiente de los mismos por instancias competencias". En este caso, sería la USAL la encargada de revisar el expediente académico de su propio rector.

Una propuesta que Corchado pareció aceptar de buen grado tras declarar que se inhibiría de dicho procedimiento, pero que, como recelan muchos miembros del profesorado, supone al mismo tiempo –en el caso de que su mal hacer quedara constatado– que es el propio lobo el que cuida de las ovejas.

Como respuesta a los académicos críticos con su gestión y trayectoria, el rector emitió un comunicado en el que pedía "no adelantar (...) actuaciones que no han sucedido y que no van a suceder" y que su intención es que "se canalicen dichas actuaciones a través de los órganos democráticos de gobierno". Además, en un tono más amenazante, ha asegurado que ha presentado denuncias por las "actuaciones delictivas" que se han llevado a cabo en el contexto de este escándalo, y que no descarta emprender "futuras acciones judiciales" para "reparar el honor dañado por todas las mentiras que sobre mi actividad profesional se han vertido".

Por ello, el pasado jueves 20 de junio, la Confederación de Sociedades Científicas de España (COSCE) emitió un comunicado en el que pidió que fuera una comisión independiente la que investigara a Corchado. Asimismo, solicitó que se celebraran nuevas elecciones al rectorado, poniendo de relieve que, en realidad, casi un 90% de los integrantes de la USAL no acudieron a votar en mayo, cuando José Manuel Corchado, el único candidato que se postuló al cargo, asumió la dirección de la Universidad. La COSCE es clara: "La solución, urgente, debe darla la propia Universidad de Salamanca".

Elecciones relámpago y sin oposición

Aquel 7 de mayo en el que Juan Manuel Corchado fue elegido rector de la Universidad de Salamanca sin ningún tipo de oposición, sólo acudieron a votar el 10,5% de los sectores de la comunidad universitaria –profesorado con vinculación permanente, asociados, ayudantes, personal investigador y estudiantes– que estaban llamados a las urnas. Esto es, sólo alrededor de 3.500 personas de las casi 33.000 convocadas. El porcentaje más bajo desde las celebradas en 2013 en las que el único candidato, Daniel Hernández Rupiérez ganó con un 8,36% de los votos según los cálculos de Público. Corchado se llevó el 61% de los votos emitidos, mientras que el 39% restante fueron votos nulos o blancos.

Durante las semanas de campaña se había extendido la propuesta de votar en blanco o no votar como una forma de protesta por el breve plazo en el que se habían convocado elecciones al rectorado tras la dimisión en cadena del anterior, Ricardo Rivero, y de su sustituta, María José Rodríguez.

Rivero había estado al frente de la USAL desde que ganara las elecciones de 2017 y las de 2021. Pero el 07 de marzo de 2024, un año antes de que terminara su oficialmente su mandato, dimitió sin dar más explicaciones. Fue sustituido por la hasta entonces vicerrectora de Calidad y Enseñanzas de Grado, María José Rodríguez. Ella sería la encargada de ocupar el vacío de poder hasta que se llevaran a cabo nuevas elecciones al Gobierno de la USAL. Pero la rectora en funciones sólo se mantuvo en el cargo durante seis días. Esa misma semana también dimitieron la recién nombrada presidenta de la Junta Electoral de la Universidad, Marta León y otra miembro de este organismo, María Eugenia Torijano. De ellas, así como del resto de la Junta, dependía la convocatoria de elecciones, a petición de la rectora en funciones.

Tras las dimisiones, el cargo de rector cayó sobre el vicerrector de Ordenación Académica y Profesorado, David Díez, quién convocó elecciones el mismo día que accedió a este cargo: 14 de marzo. Cuatro días después, la reformada Junta Electoral, ahora con Francisco Javier Melgosa Arcos al frente, fijó las elecciones para el día 7 de mayo, permitiendo la presentación de candidaturas entre el 8 y el 10 de abril. Es decir, apenas 20 días laborables después.

Según difundió la prensa local, los acelerados tiempos se justificaban en la necesidad de elegir una nueva directiva para la institución académica antes del cierre del curso 2023-2024. Pero la estrechez de los plazos dieron lugar a una campaña de menos de dos semanas que, según los críticos con Corchado, dificultaron la presentación de otras candidaturas y favorecieron la elección del nuevo rector. La aceleración de los tiempos no es irregular, aunque sí "inusual", explica a Público una profesora de la entidad que prefiere no dar su nombre.

Buena sintonía con el PP

Que la universidad tenga su propio ecosistema político no la hace impermeable a las influencias de los diferentes partidos políticos, aunque debiera. Las vinculación entre gobiernos locales, autonómicos y los gobiernos de las diferentes universidades españolas se han hecho evidentes en miles de ocasiones.

Juan Manuel Corchado ha aparecido en varios eventos acompañado por la plana mayor del PP castellanoleonense, que gobierna en la región en coalición con Vox. Especialmente evidente es la buena sintonía del catedrático con Carlos Martín Tobalina, viceconsejero de Economía y Competitividad de la Junta de Castilla y León, en manos de los populares.

Estas invitaciones podrían entenderse como parte del protocolo a seguir por la USAL, si bien también es cierto que estos encuentros ya se daban antes de que Corchado ocupara el cargo de rector. Tal y cómo ha insistido el personal universitario con el que ha podido hablar Público, la cercanía entre los populares y Corchado es vox populi en la ciudad.

También es evidente el apoyo que le brinda la web de noticias de corte ultraconservador, La Gaceta Regional de Salamanca, uno de los periódicos más conservadores del ecosistema de medios español, según el análisis realizado por Público de los microdatos de un estudio del CIS. A finales de 2022, este medio realizó una mesa redonda "Innovación tecnológica. Base para la supervivencia de las empresas", a la que acudieron empresarios del sector y el propio Corchado antes de ser rector. El medio lleva años haciendo seguimiento de la actividad académica y empresarial de Corchado, si bien apenas se ha hecho eco del actual torbellino político que atraviesa la Universidad de Salamanca.

*Si tienes información sobre este u otro asunto puedes ponerte en contacto con nosotros en investigacionydatos@publico.es

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