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Condenado a nueve meses de cárcel por grabar a su compañera de piso en el baño

Además de la pena de prisión, el condenado deberá pagar una multa de 2.700 euros e indemnizar con 300 euros a la víctima.

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El condenado utilizó su teléfono móvil para intentar grabar a su compañera en el baño. -ARCHIVO

Un juzgado madrileño ha condenado a un hombre a nueve meses de cárcel y multa de 2.700 euros por grabar con su móvil en el baño a una compañera de piso, a la que además tendrá que indemnizar con 300 euros, al considerar probado que cometió un delito de descubrimiento y revelación de secretos, con abuso de confianza. La sentencia es recurrible ante la Audiencia Provincial.

En la sentencia, a la que ha tenido acceso Efe, el Juzgado de lo Penal número 9 de Madrid condena a Rubén M.M. por colocar un teléfono móvil en el cuarto de baño de la vivienda y apuntando a la taza del váter, con la intención de grabar a la joven, a pesar del criterio contrario de la Fiscalía.

La sentencia considera probado que la noche del 6 al 7 de enero de 2019, el acusado aprovechó que compartía piso en Madrid con la denunciante y otras personas para colocar su móvil en una balda de un baño, que en teoría solo usaban mujeres, apuntando al retrete.

Le dio a grabar, se fue y luego entró al baño la denunciante, que cuando estaba usando el retrete se percató de que la estaban grabando, cogió el teléfono y llamó a la Policía y a su casero.

El compañero de piso que estaba en ese momento en la vivienda reconoció que ese móvil era suyo y aseguró que lo había dejado olvidado en el baño mientras se afeitaba y que habría comenzado a grabar porque esa función se activa muy fácilmente.

Los agentes pidieron ver los vídeos del teléfono y comprobaron, como luego se confirmó ante el juzgado, que se veían varios vídeos grabados en el baño, y en uno de ellos se veían las manos del sospechoso "colocando de forma minuciosa el teléfono, enfocando directamente a la taza del váter", subraya la sentencia.

La magistrada destaca que "no cabe duda de que solo a él pueden pertenecer esas manos. Es su teléfono y nadie más tuvo acceso a él", y además "el acusado no alega que dejara el teléfono a otra persona ni que los vídeos fuese manipulados".

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