Condenado un colegio de Madrid por no proteger a una alumna del acoso racista
El centro tendrá que pagar 10.000 euros a una niña que sufrió acoso racista, insultos y vejaciones durante dos cursos.
Madrid--Actualizado a
La Justicia ha condenado al pago de 10.000 euros a un colegio de Madrid por no proteger a una alumna del acoso racista, insultos y vejaciones al que se vio sometida durante al menos dos cursos, cuando tenía entre 8 y 10 años.
La Audiencia de Madrid ha confirmado la condena impuesta por el Juzgado de Primera Instancia número 4 de Aranjuez que estimó la demanda contra el centro por acoso escolar, en una sentencia adelantada por elDiario.es y a la que ha tenido acceso EFE.
La madre interpuso una demanda contra el colegio alegando que su hija (de 11 años) había sufrido acoso escolar con un componente racista desde octubre de 2012, cuando cursaba infantil con 5 años, hasta junio de 2018 cuando se le cambió de centro.
Su demanda se dirigió contra el colegio y contra los responsables del centro docente y de la Inspección de Educación de la zona, a quienes reclamaba no solo una compensación económica sino también que pidieran disculpas personalmente a la menor y a su madre por no haber cumplido con la diligencia, la vigilancia y el cuidado al que están obligados como responsables de los alumnos.
Ni el centro ni Inspección hallaron pruebas del acoso
Los demandados negaron que se hubiese producido acoso escolar de índole racista, habiendo actuado con toda la diligencia, abriendo el protocolo de acoso escolar y sin encontrar prueba alguna de ello.
Pero la sentencia estima acreditado que, al menos durante los cursos de 2016/17 y 2017/18, se produjo una situación de acoso escolar por parte de otros alumnos, por lo que condenó al centro por no haber acreditado que actuara para frenar dicho acoso.
La madre envió correos al colegio donde narraba que en el patio la llamaban "negra", "hija de puta" o como otros le pegaban tirándole del pelo "muy fuerte"
La sentencia relata que a partir de noviembre de 2016, la madre envió correos al colegio en los que contaba las situaciones que le narraba su hija, a quien en el patio la llamaban "negra", "hija de puta" o como otros le pegaban tirándole del pelo "muy fuerte".
Recoge también episodios de acoso narrados por su profesora en el diario del aula cuando menciona que dos compañeros dijeron que "tiene la piel de color mierda". Otras anotaciones dan cuenta del estrés o angustia que estaba viviendo la alumna quien lloraba y sufría a menudo ante los continuos casos de acoso.
Además, la resolución menciona los informes médicos fechados después de los hechos que constatan no solo que sufrió una sintomatología compatible con acoso escolar con tristeza y depresión sino también la existencia de pensamientos suicidas. Luego, con el cambio de centro la situación mejoró.
El colegio recurrió argumentando que actuó de manera inmediata y continuada y que puso todos los medios para verificar los supuestos hechos, prevenir y detectar situaciones futuras.
Al respecto, la sentencia explica que se activó el protocolo de acoso escolar, menciona las constantes comunicaciones y reuniones entre la madre y el colegio así como el informe del orientador.
No obstante, la Audiencia señala que "las medidas adoptadas no fueron proporcionadas a las circunstancias del caso, estando ello motivado por la calificación que hace el centro educativo como conflicto entre iguales, en lugar de acoso escolar".
Nota aclaratoria
La fotografía de la agencia Europa Press que originalmente aparecía ilustrando esta información, con el pie de imagen "Varios niños a la entrada de un colegio en Madrid, a 5 de septiembre de 2022", ha sido eliminada para evitar confusiones, ya que representaba un colegio que no era el referido en esta noticia.
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