La intervención de Andrea Fuentes para rescatar a la nadadora Anita Álvarez ha traído a colación un asunto de vital importancia: cómo sacar del agua a una persona que se está ahogando.

La experiencia de Fuentes, una de las deportistas más laureadas de España y actual entrenadora del equipo de natación artística de EEUU, fue vital para salvar a su pupila. A continuación repasamos unas nociones básicas para casos  similares de emergencia.

Lo más importante: ¿Pongo en riesgo mi vida?

Alberto Nieto, médico e instructor de Cruz Roja lanza un mensaje imprescindible: solo debemos lanzarnos al agua para socorrer a otra persona si estamos seguros de que no pondremos en riesgo nuestra vida. Nieto incide en ello: "Lo principal es estar seguro de que se puede hacer el rescate".

Conducta PAS

Ante un eventual rescate, Nieto recuerda la conducta PAS. Siglas de "proteger, alertar y socorrer". Se trata de los pasos a seguir ante cualquier situación de emergencia. Primero, "hay que proteger a la víctima, pero también me tengo que proteger a mí mismo". Por ello hace hincapié en que antes de actuar hay que valorar adecuadamente todas las circunstancias para evitar más daños. 

Alertar a emergencias

Parece de perogrullo, pero es imprescindible llamar a los servicios de emergencia si no vemos a, en este caso, ningún socorrista cerca. De nada sirve tratar de salvar a una persona si no se alerta a los profesionales. En la llamada es importante dar todos los datos imprescindibles: qué ha pasado, dónde ha pasado o quién o quiénes se han visto afectados. El teléfono 112 es gratuito.

Técnica de remolque

Sacar a una persona del agua es algo que puede resultar complicado. Una vez se ha llegado a la víctima y se ha conseguido sacar su cabeza del agua, es muy importante que sus vías respiratorias no vuelvan a estar bajo el agua. Ahora se trata de colocar al rescatado bocarriba en el agua y remolcarlo hasta suelo firme. 

Posición lateral de seguridad

Una vez fuera del agua, hay que comprobar el pulso y la respiración. En caso de que la víctima respire y esté inconsciente hay que colocarla de lado, en la llamada posición lateral de seguridad para evitar complicaciones con la lengua y favorecer la expulsión del agua tragada. 

Reanimación

En caso de que no respire, se debe empezar a hacer cinco ventilaciones de rescate, lo que se conoce como boca a boca, comenta Alberto Nieto, de Cruz Roja. Si no hay respuesta, se debería iniciar la reanimación cardiopulmonar, maniobra que hay que hacer con especial cuidado. En el caso de los adultos, son ciclos de 30 compresiones torácicos y dos insuflaciones de aire.