Las bicicletas son para el verano y para los pueblos, se solía decir. Con el impulso de los carriles bici, esta se democratizó y empezó a convertirse en un medio de transporte urbano integrado en la ciudad. Una encuesta realizada en 44 países de todo el mundo desveló que la bicicleta es el medio de transporte que más presencia tiene en los hogares, se use o no. El resultado fue de un 42% de media.

En el norte de Europa los espacios están adaptados para el uso de la bicicleta y eso favorece su uso. En Bélgica, por ejemplo, con una población de 10.800.000 personas, el 48% de sus habitantes tienen bicicleta. Suecia, con sus nueve millones y medio de habitantes y 6.250.000 vehículos, el 64% tiene. También en Noruega o Finlandia el 60% de la población tiene bicicleta, y la usan como medio de transporte habitual, independientemente del clima.

En España, la cifra es incluso superior, hay 35,3 millones de bicicletas, lo que significa que la señora de las dos ruedas está presente en el 71% de los hogares españoles, según el informe 'Las cuentas de la bicicleta'.

Los beneficios para la salud del uso de la bicicleta parecen innegables, pero ahora, un amplio estudio a largo plazo publicado en BMJ Public Health pone cifras a esas suposiciones. Las personas que se mueven en bicicleta o a pie al trabajo o al centro de estudios tienen menos riesgo de padecer enfermedades mentales y físicas; hasta un 47% menos de riesgo de muerte.

Pero ¿Empleamos la bicicleta todos los días?, ¿Cuál es el perfil del español usuario de la bici? Y, ¿España es un buen lugar para las bicicletas?

Cuánto empleamos la bici urbana en España

Cinco de cada 100 españoles usa la bici de forma cotidiana, según los datos del último Barómetro de la Bicicleta publicado por la Dirección General de Tráfico (DGT), y la tendencia, sigue subiendo. El estudio 'Las grandes cifras del sector Bike 2024', elaborado por el Observatorio Cetelem, expone que el 23% de los españoles que tienen bicicleta la utilizan como medio de transporte para desplazamientos hacia el trabajo, lo que supone un crecimiento de siete puntos respecto al año anterior.

El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, por su parte, concluye que la bicicleta cubre una cuota reducida de los desplazamientos habituales: un 1,7%, pero reconocen que esta tiene un "enorme potencial", sobre todo por los beneficios medioambientales, de salud y económicos que aporta. Esta visión fue la que en el año 2021 llevo al gobierno de España a aprobar la Estrategia Estatal por la Bicicleta, un documento que integra 151 acciones encaminadas a fomentar el uso de la bici en todos los apartados de la sociedad: el deportivo, el turístico, el de ocio y el diario o cotidiano.

El impulso definitivo a la bicicleta como medio de transporte puede estar en la Declaración Europea sobre el Uso de la Bicicleta que los estados miembros de la UE suscribieron en el mes de abril. El objetivo no es otro que fomentar el uso de la bici porque es "sostenible, saludable y eficiente" y porque, además, resulta de utilidad en la carrera para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y "así avanzar en la neutralidad climática".

Los compromisos que recoge el documento se encuentran algunos muy demandados por los usuarios, como la mejora de las infraestructuras ciclistas en toda Europa para crear una red ciclista "coherente" en todas las ciudades, que llegue incluso a conectar de manera eficiente y segura "los centros urbanos con las zonas rurales". Por otro, incrementar las conexiones con el transporte público para agilizar la intermodalidad. Y, finalmente, mejorar el acceso a los puntos de recarga para las bicicletas eléctricas. Sin olvidar, dice el acuerdo, que el impulso de la bicicleta "debe ir acompañado de un aumento de la seguridad en la vía" para los ciclistas.

En España, los carriles bici señalados por el negacionismo

Mientras en la esfera europea se trabaja para implementar el uso de la bicicleta ampliando y mejorando las infraestructuras de circulación, en España, algunas ciudades como Gijón, Elche, Valladolid o Palma de Mallorca, gobernadas por el Partido Popular y Vox, apostaron por la eliminación de infraestructuras ciclistas como una de sus primeras medidas cuando entraron en el poder en 2023.

No solo se "empezaron a cuestionar, sino que en algunas ciudades se llegaron a desmantelar algunos carriles bici" apunta Antonio Poveda, presidente de la Red de Ciudades por la Bicicleta (RedBici). Aunque este movimiento se quedó "solo en casos puntuales", fueron un claro ejemplo del "uso de la movilidad para obtener votos electorales", subraya el presidente de RedBici.

La crisis climática "ha llegado para quedarse" y el sector en defensa del uso de la bicicleta sostiene que el recorrido de los negacionistas "va a ser corto". RedBici recuerdan "tanto a progresistas como a conservadores" en España la necesidad de llegar a acuerdos, "como sí que sucede en Europa". La tendencia a futuro para el sector de la bici, y teniendo en cuenta los resultados de estudios y encuestas; favorables al incremento del uso de la bicicleta como medio de transporte diario, es avanzar hacia ciudades más sostenibles como en el resto de Europa, sobre todo, "si queremos cumplir los estándares que marcan la Organización Mundial para la Salud (OMS) y la Comunidad Económica Europea, que dictamina que la bici es un medio de transporte sostenible y seguro, y que deberían avanzar", añade Poveda.

A pesar del "intento" de los gobiernos de extrema derecha de acabar con kilómetros de carriles bici, estos han ido aumentando en España, aunque no en todas las ciudades por igual. Barcelona, la ciudad más sostenible del país, y su área metropolitana han experimentado un aumento considerable en el número de kilómetros ciclables, al contrario que Madrid, donde la apuesta por parte del ayuntamiento "no es decidida", sino más bien todo lo contrario.

La asociación de consumidores FACUA, en abril, se dirigía al Ayuntamiento de la ciudad que gobierna José Luis Martínez Almeida para reclamar una "mejora en el diseño y en las conexiones" en el sistema de carril bici con el fin de "priorizar la seguridad y la comodidad de los usuarios" y de implantar "medidas necesarias para promover un verdadero modelo de movilidad sostenible", una demanda que colectivos sociales como Pedalibre llevan tiempo reclamando al ejecutivo de Almeida.

¿Qué frena el avance del uso de la bicicleta en España?

La pandemia supuso un punto de inflexión en el uso de la bicicleta en España. "Se vivió un importante repunte", explican desde RedBici, que ha tenido una tendencia más o menos constante a lo largo de los tres años posteriores. Sin embargo, hay reticencias que hacen que este sistema de movilidad no termine de cuajar.

El 35% de los españoles ha considerado utilizar la bicicleta para ir al trabajo, según el estudio Las grandes cifras del sector Bike 2024, elaborado por el Observatorio Cetelem, lo que significa 12 puntos más que en 2023, pero siguen teniendo reticencias para hacerlo. Las más repetidas son: la distancia del trabajo a casa, en un 68% de los casos; la seguridad vial, un 29%; y la orografía, en el 14% de las menciones.

Las principales demandas de los consumidores encuestados para el uso de la bici como medio de transporte pasan por mejorar las infraestructuras (65%), un mayor respeto al ciclista (50%) y la apuesta por las bicicletas de alquiler (12%).

La falta de seguridad es una de los motivos por los que los posibles usuarios de la bicicleta no terminan de decidirse. "El principal elemento disuasorio es la falta de infraestructuras, de una buena red que de seguridad a los ciclistas" explica Poveda. Ciudades como Valencia, invirtieron fondos Next Generation en la ejecución de una red de carriles bici de calidad "durante en el anterior mandato" señala el presidente de RedBici.

La ciudad de Zaragoza es otro de los ejemplos que apuesta por la movilidad en bicicleta. Su alcaldesa, Natalia Chueca, ha mencionado que es "una ciudad compacta y con un 50% de movilidad peatonal, durante su participación en la I Edición de Summit Movilidad Sostenible, un foro en el que la primera edil también apuntó que Zaragoza está fomentando "la red de carriles bici más amplia de toda España".

En marzo, el servicio de bicicleta pública fue adjudicado a la UTE Serveo Servicios y PBSC Urban Solutions, que ha duplicado el parque y el número de estaciones, pasando de 1.300 bicis y 130 paradas a 2.500 bicicletas de pedaleo asistido y 276 estaciones para los más de 12.000 abonados que tienen en este momento el servicio.

Otro de los motivos que frena el crecimiento del uso de la bicicleta en ciudades es precisamente la escasa oferta de servicios de bicicleta pública disponibles en España. Las grandes ciudades que cuentan con oferta de bicicleta pública, "como Barcelona, Valladolid, Valencia, Bilbao o Sevilla" tienen un "índice mayor de uso de la bici como medio de transporte que las que no lo tienen", explican desde RedBici, tanto en desplazamientos laborales como en los ordinarios.

El tercero de los motivos que impide el despegue de la bicicleta es "la ausencia de incentivos fiscales por adquirir una bicicleta o de ayudas a la compra de bicicletas a nivel estatal", explica Jesús Freire, secretario general de la Asociación de Marcas y Bicicletas de España (AMBE). Esta organización recuerda que otros países del entorno "sí tienen ayudas" y que la ausencia de las mismas "lastra la demanda de bicicletas, bicicletas eléctricas y cargo bikes en nuestro país", lo que además "tiene un impacto directo en el sector y el empleo", asegura Freire.

Perfil del usuario del carril bici en España

J. R. Alonso de la Torre, escribió en Las Provincias: "Fernando Fernán Gómez nos contó que las bicicletas son para el verano y Vox nos está enseñando que las bicicletas son de izquierdas". Pero desde el sector de la bici desmienten que esta tenga tendencia política alguna, o la existencia de un estudio que lo demuestre.

"El perfil de usuarios es el mismo en cualquier facción", explica Poveda, que subraya que el verdadero problema está en la seguridad: "al usarla aumenta el riesgo de accidente, por ejemplo, en Madrid respecto a otras como Barcelona. Las personas son prudentes y deciden no arriesgar su vida", explica, y recuerda cómo en Madrid los ciclistas se ven obligados a circular por las calzadas mezclados entre coches, motos o camionetas.

Las ciudades estaban pensadas para los coches, "ahora se camina mucho, se va en bicicleta, en transporte público, en patinete y se tienen que habilitar espacios para todos", apunta Poveda. Esta entidad está llevando a cabo una macroencuesta con casi 5.000 preguntas, con el fin de actualizar la información acerca de la bicicleta, el perfil de usuario, necesidades, o número de bicicletas y sus usos en España.

Uso de la bicicleta, apoyado desde el sector científico

La ciencia posa la mirada en la importancia de los modos de transporte activos en la salud de las personas. "Desarrollar políticas que favorezcan estas formas de desplazamientos de forma segura en la rutina diaria, frente a otros como el coche privado, es una prioridad en salud pública que debe ser abordada de manera urgente", explica Luis Cereijo, profesor ayudante doctor de Educación Física y Deportiva e investigador en Epidemiología y Salud Pública de la Universidad de Alcalá, en declaraciones a Science Media Centre España (SMC España).

Según el estudio publicado en BMJ Public Health, los ciclistas tienen un 47% menos de riesgo de muerte por cualquier causa, un 24% menos de riesgo de ingreso hospitalario por enfermedad cardiovascular, un 51% menos de probabilidad de morir de cáncer y un 20% menos de que se le recetaran fármacos para problemas de salud mental.

Las implicaciones son muy relevantes tanto para la planificación urbana como para los incentivos individuales para utilizar la bicicleta como transporte. "Hay países europeos como Bélgica y Dinamarca que bonifican económicamente a las personas trabajadoras que utilizan la bicicleta", apunta Manuel Franco, epidemiólogo, profesor e investigador en las universidades de Alcalá y Johns Hopkins, y portavoz de la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria (SESPAS), en SMC España.

Los beneficios de montar en bicicleta como medio de transporte no son solo en salud, sino también ambientales, ya que las bicicletas no consumen energía fósil, reduciendo el impacto ambiental del tráfico que es el principal contribuyente de los gases de efecto invernadero. "Es muy importante entender que la mitigación de la crisis climática pasa por el transporte activo", advierte Franco.