Este artículo se publicó hace 8 años.
Barcelona tiene 3.000 personas sin hogar y un tercio duerme en la calle
El Ayuntamiento de la capital catalana realiza, por primera vez, un recuento en todas las zonas de la ciudad en una misma noche, para el que moviliza a más de 900 voluntarios. Pernoctar en la calle es solo la cara más visible de la exclusión res
Laura Safont
-Actualizado a
BARCELONA.- La ciudad de Barcelona cuenta con 2.914 personas sin hogar, de las que 941 duermen en la calle y 1.973 en equipamientos municipales o de otras entidades. Así lo han contabilizado, en un primer escrutinio, los más de 900 voluntarios que han participado la noche del miércoles al jueves, de las 12 a las 2 de la madrugada, en el recuento de las personas que no disponen de un hogar en la ciudad de Barcelona, y que pernoctan tanto en la vía pública como en centros de acogida (públicos o privados).
Por primera vez tras los anteriores recuentos de los años 2008 y 2011, la iniciativa impulsada por la Red de Atención a las Personas sin Hogar (XAPSLL en sus siglas en catalán), integrada por 32 entidades sociales, se ha extendido a todas las zonas de la ciudad con el fin de obtener una radiografía completa del fenómeno del sinhogarismo.
Con el apoyo del Ayuntamiento de Barcelona, 216 equipos integrados por entre 6 y 8 personas han recorrido las calles de la ciudad para contabilizar a través de una aplicación móvil a todas las personas sin hogar durante dos horas en una sola noche. Los trabajadores de Parques y Jardines, equipos del Servicio de Inserción Social (SIS) y Guardia Urbana han participado en el cálculo de las zonas menos accesibles (áreas de montaña o lugares cerrados).
“El recuento no es un fin en si mismo, sinó también una herramienta de sensibilización de la ciudadanía y un elemento que ha de ayudar a planificar las políticas públicas”, explicó Carles Cabré, representante de la entidad Progess, durante la presentación del recuento 2016. Precisamente, Laia Ortiz, la teniente de alcalde de Derechos Sociales del Ayuntamiento, defendió que los resultados del recuento servirán para elaborar el Plan de Sinhogarismo de Barcelona, con la colaboración de las entidades y las personas que se alojan en los equipamientos. Para ello, el gobierno municipal quiere contar con un cálculo de las personas sin hogar lo más ajustado posible.
Este cómputo será el tercero que se realice en una misma noche en la ciudad de Barcelona, pero contará con más voluntarios (antes no alcanzaban los 800) y zonas de prospección. En el primero de 2008, la XAPSLL contabilizó a 2.113 personas sin hogar, de las que 658 dormían en la calle; en el segundo de 2011 ascendió a 2.791, de las que 838 se encontraban en la vía pública. Sin embargo, ambas búsquedas se realizaron antes del impacto de la crisis en el país, por lo que las cifras aumentan en los siguientes años según detallan estadísticas de otras entidades. La Fundación Arrels, que integra la XAPSLL, encontró el pasado año a 892 personas durmiendo en la calle y a 1.672 en otros equipamientos.
El consistorio encabezado por Ada Colau ha hecho este año una apuesta firme por combatir el 'sinhogarismo', un término que utilizan los trabajadores sociales para definir a todas las personas que sufren exclusión residencial o que no pueden accceder a una vivienda, más allá de que dispongan de un techo en centros de acogida u otro tipo de asentamientos irregulares. Dormir en la calle es, como sostienen, solo la cara más visible de la exclusión residencial, aunque sí la más cruda y urgente para erradicar.
Albert Sales, asesor del área de Derechos Sociales del Ayuntamiento y colaborador de la XAPSLL, relataba a 'Público' sobre las personas que residen en la vía pública: “Tenemos que romper el mito de la persona sin techo como si fuera una patología social. No existe un perfil de las personas sin hogar. Es cierto que hay más hombres que mujeres en la calle, pero éstas tienen más presencia en otros 'sinhogarismos'. La cantidad de situaciones que llevan a una persona a dormir en la calle hace que no podamos hablar de perfiles. Precisamente, lo único que tienen en común es que duermen en la calle”. Y propone: “Como no hay una característica común, lo primero que tenemos que solucionar es la vivienda. Y esto es lo que tradicionalmente no se ha hecho porque se entendía que había una patología social detrás que se tenía que acompañar”.
Para el también sociólogo, la solución pasa por ofrecer una alternativa habitacional y después, si es necesario, la intervención social. “Tenemos un problema de acceso a la vivienda que se denuncia desde hace décadas. Todo el parque de vivienda social que se pueda generar (en Barcelona) será poco para contener el 'sinhogarismo'. Por ello, hemos de pensar cómo alojamos a las personas que queremos que tengan una oportunidad fuera de la calle. Lo óptimo sería ofrecerles un hogar definitivo. Si no es posible, los trabajadores sociales han de procurar que consideren el espacio social como un hogar”.
Además del acceso a la vivienda, otra forma de reducir el 'sinhogarismo' sería asegurar unos ingresos mínimos para las personas que lo padecen. Sales considera que Catalunya “está muy lejos de aprobar una Renta Garantizada de Ciudadanía al estilo de la propuesta por la ILP y las entidades sociales porque ideológicamente son muy pocos los partidos que apuestan por una garantía de rentas como derecho”. El gobierno catalán ha reanudado el debate sobre esta iniciativa, pero continua en fase de enmiendas hasta que se aprueben los presupuestos.
El sociólogo añade: “El gasto de la persona que vive en situación de pobreza siempre es cuestionable. Lo que se está haciendo en la tramitación de esta renta es irla transformando en una renta mínima de inserción, que condiciona la ayuda a la inserción. Una renta es un derecho, es el derecho de las personas a tener unos mínimos para subsistir y no tener que acudir a servicios sociales para atender sus necesidades de manera discrecional”.
De la misma manera que no existen cifras oficiales de las personas sin hogar en Catalunya, tampoco se encuentran datos fidedignos de esta realidad en todo el país. España no dispone de un cómputo actualizado y estudiado de las personas que duermen en la vía pública.
Solo en los años 2004 y 2012 el Instituto Nacional de Estadística (INE) realizó encuestas a personas sin hogar, pero limitándose a los usuarios de centros asistenciales de alojamiento y restauración. En esta última encuesta, ya muy poco representativa, se contabilizaron a 22.938 personas sin hogar en dichos centros.
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