Este artículo se publicó hace 2 años.
Ayuso mantiene una guerra de desgaste contra los médicos y busca derrotarles por el impacto de la huelga en sus nóminas
El Gobierno madrileño del PP opta por ignorar a los sanitarios huelguistas o, en el mejor de los casos, hacerles promesas sin fundamento real.
Jose Carmona
Madrid--Actualizado a
Tres semanas, y esta cuarta que arranca, desde que los médicos de familia y pediatras de los centros de salud de la Comunidad de Madrid anunciaran una huelga indefinida con el sindicato AMYTS como valedor de la jugada. Más de veinte días después, el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso mantiene una guerra de desgaste que busca invisibilizar a los médicos y evitar así que su malestar se traslade a la población, que hace apenas un mes salió a la calle en avalancha para denunciar el estado de la sanidad pública en la ciudad. Además, en este conflicto el tiempo es el mejor aliado de Ayuso, ya que cada día de huelga penaliza las nóminas de los trabajadores, que ven descontados hasta 200 euros netos por día no trabajado, según trabajadores afectados.
La huelga de los sanitarios madrileños tenía un poso muy profundo. Ante el avance de fórmulas precarizadoras en la Comunidad, reflejado en la última medida impuesta por la Consejería de Sanidad para los Puntos de Atención Continuada (PAC), conocidos como Urgencias extrahospitalarias, los médicos anunciaron movilizaciones en busca de mejoras en su calidad de trabajo, que de forma directa se verían reflejadas en el trato al paciente.
La estrategia de Ayuso y su equipo pasa, al menos por ahora, por invisibilizar la lucha de los sanitarios. Reunirse con ellos durante las negociaciones por el plan de las urgencias extrahospitalarias puso su gestión en el foco y las manifestaciones populares pusieron al Gobierno en un punto desfavorable para ellos.
Y parece que sale bien. Según datos facilitados por la propia Consejería de Sanidad, este lunes el seguimiento de la huelga fue de poco más de un 10% (10,2), mientras que el primer día, hace ya tres semanas, alcanzó al 30% de los médicos convocados. Pasan los días y la implicación de los sanitarios disminuye.
Reducir el ratio de pacientes por día es la premisa principal del colectivo facultativo, que denuncia que apenas puede dedicar cinco minutos a cada cita, un guarismo mínimo que impide un trato adecuado para el enfermo. El objetivo ideal sería que como máximo se atiendan entre 25 y 30 personas al día, una medida que, de cumplirse, implicaría una mayor contratación de médicos (y por tanto más inversión en Atención Primaria) para poder atender a todos aquellos que se quedarían fuera con la nueva limitación. Hay facultativos que en la actualidad llegan incluso a 70 pacientes al día.
Además, los médicos han pedido por escrito nuevas reuniones con la Consejería de Sanidad pero esta no ha tomado la iniciativa desde que se vieran las caras el viernes 2 de diciembre, aunque resultó improductiva: "Desde AMYTS no tenemos noticia de ninguna nueva reunión por parte de la Comunidad de Madrid. La única propuesta ha sido proponer una supuesta limitación de las agendas a 34 pacientes para Medicina de Familia y 24 para Pediatría. ¿Pero quién se encargará del resto de pacientes que sobrepase esa cifra? La Consejería habla de horas extras para médicos voluntarios. ¿Y si no hay voluntarios como les decimos?", aseguran desde el sindicato, que ante las palabras de la Comunidad quieren certezas sobre el cómo adaptarían la sanidad pública antes de desconvocar la huelga.
Javier Padilla, diputado en la Asamblea por Más Madrid y portavoz de Sanidad, analiza los movimientos del Gobierno y los motivos que llevan a los médicos a no confiar en la promesa: "En el último mes, Ayuso ha firmado dos acuerdos para disolver huelgas. En ambos se llegaban a acuerdos que luego no se cumplían. Ha intentado eso mismo con la Atención Primaria pero ese sindicato ya ha pasado por eso. Por eso no se están rindiendo. Ayuso ha tomado la deriva de intentar invisibilizarlos y hacer caso omiso a cualquier reclamación. Es profundamente indigno el vacío que está intentando hacer a los médicos de Atención Primaria, porque parece deliberado", sostiene el también médico.
Alejandra Jacinto, candidata de Unidas Podemos a la Comunidad de Madrid, encuentra en la estrategia del Gobierno de la capital intentos de desenfocar los problemas reales para entrar a batallas dialécticas pero vacías de contenido que pueda afectar al Partido Popular: "Ayuso está haciendo maniobras de distracción acusando de barbaridades al Gobierno central mientras juega al desgaste con los sanitarios y sanitarias con el objetivo de profundizar en el desmantelamiento de la sanidad pública madrileña. Hace poco anunciaba por "decreto imperial" una serie de medidas inútiles y no consensuadas con los sanitarios y ahora está utilizando la estrategia de "obviar" la huelga porque en realidad lo que pretende es que se siga desgastando el sistema sanitario de salud", asegura.
Aunque no haya negociaciones y el seguimiento de la huelga se desinfle con el paso de las jornadas, AMYTS no desiste en su empeño por sumar apoyos a la causa: este martes, los hospitales de la ciudad tendrán a sus puertas concentraciones de sanitarios que mostrarán su apoyo a los médicos y pediatras en huelga. Y el próximo miércoles, una marcha desde la Consejería de Sanidad hasta la Puerta del Sol volverá a incidir en la máxima de este parón y protestas: que la contratación de médicos es lo único que puede mejorar la salud de Madrid.
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