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Agresión policial y deportación Denuncian agresiones policiales a internos del CIE de Aluche y su deportación en un vuelo a Colombia

La plataforma CIE No de Madrid asegura haber recibido quejas de varios migrantes en las que narran al menos dos agresiones por las que uno podría tener daños graves en una prótesis de cadera. Denuncian que se ha negado atención médica del 112 por parte de la Policía y temen que los agredidos y testigos sean expulsados en un vuelo que partirá a las 22.00 de este martes, por lo que se ha iniciado una huelga de hambre por parte de todos los internos.

Exterior del CIE situado en Aluche (Madrid)
Exterior del CIE situado en Aluche (Madrid).

La Plataforma CIE No de Madrid ha denunciado este martes que al menos dos personas recluidas en el Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Aluche, en Madrid, fueron víctimas agresiones el pasado domingo por parte de varios agentes de Policía que custodian el centro, quienes también les profirieron insultos y dificultaron la correcta atención médica tanto en la enfermería del CIE como por parte de una unidad del 112 que solicitó uno de los presuntos agredidos.

Según la información difundida por la plataforma, los hechos han sido puestos en conocimiento del Juzgado de control del CIE y del Defensor del Pueblo sin que haya habido ninguna actuación por el momento. Temen que las denuncias caigan en saco roto cuando se proceda a la deportación de las supuestas víctimas y testigos de las agresiones, algo que está previsto a las 22.00 horas de este martes en un "macrovuelo de deportación" a Colombia que se llevará a cabo con la aerolínea española Evelop Airlines. La plataforma cree que el vuelo habría despegado finalmente a las 19.30 horas y desconocen si los agredidos viajaban en él.

Tal como han relatado varios internos a los activistas de CIE No de Madrid, el pasado domingo, un agente se tropezó cerca de una mesa y acusó de su caída a una de las personas internadas, sobre la que se abalanzó junto a otros cinco policías.

La presunta víctima fue "esposada y golpeada en costillas, cara y cadera" y tendría gravemente afectada una prótesis

Otro interno que les recriminó su actuación, denuncian, fue "esposado y golpeado en costillas, cara y cadera", según relataron varios internos, que también apuntan que se les profirieron insultos como "basura, delincuentes, mierdas o ladrones".

Este último agredido también ha explicado que pidió ser atendido por sus heridas en el servicio sanitario del CIE, pero que no se atrevió a denunciar los hechos ante el médico por "las coacciones de los policías", que según asegura, estuvieron presentes durante la visita médica, por lo que declaró haberse caído por unas escaleras. Según los activistas, no se redactó informe ni parte sanitaria de asistencia.

Niegan la entrada a la ambulancia del 112

Sin embargo, el presunto agredido fue acusando un emporamiento de su estado, con un fuerte dolor en un ojo y con dificultades cada vez más grandes para caminar. Ante esta situación, decidió llamar por su cuenta al 112 para pedir atención sanitaria externa en la que no hubiera coacción policial. Según refiere, es portador de una prótesis de cadera que podría estar gravemente afectada por los presuntos golpes de los agentes. Algo que los activistas también ha denunciado tras una visita realizada al pasado lunes.

Los servicios de emergencias de la Comunidad de Madrid enviaron una una unidad hasta el CIE tras el aviso del interno, aunque "fue presuntamente devuelta al negar la policía que fuese necesaria", alega la plataforma contra los CIE.

El interno pidió una vez más asistencia en el servicio médico del CIE y una muleta para poder apoyarse, aunque según denuncia, los agentes le respondieron que "por ellos podía arrastrarse". Fue entonces cuando pidió de nuevo la atención del 112, pero según testimonian las personas internas, esta entidad les habría informado de que no puede realizar asistencia si no es solicitada por el servicio sanitario del CIE o por la propia Policía.

Todos los hechos fueron puestos en conocimiento del Juzgado de Control del CIE y del Defensor del Pueblo la noche del domingo, aunque según activistas e internos, aún no se ha tomado declaración a ninguno de los testigos ni de los agredidos. Tampoco se ha emitido, según los internos, ningún informe sanitario que recoja la asistencia recibida ni los motivos. La plataforma afirma que no ha tenido notificación de apertura de expediente por parte del juzgado de control ni de inicio de investigaciones por parte de la oficina del Defensor del Pueblo.

CIE No advierte de que los internados de nacionalidad colombiana llevan fuera del CIE desde al menos las 15.30 horas de este martes, previsiblemente porque están preparando su embarque en el vuelo de deportación que parece haberse fletado ya. En él irían, según los activistas, dos de los internos que han denunciado las presuntas agresiones y una mujer de 64 años que vivía en España desde 2008.

Suspender la expulsión hasta que haya investigación

Todos los internos del CIE, salvo los que padecen diabetes, se han declarado en huelga de hambre hasta que se investiguen correctamente los hechos de cara a depurar responsabilidades.

Solicitan con urgencia que se paralice la orden de expulsión del afectado, prevista para este martes, así como de los testigos hasta que la investigación haya podido resolverse. Que se recojan los testimonios de agredidos y testigos y del personal sanitario de Clínicas Madrid, responsables de servicio sanitario en el CIE. También exigen que se analicen los vídeos de las cámaras de seguridad para comprobar si los hechos denunciados fueron registrados, que se comuniquen al juzgado competente y que se toen las medidas cautelares oportunas y urgentes.

La plataforma alerta de que lleva "meses recibiendo cada vez más denuncias de violencia y violaciones de los derechos humanos en el interior del CIE" que se han acompañado de documentación y testimonios, auque en la mayoría de casos no ha habido notificación de apertura de expedientes. Responsabilizan en última instancia al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, y al delegado del Gobierno en Madrid, José Manuel Franco.

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