Quedan poco más de dos semanas para que arranque de manera oficial la campaña de las elecciones municipales y autonómicas que se celebrarán el 28 de mayo. Los principales partidos de la izquierda transformadora ya tienen prácticamente concluidos sus plannings e itinerarios de cara unos comicios cruciales que podrían terminar por marcar las elecciones generales, pero todavía les queda una de las principales incógnitas por resolver: la participación de Yolanda Díaz.

La vicepresidenta segunda del Gobierno no es ajena a este contexto y, aunque algunas voces apuntaban que podría tener un perfil más bien bajo en la campaña electoral de la izquierda (con el fin de centrar todos sus esfuerzos en el escenario poselectoral y en la reconfiguración de la izquierda para las generales), su idea y la de su equipo es distinta.

Díaz hará campaña y estará en varios territorios. La incógnita, a día de hoy, sigue siendo en cuáles. Desde el principio se apuntó a que su participación estaría más o menos garantizada en aquellas plazas importantes para la izquierda (sobre todo donde tiene opciones de entrar en gobiernos regionales) en las que hay candidatura de unidad entre Podemos, Izquierda Unida y el resto de actores.

Los de Ione Belarra y los de Alberto Garzón han logrado cerrar acuerdos de unidad en 10 de los 12 territorios en los que se van a poner urnas. Sin embargo, hay dos grandes agujeros para la unidad de la izquierda que se corresponden con dos de las plazas más importantes para todo el espacio progresista: País Valencià y Madrid, donde Compromís y Más Madrid han rechazado coaligarse con estas formaciones en una misma candidatura.

Esta situación hace que la presencia de Díaz en estos territorios sea más que complicada. En el plano estatal, la vicepresidenta ha sido apoyada en el lanzamiento de su carrera hacia las generales por Más Madrid o Compromís, entre otras fuerzas, como Izquierda Unida; Podemos, de momento, ha decidido tomar distancia de Sumar hasta que esta plataforma acepte un acuerdo bilateral con los de Belarra que incluya un compromiso para celebrar primarias abiertas.

Territorios de la unidad

En el plano territorial, sin embargo, los partidos que han rechazado la unidad son precisamente los de Mónica García y Joan Baldoví, mientras que Podemos e Izquierda Unida, junto con Alianza Verde, han cerrado candidaturas conjuntas. Cualquier respaldo de Díaz a alguna de las candidaturas de la izquierda en competición dentro de este espacio podría entenderse como un agravio hacia la otra, a la vez que Madrid y València son piezas clave del tablero electoral.

La vicepresidenta y su equipo estudian cómo resolver esta situación, sobre todo teniendo en cuenta que Podemos le ha pedido hacer campaña en estas comunidades, entre otras. La secretaria de Organización de la formación morada, Lilith Verstrynge, remitió una propuesta de calendario de campaña al equipo de la titular de Trabajo con las plazas en las que Díaz podría ser un revulsivo importante, pero todavía no se ha cerrado nada.

En Podemos son conscientes de que la vicepresidenta mantiene contactos con las direcciones de la formación morada en algunos de sus territorios con el objetivo de cerrar actos. Entre estos lugares estarían Extremadura, Navarra o Euskadi, donde la izquierda transformadora (bajo el liderazgo de los de Belarra y de Izquierda Unida) cerró coaliciones. 

A nivel municipal, también se espera la presencia de la ministra de Trabajo en ciudades como Barcelona, sobre todo después de que en el último año y medio se haya producido un acercamiento importante entre la alcaldesa del municipio y líder de los comuns, Ada Colau, y Díaz. De hecho, la vicepresidenta ya protagonizó junto a la regidora un acto de precampaña el pasado sábado en el Palau de Congressos de Montjuïc, desde donde pidió directamente el apoyo de los trabajadores y de las trabajadoras de la ciudad a Colau. 

Podemos, además, considera Madrid y València claves en este proceso electoral, y por eso su dirección ha decidido abrir su campaña en el País Valencià y cerrarla en la capital.

Más allá de que se despeje la incógnita de Yolanda Díaz, los partidos ya tienen su itinerario prácticamente cerrado para comenzar a volcarse en el proceso electoral desde el día 12 (cuando arranca oficialmente la campaña) hasta la jornada electoral, el 28 de mayo. En el caso de Podemos, se espera una movilización total y continua de sus principales dirigentes por todo el territorio. 

Ione Belarra participará en más de 15 actos en las dos semanas que dura la campaña e Irene Montero  intervendrá en alrededor de 12 eventos electorales.