BARCELONA
Actualizado:Entrevistamos el periodista y politólogo, que publica Salvar Catalunya. La gestació del nacionalpopulisme català, donde aborda la irrupción de Aliança Catalana.
Sílvia Orriols ha sabido estar en el lugar preciso en el momento adecuado. Aprovechando la falta de respuestas ante la crisis económica y el hecho que los autores de los atentados del 17A salieron de Ripoll, su ciudad, la líder de Aliança Catalana ha sacudido la vida parlamentaria con un discurso chovinista que culpabiliza a la inmigración y a la comunidad musulmana de poner en peligro la identidad, el bienestar y la seguridad de los ciudadanos. A grandes rasgos, esta es la tesis del libro Salvar Catalunya. La gestació del nacionalpopulisme català (Pòrtic Edicions), con que el periodista Xavier Torrens, profesor de Ciencia Política, explica la eclosión de la alcaldesa de Ripoll en el panorama político catalán.
¿Cómo se explica que en pocos años una formación de extrema derecha como Aliança Catalana haya irrumpido con tanta fuerza?
Era extraño que el nacionalpopulismo no estuviera presente en Catalunya, cuando en Occidente y en la Europa democrática esta ideología se ha extendido notablemente. Lo vemos con los casos de Giorgia Meloni, la primera ministra de Italia; Marine Le Pen, ganadora de la primera vuelta en las elecciones francesas; o, recientemente, con los resultados que ha obtenido Alternativa por Alemania en dos lands. Sin contar con los políticos que han ocupado lugares de responsabilidad en los países nórdicos o el mismo presidente norteamericano Donald Trump, representante de la corriente nacionalpopulista del Partido Republicano. De esta tendencia global, el catalanismo no se ha podido abstraer.
¿Ha tardado más en aflorar por algún motivo en concreto?
"El catalanismo no se ha podido abstraer de la tendencia global del ascenso de la extrema derecha"
Sobre todo porque no existía una líder carismática como Sílvia Orriols. En su momento apareció Josep Anglada, el líder visible de la Plataforma per Catalunya, pero no tenía la ascendencia de Orriols, a quien el ideólogo de Aliança Catalana, Jordi Aragonès, y cinco personas más visitaron en Ripoll para convencerla que encabezara el proyecto.
¿Que en Catalunya domine un sustrato de raíz antifranquista también ha podido retardar su aparición?
Más bien, ha sido la razón por la cual Aliança Catalana no tiene el carácter arcaico de Vox, que, en línea con Fidesz, el partido del primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, es muy conservador en el terreno moral, hasta el punto de posicionarse contra el aborto, la eutanasia o la comunidad LGTBI+. En cambio, Orriols tiene más similitudes a Geert Wilders, de Holanda, o los partidos nacionalpopulistas escandinavos. A la postre, coloca la bandera LGTBI en el consistorio y se inclina por no modificar la Ley del aborto, además de declararse antifranquista.
También defiende las bases del Estado del bienestar...
Sí, de entrada lo quiere mantener pero aplicando la preferencia nacional y el nativismo; es decir, reservándolo solo para quien considera catalanes auténticos, excluyendo de las presentaciones públicas y los derechos sociales a las personas migrantes.
¿Qué otros aspectos configuran su corpus ideológico?
Ha sabido elaborar un discurso formado por lo que denomino la Trilogía de Ripoll. Por un lado, un independentismo ligado al mítico origen de la nación catalana en Ripoll, recordando, ahora que se conmemora el milenario de Montserrat, que monjes de este municipio se instalaron allá. En segundo lugar, el hecho que los autores de los atentados yihadistas de Barcelona y Cambrils en agosto de 2017 eran de Ripoll, ante el cual se ha presentado como la principal avalista en orden a combatir el islamismo radical; y para acabar, la circunstancia que su partido nace en Ripoll.
¿Aspira a encarar la Catalunya que conserva sus esencias?
"Aliança se centra en elementos vinculados a las tradiciones, cosa que la conecta con un tipo de pujolismo llevado al extremo"
Sí, pero poco dice de los artistas o escritores. Se centra sobre todo en las ferias, las sardanas y otros elementos vinculados a las tradiciones, cosa que la conecta con un tipo de pujolismo llevado al extremo. De alguna manera, viene a encarnar el Daniel Cardona del siglo XXI, en la medida que, como el cofundador de Estat Català y Bandera Negra, es cristiana, alcalde y, también como él, se opuso al Estatut de la época y creó una revista que se decía L'Intransigent. Intenta emularlo y lo hace con un ademán nada teatral, sino directo y próximo.
¿Podríamos convenir que su discurso gravita en torno a un enemigo (la inmigración y la población de origen musulmana), al cual hace responsable de poner en riesgo la identidad, la seguridad y el bienestar?
Este es su recetario, que curiosamente tiene a dos figuras antagónicas que el nacionalpopulismo ha sabido juntar. Uno es el jurista y activista nazi Carl Shmitt, que establece la dicotomía del amigo frente a un enemigo a quien se tiene que destruir. En el caso de Aliança Catalana, es la inmigración y la comunidad musulmana, de aquí su mensaje xenófobo y islamófobo. Y el otro es Antonio Gramsci, del cual coge el concepto de hegemonía cultural, tal como ha hecho el asesor de Donald Trump, Steve Bannon, para llamar a lograr la hegemonía cultural frente a este enemigo.
A raíz de las últimas elecciones, varias fuerzas aplicaron un cordón democrático a Aliança Catalana. ¿Considera positiva esta medida o, por el contrario, puede haberle servido a Orriols para ganar más referencialidad?
Ha sido así. Cuando ERC, los Comuns y la CUP arremetieron en campaña pensando que, de este modo, perjudicarían a Junts a las urnas, le estaban haciendo propaganda. De hecho, la misma Orriols, Jordi Aragonès y Oriol Gès, los tres máximos dirigentes de Aliança Catalana, me han admitido que el partido no habría entrado en el Parlament si no lo hubieran puesto en la palestra. Y lo mismo ha pasado ahora, cosa que ella lo utiliza para aparecer en las redes como la única voz que se atreve a denunciar el islamismo radical.
¿A todo esto, qué papel tienen que jugar los medios de comunicación?
"Hay que ser claros y no etiquetar a Aliança de fascista, pero sí que es una formación nacionalpopulista, la manera con que hoy la extrema derecha se presenta"
Los medios no pueden silenciar ninguna realidad, tampoco esta. Y si se oculta, al final la gente lo encuentra en las redes sociales. A la postre, Orriols ganó la alcaldía de Ripoll gracias a la utilización del Whatsapp y ha entrado en el Parlament exprimiendo X (antiguamente Twitter). En mi opinión, la clave es que ofrezcan una información responsable; y esto significa presentar este fenómeno de forma crítica y contextualizada, no descalificadora.
¿Se corre el riesgo de simplificar el mensaje y que no sea entendedor?
Distingo criticar de descalificar, porque atribuir a Aliança Catalana la condición de "fascista", supone ignorar qué fue el fascismo clásico. Ni Sílvia Orriols ha cometido un genocidio, ni ha creado un sistema político como el Tercer Reich, ni es una líder hitleriana, ni cuenta con una organización paramilitar, ni tampoco ha escrito un libro como Mein Kampf. Hay que ser claros y no etiquetarla de fascista o neonazi, como son Combat 18 o Hogar Social, pero también ser claros para afirmar que estamos ante una formación nacionalpopulista, la manera con que la extrema derecha se presenta hoy en día.
¿Se trata, pues, de desmontar sus discursos uno por uno?
“Ante el abandono que sienten muchas familias cuando no llegan todas las ayudas, lo que hace falta son políticas públicas”
La tarea de los medios es explicar de forma pedagógica que es Aliança Catalana, mientras que los políticos, en lugar de rebatirle las proclamas, se tendrían que dedicar a elaborar políticas públicas. Y esto compran medidas en seguridad urbana que erradiquen la delincuencia o mejorar los resultados educativos para revertir los datos que publica el informe PISA. Insisto: ante el abandono que sienten muchas familias cuando no llegan todas las ayudas, lo que hace falta son políticas públicas, porque, en caso de no hacerlo, triunfarán las tesis chovinistas de Sílvia Orriols, lo cual supondría romper los consensos básicos de Europa en torno al estado del bienestar.
¿Te ha resultado interesante esta noticia?
Comentarios
<% if(canWriteComments) { %> <% } %>Comentarios:
<% if(_.allKeys(comments).length > 0) { %> <% _.each(comments, function(comment) { %>-
<% if(comment.user.image) { %>
<% } else { %>
<%= comment.user.firstLetter %>
<% } %>
<%= comment.user.username %>
<%= comment.published %>
<%= comment.dateTime %>
<%= comment.text %>
Responder
<% if(_.allKeys(comment.children.models).length > 0) { %>
<% }); %>
<% } else { %>
- No hay comentarios para esta noticia.
<% } %>
Mostrar más comentarios<% _.each(comment.children.models, function(children) { %> <% children = children.toJSON() %>-
<% if(children.user.image) { %>
<% } else { %>
<%= children.user.firstLetter %>
<% } %>
<% if(children.parent.id != comment.id) { %>
en respuesta a <%= children.parent.username %>
<% } %>
<%= children.user.username %>
<%= children.published %>
<%= children.dateTime %>
<%= children.text %>
Responder
<% }); %>
<% } %> <% if(canWriteComments) { %> <% } %>