Este artículo se publicó hace 9 años.
Villarejo tendió una red al servicio de Interior para actuar contra la familia Pujol
Es el 'espía' que aporta la información a la UDEF, su abogado asistió a los dos testigos principales y su asociación es una de las acusaciones populares en el procedimiento.
Patricia López
-Actualizado a
MADRID.- La Operación Hades que la UDEF ha desarrollado contra la familia Pujol Ferrusola se gestó hace tres años. Era 2012 y la cúpula de la Policía recién renovada tras las elecciones estaba pletórica. Se creó un grupo de afines, personas de confianza del presidente Mariano Rajoy, del ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, y del director general de la Policía, Ignacio Cosidó.
El director adjunto operativo, el comisario Eugenio Pino, reúne a estos comisarios entre los que se encuentran su adscrito, el comisario José Villarejo; el jefe de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF), José Luis Olivera; y el responsable de Asuntos Internos, Marcelino Martín Blas. El presidente de la Generalitat de Catalunya, Artur Mas, ha decidido iniciar el proceso soberanista después de que el PSOE diera alas al estatut y el Gobierno ha mandado actuar.
Todos saben que no era difícil sacar un trapo sucio a Jordi Pujol, pero es peligroso. Como lleva años contando el financiero caído en desgracia Javier de la Rosa tanto el PP como el PSOE o el rey Juan Carlos han recibido dinero de una misma mano. La suya. Los comisarios se reparten los papeles. José Villarejo hará de espía, utilizando sus identidades ficticias, para contactar con las fuentes. Martín Blas y Olivera subirán a hablar con los fiscales catalanes para convencerles de que hay que actuar. No hay denunciante, así que habrá que hacerlo de oficio.
Como desveló ayer Público en una conversación entre el comisario Villarejo y Javier de la Rosa, el “agente encubierto” se acerca al financiero en el peor momento de su vida. Está desesperado, la jueza tiene que firmar su libertad provisional, no tiene dinero ni amigos. Aparece en su vida el abogado Manuel Villar, que asegura ser un enviado del Centro Nacional de Inteligencia (CNI). Le dice que los espías han acudido en su ayuda y De la Rosa deja a un lado la lealtad que durante años tuvo para con los Pujol y acepta el acuerdo: le dará toda la información que tiene sobre el expresident a cambio de que le solucionen su problemas, incluidos los económicos.
Pero no sólo le da eso. También le da la información concreta sobre su jefe el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, quien durante su etapa como secretario general del Partido Popular en Catalunya recibió dinero del propio Jordi Pujol. Así de claro se lo contó a Villarejo y lo volvió a repetir en un encuentro con el pequeño Nicolás en 2014, en la terraza del hotel Meliá Castilla.
Javier de la Rosa menciona un nombre clave, Arturo Fasana, el custodio de la cuenta Soleado que oculta a centenares de españoles célebres que tienen millones en Suiza. Según le contó De la Rosa al pequeño Nicolás, sólo del rey Juan Carlos habría 200 millones. Villarejo sabe perfectamente quién es Fasana y la cuenta Soleado. Se ha encontrado con él en otro caso, la trama Gürtel. Es más, fue él quien le puso la trampa para que la UDEF pudiera detenerlo en el aeropuerto de Barajas.
No es la única información que llega que podría hacer más daño que beneficio para los fines que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, le ha encomendado al ministro Jorge Fernández Díaz. Los investigadores también han contactado con personas que relatan asuntos turbios de su hermano, Alberto Fernández Díaz, a quien hacía tiempo se le había relacionado con dos clubes de alterne catalanes, Saratoga y Riviera, aunque nunca se demostró nada.
Hay otra información que resulta interesante. Lleva guardada en un cajón (o varios) dos años, desde 2010, en concreto en el de la agencia de detectives Método 3 de Francisco Marco. Es la conversación que mantienen en el restaurante La Camarga entre la sucesora de Fernández Díaz en el PP catalán, Alicia Sánchez Camacho, y la ex novia de Jordi Pujol Ferrusola, Victoria Álvarez.
En Método 3 estuvo trabajando un expolicía de la cuerda del comisario Villarejo, Antonio Giménez Raso, quien casualmente en la actualidad trabaja en su empresa Cenyt. Giménez Raso, que fue procesado por narcotráfico y el Supremo le absolvió, es socio también de Scola Iuris, una empresa de máster y cursos de formación de derecho por la que pasan, previo pago, jueces y fiscales de diferentes audiencias provinciales, la Audiencia Nacional o el Tribunal Supremo.
Según indican diferentes fuentes a Público, hace falta oficializar esa grabación. Fue encargada a la agencia por el ex secretario de organización del PSC, José Zaragoza, pero “compinchado” con la comensal Sánchez Camacho. La única que no sabía nada era Victoria Álvarez, como ha reconocido ella misma; sin embargo, había viajado con Jordi Pujol Ferrusola a Andorra, a Londres y a diferentes países de Latinoamérica y sabe dónde y cómo guardan su dinero los Pujol.
Villarejo se pone en contacto con ella utilizando también una tapadera. Dice que es el periodista Javier Hidalgo, colaborador del periódico El Mundo y del CNI, según aseguran diferentes fuentes a Público. Es él quien la informa de que existe esa grabación y ella lo corrobora con los periodistas Eduardo Inda y Esteban Urrieztieta, como aseguran diferentes fuentes a Público. Victoria Álvarez se siente traicionada por Alicia Sánchez Camacho, ella que era del PP, amiga de Jorge Moragas y de Alberto Fernández Díaz desde la juventud. Así que confía tanto en Villarejo que incluso se van juntos de viaje a buscar la oficina del testaferro hindú del hijo mayor del ex presidente autonómico catalán, Herbert Rainford Towning.
Todo esto ocurre en diciembre de 2012. Pocos meses después, en febrero de 2013, la policía interviene la agencia de detectives Método 3. Según declaró su director, Paco Marco, en la comisión de investigación del Parlament este año, “necesitaban que la grabación de La Camarga fuera ilegal para que el testimonio de Victoria Álvarez ante la UDEF fuera nuevo”.
El siguiente paso es que tanto Javier de la Rosa como Victoria Álvarez pasen por la UDEF y dejen de ser fuentes para pasar a ser testigos. La ex de Pujol Ferrusola está entregada a la causa, la ruptura le ha traído problemas económicos en sus negocios. El financiero es otro cantar. Ha firmado con el despacho de Manuel Villar, la identidad ficticia de Villarejo, para que este le arregle sus problemas económicos, mediáticos y judiciales. En diciembre de 2012 Javier de la Rosa se entera que la juez Coro Cillán le va a llamar a declarar por la denuncia que ha puesto por amenazas contra Jordi Pujol, y que esta se lo ha filtrado a El Mundo.
Como se puede comprobar en el audio al que Público ha tenido acceso, Villarejo le garantiza que parará la información de El Mundo, un medio que era recurrente en los casos del comisario, y también que la jueza se llevará un tirón por parte del decano. Fuentes judiciales aseguran que “el comisario tiene buena mano en ese mundo a través de la empresa Schola Iuris, por la que pasan la mayoría de las personas que toman decisiones clave en los procesos judiciales”. Esta empresa también fue denunciada por el fiscal Carlos Jiménez Villarejo debido a sus dudosas prácticas.
Esa conversación entre el financiero y Villarejo se mantiene el 10 de diciembre de 2012. Tres días después, Victoria Álvarez está en Madrid declarando ante la UDEF en la Comisaría General de Policía Judicial, acompañada del abogado que le pone el “agente encubierto”, Rafael Redondo. Este es socio del comisario Villarejo en la vida real y, por ejemplo, es el secretario general de la asociación que acabará siendo una de las acusaciones populares en el caso Pujol –y en el del pequeño Nicolás–, Transparencia y Justicia.
Rafael Redondo también acompaña a Villarejo a su declaración ante la UDEF, pero este no es tan devoto. Aunque en la Policía cuenta todo lo que le ha dicho al comisario hay un problema entre ambos, según le relata al pequeño Nicolás: Villarejo no le pagó parte del dinero que le había dicho que le daría.
En ese momento se produce una jugada que tiene como desencadenante que De la Rosa no se ratificará ante el juez Ruz cuando es llamado a declarar a principios de 2013. Alguien hace llegar a los periodistas de El Mundo Inda y Urrieztieta un borrador del informe de los Pujol que la Dirección General de la Policía dice no reconocer como suyo. Una de las condiciones que le había puesto el delator de los Pujol era que no aparecer en los medios, así que cuando le llama a declarar el extitular del juzgado de instrucción número 5 de la Audiencia Nacional, Pablo Ruz, este no se ratifica en su testimonio ante la policía.
El informe tenía su miga. Por ejemplo hablaban de la bruja Adelina de la que era supuestamente cliente Jordi Pujol. Pablo Ruz, que se había liado la manta a la cabeza con la operación Gürtel, no ve nada claro ni el informe de la UDEF ni el testimonio de Victoria Álvarez. Sin embargo, sigue pidiendo diligencias y comisiones rogatorias.
La UDEF no le da nada sólido aunque Villarejo sigue acumulando información sobre los Pujol. Nada ocurre cuando se detecta a uno de los hijos de Jordi Pujol cruzando la frontera de Uruguay con una furgoneta llena de dinero. Nada ocurre cuando Pujol Jr. viaja a diferentes países, incluidos paraísos fiscales, mientras se instruye la causa.
No es sólo Ruz. La Fiscalía Anticorrupción tampoco lo ve claro y, además, Villarejo no aprecia al fiscal José Grinda. En el último año, el policía le ha metido en una conspiración contra él en la que también participaría el CNI, la comisión judicial del caso Nicolás y periodistas que ha sido tumbada por la Justicia.
Ha tenido que cambiar el jefe de la UDEF, dejar a Villarejo en un segundo plano y llegar la comisión rogatoria de Andorra para que el actual juez de instrucción, José de la Mata, y el fiscal Grinda vean pruebas tangibles para poder registrar las casas de la familia Pujol Ferrusola y también llamarles a declarar.
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