Este artículo se publicó hace 3 años.
El Vaticano recibió 220 denuncias sobre abusos sexuales en el seno de la Iglesia española durante los últimos 20 años
La Conferencia Episcopal reivindica su actuación ante esos casos. Admite además sus "preocupantes discrepancias" con el Gobierno frente a distintas leyes, entre las que citan las relativas al derecho a una muerte digna o la reforma educativa.
Bilbao--Actualizado a
El cierre de la asamblea plenaria de la Conferencia Episcopal Española (CEE) ha traído cifras hasta ahora inéditas sobre los abusos sexuales en la Iglesia o, al menos, sobre las denuncias que llegaron a Roma durante los últimos 20 años. Según ha anunciado el secretario general de los obispos, Luis Argüello, durante esas dos décadas se registraron 220 casos, de los cuales 69 continúan abiertos.
Los datos proporcionados por Argüello llegaron esta misma semana desde la Congregación para la Doctrina de la Fe del Vaticano, encargada de estudiar los casos de abusos que afectan a sacerdotes.
Tras destacar que en eses mismo periodo "han ejercido en España el ministerio 31.000 sacerdotes", el secretario general de la CEE subrayó que se abrieron procedimientos contra 220 religiosos. 144 pertenecían al clero secular (el conjunto de sacerdotes y diáconos que no realizan votos monásticos) y 76 al clero regular (aquellos que son miembros de una orden religiosa).
De los 144 casos del clero secular, 101 "han sido resueltos" y otros 43 permanecen abiertos, mientras que en el ámbito del clero regular hay 50 expedientes resueltos y 26 siguen abiertos. El secretario de los obispos dijo además que en ese mismo periodo hubo 220.000 en España registradas ante la Fiscalía.
Tras defender el papel actual de la Iglesia española ante los abusos, Argüello ha hecho autocrítica. "En algún tiempo de este camino hemos podido caminar demasiado despacio, en otra época quizás mirar para otro lado y decir los trapos sucios se lavan en casa", afirmó. "Cualquier dato de víctima es un rostro. Cualquier dato de persona que ha cometido esos abusos es grave", añadió después, al tiempo que indicó que, de momento, la Iglesia no contempla abrir ningún tipo de investigación.
El representante de los obispos ofreció estos datos tras ser preguntado por los medios de comunicación sobre la polémica abierta esta misma semana con la ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, quien durante el debate sobre la ley de protección a la infancia había señalado que "la Iglesia católica ha sido cómplice demasiadas veces con la violencia sexual hacia los niños". En esa línea, Argüello dijo que se trató de una "acusación grave", al tiempo que calificó como "doloroso" e "injusto" que se ponga " todo el foco en la Iglesia".
Testamento vital
Durante la asamblea de esta semana, la Conferencia Episcopal aprobó la creación de un servicio de asesoramiento para las oficinas diocesanas para la protección de los menores y la prevención de abusos. "Este servicio de comunión y ayuda se presta a las oficinas diocesanas creadas en toda España para apoyar sus trabajos en las diversas áreas de su actividad. Se estará también a disposición de las oficinas creadas por las congregaciones religiosas", señaló la CEE en un comunicado.
Del mismo modo, los obispos han aprobado un nuevo "testamento vital", mediante el cual plantean a sus fieles que dejen sentado por escrito su oposición a la ley de eutanasia, uno de los temas que enfrenta a la Iglesia con el Gobierno. La CEE lanzará precisamente una campaña para difundir esta iniciativa "en defensa de la vida".
Según avanzaron, quienes firmen ese texto manifestarán su deseo de que "si llegara a padecer una enfermedad grave e incurable o a sufrir un padecimiento grave, crónico e imposibilitante o cualquier otra situación crítica" se le administren "los cuidados básicos y los tratamientos adecuados para paliar el dolor y el sufrimiento" en lugar de "la prestación de ayuda a morir en ninguna de sus formas, sea la eutanasia o el 'suicidio médicamente asistido', ni que se me prolongue abusiva e irracionalmente mi proceso de muerte".
En ese contexto, el secretario general de la CEE admitió además que las relaciones con el gobierno son de "preocupante discrepancia", principalmente en lo relativo a la ley de eutanasia o la reforma educativa. "En los asuntos de iniciativa legislativa nos hubiese gustado hablar más y dejar clara nuestra opinión", afirmó, al tiempo que mencionó entre otros asuntos, la reforma educativa, los derechos para las personas transexuales o el aborto. En esos ámbitos, afirmó, las relaciones con el gobierno "son de desencuentro".
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