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La ultraderecha Vox se alía con el legado de Pinochet en Chile

Los de Abascal se reunieron hace una semana con representantes de Acción Republicana, partido ultraconservador chileno con el que comparte la prohibición del aborto o la defensa de la "familia" como institución central de la sociedad.

El dictador Augusto Pinochet. REUTERS

Dios, patria y familia, "sin complejos". Estos principios vertebran a la ultraderecha a lo largo y ancho del continente europeo, pero los lazos de los movimientos que lo representan van mucho más allá de estos países. Ejemplos como el de Bolsonaro en Brasil dejan más que clara la existencia de fuerzas políticas ultraconservadoras en América Latina, pero lo que no es tan relevante son los movimientos de éstas por compartir experiencias, aunar estrategias y reforzar discursos con los partidos europeos, y viceversa.

Vox tiene aliados al otro lado del charco. Ya los tenía en Europa, cuando Santiago Abascal visitó a la líder del Frente Nacional, Marine Le Pen, en la ciudad francesa de Perpiñán. "Constatamos las coincidencias con el Frente Nacional en tres puntos clave: defensa de la soberanía nacional, la protección de la identidad cristiana de Europa y la reacción frente a la dictadura de la corrección política", afirmaron desde el partido ultraderechista, mientras su presidente proclamaba que su viaje a Francia le había hecho pensar en el "mundialismo salvaje que trata de imponer sociedades multiculturales". 

La ultraderecha española también visita a sus aliados en América Latina. La semana pasada estuvo en Chile y, aunque esta vez Abascal no se desplazó, Vox envió a algunos de sus representantes para comprobar la buena sintonía con Acción Republicana, formación política ultraconservadora que, cada día, araña puntos progresivamente en las encuestas (aunque las presidenciales chilenas no se celebrarán, en principio, hasta el año 2022).

Según avanzó el diario El Mercurio, representantes de Vox y de Acción Republicana se reunieron en Santiago de Chile hace una semana para "establecer alianzas para el futuro". En el encuentro no estuvo presente Abascal, pero sí el líder del partido chileno, José Antonio Kast. En representación de la formación española acudió Javier García, miembro del Consejo Político de Vox, órgano fundamentalmente consultivo que orienta, estudia y propone al Comité Ejecutivo Nacional sobre aquellas materias de especial interés en cada caso.

Tras la reunión, Kast mostró su satisfacción y alabó el discurso de la ultraderecha española, que aseguró compartir. "No sólo en Chile, sino en todo el mundo, las personas están buscando alternativas que representen el sentido común y rechazan el avance de la izquierda radical. Vox representa el cambio en España y compartimos varias de las propuestas que ellos tienen y defienden. Para nosotros es fundamental analizar las experiencias extranjeras y ver de qué manera podemos aplicar eso en Chile", manifestó.

Estos principios compartidos no son otros que los ya enunciados. Los ejes que vertebran la estrategia de Acción Republicana hacen resonar de nuevo la consigna de "Dios, patria y familia". El partido de Kast se autodefine como "un movimiento que cree en Dios, en la sociedad y que promueve la familia. El Estado debe garantizar y respetar la autonomía de las sociedades intermedias y, en especial, proteger y promover la familia, el núcleo fundamental de la sociedad".

Patria y orden sin complejos

Al igual que Vox, el partido chileno sitúa a la familia en el eje de la organización de una sociedad, como el ámbito, si no exclusivo, superior, donde se desarrollan todas las pautas y conductas que atañen a las relaciones sociales en todos sus ámbitos (desde los usos y costumbres hasta la sexualidad). En España Vox defiende la "institución de la familia" desde la perspectiva del respeto a la "libertad" de los padres a educar a sus hijos en unos valores y, como consecuencia, a aislarlos del resto.

El ataque de la líder de Vox en Madrid, Rocío Monasterio, a los talleres LGTBI de los colegios madrileños es buena prueba de ello: "En Madrid se aprobó una ley que permite que los talleres de LGTBI, de transexuales, vayan al colegio de nuestros niños y que con ocho años le digan a nuestras hijas que prueben a ser chicos, y a nuestros niños que prueben a ser chicas. ¿Qué respeto es este a los valores de los padres madrileños? ¿Por qué no pueden respetar que hemos elegido un colegio por unos valores?", afirmó.

Es recurrente en Acción republicana la defensa de la patria, "desde el orgullo de su historia, de sus tradiciones y de sus valores", que se mezcla en sus principios identitarios con conceptos como "nación civilizada", "orden", "responsabilidad" e "institucionalidad". Pero si algo comparte con Vox (y también con otras formaciones ultraderechistas europeas) es la denuncia de lo que llaman "la dictadura de la corrección política", que tratan de combatir, según aseguran, con un discurso "sin complejos".

Si para Abascal los partidos conservadores en España son la "derechita cobarde", Kast arremete en Chile contra la "derecha light", encarnada en Juan Sebastián Piñera, presidente del país andino.

"Si Pinochet estuviera vivo, votaría por mí"

Pero los principios por los que se define el partido no son la única cuestión que suscita polémica en Chile. Los postulados que defiende Acción Republicana se mezclan en el imaginario con una  cierta ambigüedad sobre Pinochet que se decanta a favor del dictador con las declaraciones de sus dirigentes. En una entrevista radiofónica en ADN, Kast defendió que no era "admirador" del dictador, pero sí de las "cosas buenas" de la dictadura. "Yo no soy un admirador del general Pinochet, yo soy una persona que defiende el gobierno militar y las buenas cosas que hicieron y hago una distinción con las cosas malas".

En otra entrevista en la radio, el líder de la formación chilena aseguró que si el dictador estuviera vivo votaría por él y defendió la "calidad" de los 17 años de dictadura en Chile frente al gobierno de Piñera (en la legislatura 2010-2014): "Si Pinochet estuviera vivo, votaría por mí. Creo que Pinochet se pegó un salto cualitativo para que alguien como Sebastián Piñera pudiera desarrollar un programa, separando el tema de los derechos humanos, el gobierno de Pinochet para el desarrollo del país fue mejor que el de Sebastián Piñera".

En las redes chilenas se hizo viral un vídeo de Kast en su juventud defendiendo el "Sí" a la dictadura en el referéndum que derrocó a Pinochet. "En mi calidad de estudiante universitario y convencido de que la obra del gobierno, va en directo beneficio de todos nosotros, los jóvenes. La responsabilidad de nuestro país recae en nosotros, los jóvenes", aseguró.

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