El Ministerio de Trabajo y los agentes sociales no tienen todavía un acuerdo para acometer la reducción de la jornada laboral, pero tras reactivar la mesa de negociación (después del parón estival) se ha producido algún cambio.

Este foro se mantiene abierto desde hace meses, y el Gobierno, los principales sindicatos y las patronales han compartido muchas horas en el mismo, aunque sin un resultado claro. Tanto desde las organizaciones sindicales como desde Trabajo se ha señalado en varias ocasiones a la CEOE por involucrarse poco en la negociación; de hecho, los de Antonio Garamendi no han realizado todavía ninguna propuesta por escrito.

Desde el departamento dirigido por Yolanda Díaz se llegó a decir incluso que la patronal estaba poniendo en cuestión el propio elemento definidor de la mesa de diálogo, es decir, oponiéndose a la reducción de la jornada, más allá de sus reservas acerca de elementos técnicos como los plazos para implementarla o el diseño del nuevo registro horario.

Sin embargo, tras la reunión de este lunes, el empresariado parece estar quedándose sin margen a la hora de continuar dilatando la mesa, que no ha cerrado todavía un acuerdo precisamente por los esfuerzos del resto de interlocutores por sumar a la patronal (los sindicatos ya han dado su visto bueno al documento elaborado por Trabajo).

El departamento dirigido por Díaz ha llevado una propuesta a la mesa que enterraría la última preocupación esgrimida por los representantes de los empresarios, que defendieron que reducir la jornada a 37,5 horas en 2025 (el compromiso rubricado entre el PSOE y Sumar en el acuerdo de Gobierno), podría perjudicar a las pequeñas empresas con pocos recursos para abordar esta modificación.

Bonificar nuevas contrataciones en pequeños negocios

La propuesta de Trabajo consiste en aprobar un plan de acompañamiento integral (bautizado como Plan PYME 375) cuya medida más destacada es la bonificación de las nuevas contrataciones indefinidas para las pequeñas empresas que se vean obligadas a cubrir con nuevos trabajadores los "espacios" que pueda provocar una reducción de jornada.

Desde el Ministerio explican que la reducción de la jornada por sí misma no implica que haya descubiertos en los turnos laborales, pues una de las consecuencias que se quiere provocar con las 37,5 horas semanales es el aumento de la productividad en las empresas (que puedan acometer el mismo volumen de trabajo en menos horas, o, en otro sentido, que eliminen el exceso de jornada en el que muchas veces no se produce).

Sin embargo, también defienden que es prioritario que "esta modificación llegue a la pequeña y a la mediana empresa. Los empleados públicos, los empleados de la banca y otros sectores ya tienen jornadas de 37,5 horas a la semana; el objetivo es que esto llegue a todos los sectores y a empresas de todos los tamaños, que todo el mundo lo disfrute en igualdad de condiciones y con la flexibilidad necesaria para mejorar la calidad de la vida de los trabajadores y la productividad y la eficiencia en las empresas", aseguran.

De ahí el despliegue del Plan PYME 375, que también recoge la posibilidad de que la red de centros públicos de orientación para el empleo puedan ayudar, acompañar y formar a aquellas empresas en el tránsito hacia la nueva jornada laboral que el Gobierno pretende implementar. 

Desde los sindicatos recuerdan que la patronal ha puesto más de una reserva durante la negociación en diferentes ámbitos. "Primero", recuerdan desde UGT, "dijeron que la reducción de la jornada afectaría a la negociación colectiva, y las organizaciones sindicales nos abrimos a estudiar fórmulas para flexibilizar la aplicación de los convenios".

Las reservas de la patronal 

"Después", prosiguen desde el sindicato, "dijeron que las empresas pequeñas se verían perjudicadas, pero ahora tenemos encima de la mesa el Plan PYME 375 y la posibilidad de que la Administración bonifique nuevas contrataciones en estas empresas más pequeñas. El tiempo se está agotando y la patronal se tiene que posicionar ya", trasladan.

Desde Comisiones Obreras advierten de que la CEOE "sigue negando el objetivo de reducir la jornada. Sabemos de la importancia que tiene el acuerdo tripartito y por eso estamos abiertos a la negociación de medidas de flexibilidad, pero esta negociación debe partir de un punto: que la patronal acepte el horizonte y defina su posición", avisan.

En este sentido, ambas organizaciones sindicales han avanzado que mantienen su calendario de movilizaciones, a partir de la segunda quincena de septiembre, para presionar tanto a la patronal para que se sume al acuerdo en la mesa de diálogo, como a los grupos parlamentarios del Congreso que se oponen a reducir la jornada.

Desde Trabajo recuerdan que recientemente la Cámara Baja respaldó por mayoría una proposición sobre esta cuestión. En concreto, se trata de una proposición no de ley que Sumar llevó al Congreso en febrero para defender la reducción de la jornada y que obtuvo 169 votos a favor (el PP y Junts se abstuvieron, mientras que Vox y UPN votaron en contra).

Trabajo ha convocado a los agentes sociales a una nueva reunión el 19 de septiembre para seguir negociando y, según explicó Pérez Rey, todas las partes han mostrado una actitud "constructiva" y se han comprometido a estudiar la propuesta que el Ministerio puso este lunes encima de la mesa.