Este artículo se publicó hace 7 años.
Terrorismo yihadistaEl CNI contactó con el imán de Ripoll cuando estaba en prisión condenado por narcotráfico
El cerebro de los sangrientos atentados en Las Ramblas y Cambrils había alegado que fueron yihadistas los que le convencieron de que transportase el alijo de droga con el fue capturado, motivo por el cual tanto los servicios secretos como otras fuerzas de
Madrid--Actualizado a
El Centro Nacional de Inteligencia (CNI) ha admitido que se puso en contacto con el imán de Ripoll (Girona), Abdelbaki Es Satty –considerado el cerebro de los atentados de Las Ramblas y Cambrils el pasado agosto– cuando cumplía en 2014 una condena en la prisión de Castellón por tráfico de drogas.
El motivo, según explicaron a Público fuentes cercanas a los servicios secretos, es que el religioso islamista había alegado en su defensa que fue obligado a transportar el alijo de drogas con el que fue capturado por militantes yihadistas.
Según las fuentes consultadas por este diario, no sólo fue el CNI el que contactó con Es Satty, sino también otras fuerzas de seguridad del Estado, ya que siempre se sigue ese protocolo con los que declaren haber hablado o tenido relaciones con terroristas yihadistas. El imán falleció en la explosión de la casa de Alcanar en la noche del 16 de agosto, horas antes de que los yihadistas atentaran en Las Ramblas –y un día más tarde en el paseo marítimo de Cambrils–, hace hoy tres meses.
Igualmente, fuentes del CNI han explicado a Europa Press que los servicios de inteligencia contactaron con Es Satty aunque en ningún caso fue un confidente. El contacto se produjo en 2014, cuando cumplía condena en la cárcel de Castellón, "siguiendo los protocolos y como hacen todas las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado".
Años antes de los atentados, el nombre de Es Satty aparecía en sumarios juiciciales relacionado con terroristas yihadistas e incluso llegó a tener el teléfono 'pinchado'
Años antes de los atentados, su nombre ya aparecía en sumarios judiciales por su presunta relación con terroristas yihadistas, con los que incluso compartió piso durante un tiempo. El diario El País aseguró el 20 de agosto que el imán de Ripoll conoció en su paso por prisión a Rachid Aglif, alias El Conejo, uno de los de los miembros de la célula responsable del atentado del 11-M.
Pero, además, el imán llegó a tener el teléfono pinchado incluso muchos años antes: la Comisaría General de Información sostuvo en 2005 que Es Satty estaba vinculado con dos organizaciones terroristas integradas en la red de Al Qaeda (Ansar Al Islam y el Grupo Islámico Combatiente Marroquí), por lo que solicitó la intervención de su teléfono al juez Fernando Grande-Marlaska (actual presidente de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional), quien la autorizó. Es decir, la Policía Nacional sabía desde 12 años antes que el imán Satty tenía inclinaciones yihadistas, pero no advirtió de ello a los Mossos pese a que residía permanentemente en Catalunya.
Tras difundirse la noticia de los contactos de Es Satty con los servicios secretos, tres años antes de los atentados en Catalunya, el cesado president de la Generalitat, Carles Puigdemont, afirmó desde Bruselas que ese hecho es "extremadamente grave". Diversas fuentes consultadas anteriormente por Público ya habían sugerido que el imán estuvo actuando hace años como confidente de la Policía, pero que el Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO), dirigido por José Luis Olivera, no compartió esa información con la policía autonómica catalana.
En cualquier caso, "una acumulación de antecedentes así tendría que haber llevado a mantener una vigilancia policial sobre él", aseguró a este diario un inspector de la Policía Nacional. "De hecho, no debe haber más de una decena de imanes en España con antecedentes similares, y lo normal es que sean vigilados". Unos antecedentes que los Mossos desconocían.
Es Satty fue condenado a cuatro años de cárcel en 2010 por tráfico de hachís y cumplió condena en 2014, fecha en la que fue puesto en libertad. El sospechoso de planear los últimos ataques terroristas en Catalunya fue sorprendido en 2010 en un ferri entre Ceuta y Algeciras con un cargamento de hachís, y acabó condenado por tráfico de drogas.
El juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu, que investiga los atentados, expuso en un auto que dos de los detenidos por su relación con la célula del 17-A señalaron a Es Satty, de 44 años, como "cerebro" de la célula. Tras la explosión del chalet de Alcanar que los terroristas habían ocupado, los investigadores encontraron varios billetes de avión a su nombre con destino a Bruselas.
Es Satty viajó a Bélgica y visitó una de las localidades conocidas como un nido de extremistas islamistas
En ese viaje, Es Satty visitó una de las localidades belgas conocidas como un nido de extremistas islamistas, por lo que incluso un mando policial belga se puso en contacto con uno de los jefes de los Mossos al que había conocido en una conferencia internacional. No obstante, al buscar su ficha policial los Mossos sólo encontraron su condena por narcotráfico.
En la casa de Alcanar apareció también su cartera con la documentación y un libro de color verde con su nombre en la primera página y donde se guardaba una hoja manuscrita con el texto: "Breve carta de los soldados del Estado Islámico en tierra de Al Ándalus".
Según el juez Andreu, los yihadistas de Barcelona y Cambrils habían acumulado cientos de kilos de material para fabricar explosivos para cometer "una acción terrorista de gran envergadura", lo que se frustró al estallar la mezcla que preparaban para llegar a fabricar una importante cantidad de TATP.
Fuentes jurídicas han señalado a Europa Press que, al menos por ahora, el juez Andreu no ha abierto ninguna pieza separada sobre el imán de Ripoll y que, como con el resto de integrantes de la célula, se está analizando toda su trayectoria hasta su muerte accidental en la explosión de la casa de Alcanar usada por los terroristas como laboratorio para fabricar explosivos. En la investigación participan los Mossos d'Esquadra, la Policía Nacional y la Guardia Civil.
El imán de Ripoll contaba en sus antecedentes con otra condena, además de la de tráfico de drogas. En 2006, el presunto inspirador de la célula terrorista fue condenado por dos delitos de lesiones y otro contra la Administración de Justicia que habría cometido en el País Vasco dos años antes.
Así consta en la sentencia dictada en marzo de 2015, a la que tuvo acceso Europa Press, en la que el juez de lo contencioso-administrativo número 2 de Castellón anuló la expulsión de Es Satty que había acordado la Subdelegación del Gobierno de Castellón en relación con la condena por drogas.
Se da la circunstancia de que la sentencia por lesiones no aparece reflejada en el acuerdo de expulsión. En dicho acuerdo se cita únicamente una sentencia firme dictada por tráfico de drogas por el Juzgado de lo Penal número 2 de Ceuta de febrero de 2012, por la que había sido condenado con 4 años y 1 mes de prisión en 2011.
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