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Telurio, cobalto y diversidad de especies marinas, la riqueza de las aguas canarias que España y Marruecos se disputan
El Gobierno anuncia la reunión de un grupo de trabajo por primera vez en 15 años para delimitar las fronteras marítimas entre el archipiélago y el país alauí, sin avisar al Frente Polisario.
Andrea Domínguez Torres
Santa Cruz De Tenerife--Actualizado a
No hay aún una fecha para que España y Marruecos debatan sobre la delimitación de sus aguas. Pero en las próximas semanas y por primera vez en 15 años un grupo de trabajo se reunirá para trazar un plan entre ambos territorios. Hasta el momento la falta de consenso ha llevado a dividir en dos partes iguales la franja marítima que separa las Islas Canarias del territorio marroquí. La ley de la mediana reparte el pastel a la mitad, pero el país alauí tensa la cuerda cada cierto tiempo para recordar al Gobierno español que tiene una deuda pendiente.
Por ser el territorio español más afectado con estas negociaciones, Canarias tendrá un hueco en la mesa. Así lo aseguró el ministro de Asuntos Exteriores del Gobierno de España, José Manuel Albares, hace seis días en el Senado. El Gobierno de Canarias también ha confirmado su presencia. "Fecha cerrada, que sepamos, no hay", explican fuentes de Presidencia del Ejecutivo canario. En esa misma línea se sitúa el Ministerio de Asuntos Exteriores español, que no apunta a que las reuniones sean esta semana. Quien parece no tener invitación es el Frente Polisario en Canarias, que no ha recibido ninguna información sobre estos encuentros.
A pesar de los anuncios por parte del Gobierno, no solo se desconoce cuándo, sino que tampoco se han hecho públicos los nombres de los cargos que actuarán en representación de las Islas en esta reunión bilateral. Este martes, Coalición Canaria, en la oposición del Ejecutivo regional, exigió al organismo dirigido por Ángel Víctor Torres (PSOE) "imponer ya en Madrid" a un portavoz de las islas.
Lo que sí que se conoce es qué hay en juego en esta reunión: la explotación de la riqueza marítima de la franja entre el Archipiélago y África.
Un punto geoestratégico
Un tercio de las especies marinas del mundo se concentran en este espacio del Océano Atlántico, cuenta Beatriz Ayala, técnica del programa de océanos del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés). A 75 kilómetros al noreste de Lanzarote, la isla más oriental de Canarias, se localiza el Banco de La Concepción, una montaña submarina en la que hay arrecifes vivos y cetáceos, entre otras especies. La pesca es uno de los puntos cruciales por los que España y Marruecos se han disputado las aguas durante décadas, pero no el único.
En la otra punta de la Comunidad Autónoma, a 250 millas de la isla de El Hierro, la más occidental del Archipiélago, está el Monte Tropic, uno de los yacimientos de telurio y cobalto más importantes del mundo. Este espacio marino esconde un yacimiento de 2.670 toneladas de telurio y otros minerales como el cobalto, el vanadio o el platino, según una investigación que el Centro Oceanográfico del Reino Unido realizó en colaboración con el Instituto Geológico y Minero de España (IGME). Este tipo de minerales son fundamentales para las energías renovables y una oportunidad de negocio para quien consiga hacerse con el derecho de explotación de la zona.
Canarias, Marruecos y el derecho internacional
El derecho internacional otorga 12 millas náuticas de extensión a cada Estado ribereño, es decir a cada Estado con costa. Cuando te das un chapuzón en el mar, coges el barco en un puerto o visitas un río estás en las aguas interiores del país. Esto quiere decir que ese mar en el que te bañas pertenece por ley a tu territorio, desde la orilla hasta extenderse por 12 millas náuticas. Al llegar a este tope se crea una línea imaginaria en el mar conocida como línea base. A partir de este punto comienza el tira y afloja entre España y Marruecos.
El Convenio de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (UNCLOS) recoge el derecho de los Estados ribereños a extender su territorio marítimo 200 millas más allá de la línea base. Desde el litoral del municipio de Tuineje en Fuerteventura hasta la ciudad marroquí de Tarfaya hay solo 100 kilómetros de distancia. Este es el punto más cercano entre el continente africano y Canarias, y sirve de ejemplo para demostrar la corta distancia que separa la jurisdicción europea del continente vecino. A partir de este punto, el espacio marítimo pasa a conocerse como Zona Económica Especial (ZEE). La exploración, explotación y la soberanía sobre los recursos naturales son algunos de los privilegios que ofrece ser propietario de una ZEE.
Entre Canarias, Marruecos y el Sáhara Occidental existe un problema: no hay espacio suficiente para ejercer la propiedad que otorga la ley internacional. Entonces la solución pasa por un acuerdo entre los Estados ribereños implicados. Hasta entonces, es la mediana, una línea imaginaria trazada a la mitad, la que diferencia qué es de cada quién. Si España y Marruecos no llegan a un acuerdo, entonces será una corte internacional la que se encargará de velar por un reparto equitativo de las aguas.
"El monte Tropic está más allá de las 200 millas contadas desde Canarias y de 200 millas desde el Sáhara Occidental", explica el catedrático en Derecho Constitucional de la Universidad de La Laguna, Vicente Jesús Navarro. Para poder enmarcarlo dentro de su espacio territorial, España solicitó a Naciones Unidas su extensión marítima hasta las 350 millas de su territorio marítimo al oeste de las islas de La Palma y El Hierro porque es hasta donde, en teoría, llega su plataforma continental. "Solamente la ONU lo reconocería si realmente hay plataforma continental de tipo geográfico, es decir, como continuidad de las Islas Canarias por debajo", específica Navarro.
Hasta el momento la ONU no se ha pronunciado por la petición de España sobre la expansión de su territorio marítimo hasta abarcar el Monte Tropic. La petición española implica acuerdos con los países vecinos, por el norte con el territorio de Portugal y por el sur con la aprobación del Sáhara Occidental. Por su parte, Marruecos ha prorrogado sus estudios propios hasta dentro de unos meses.
En esta misma franja, disputada por las especies marinas y los minerales, murieron en 2021 4.016 personas que trataban de llegar a Canarias en una embarcación precaria. Según los datos recabados por el colectivo Caminando Fronteras, el año más mortífero en este tramo. La inmigración es otro de los puntos a debatir entre el Gobierno de España y Marruecos en la gestión de las aguas.
El control del Sáhara Occidental, sin resolver
Los conflictos por la falta de consenso no han cesado. El último, cuando el país alauí anunció hace una semana el supuesto hallazgo de petróleo en las aguas marroquíes al este del Archipiélago. Otra, hace dos años cuando aprobó dos leyes unilaterales sobre el control de las aguas, apropiándose así de las costas pertenecientes al Sáhara Occidental y actuando en contra del derecho internacional.
Después de que España abandonó el Sáhara Occidental sin una solución democrática en 1978, el territorio quedó desprotegido. Hasta el momento, Naciones Unidas ha pedido la resolución del conflicto a través de la participación de los actores implicados y con un consenso bilateral. El control que el país de Mohammed VI ejerce sobre el Sáhara Occidental es de facto, pero no de iure. Esto quiere decir que es por hechos, pero no por derecho. El territorio terrestre, los minerales o el mar son tres de los espacios que el país alauí absorbe al pueblo saharaui.
Marruecos controla lo que sucede en la mayor parte del territorio del Sáhara Occidental, salvo una parte que controla el Frente Polisario y el resto que pertenece a Argelia, cuenta el catedrático de la Universidad de La Laguna. Ante las negociaciones de España con Marruecos, es importante "salvaguardar la situación del Sáhara Occidental a la espera de una resolución de Naciones Unidas", puntualiza el experto.
A pesar de que el derecho internacional no respalda la posición de Marruecos con respecto al Sáhara, tampoco hay medidas para limitarla. Aunque el país alauita ejerce el poder sobre el territorio saharaui, la delimitación de las aguas hispanomarroquíes no pueden incluir, por el momento, al Sáhara Occidental. El territorio está en una especie de limbo internacional a la espera de un proceso de descolonización en el que está inmerso desde hace más de 40 años.
Por el momento, para conocer la mano que controlará el telurio del Monte Tropic habrá que esperar a la resolución de Naciones Unidas. En cuanto a las costas saharauis, el representante del Frente Polisario en Canarias, Hamdi Mansour, confirma que no ha recibido una invitación a reunirse para delimitar las aguas de su pueblo.
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