Este artículo se publicó hace 6 años.
Elecciones 2-DSusana Díaz, al PP en el Senado: “Me han traido aquí porque hay elecciones"
El PP trata durante más de cinco horas de manchar la reputación de Díaz y de llevarla al fango de la corrupción
Sevilla--Actualizado a
El PP arrastró este jueves a la presidenta de la Junta, Susana Díaz, al fango de la corrupción en Andalucía. Obligó a la candidata a la reelección a acudir a una comisión de investigación en el Senado sobre financiación de partidos políticos, que ellos mismos abrieron y en la que solo ellos participan, además de Foro Asturias (el partido fundado por Francisco Álvarez Cascos, exsecretario general del PP).
Ellos se lo guisan y ellos se lo comen. Allí acude quien ellos quieren y cuándo ellos quieren. La comisión lleva abierta un año y medio y el PP decidió llamar a Díaz con la idea de que la comparecencia le pillara a la presidenta en plena precampaña electoral. Después, también antes de los próximos comicios, tendrán que acudir los expresidentes de la Junta, Manuel Chaves y José Antonio Griñán. El objetivo político del PP es obvio: manchar la reputación personal de Díaz y meter de lleno la corrupción en la campaña andaluza.
Al senador del PP Luis Aznar, al igual que en Andalucía le tocó en su día a la hoy defenestrada diputada por Cádiz Teresa Ruiz Sillero, le tocó hacer el trabajo sucio. Tuvo a la presidenta andaluza a merced de sus preguntas más de cinco horas. Hubo momentos de cierta empatía entre ambos, pero al final el intercambio dejó un poso desagradable.
No fue, ciertamente, uno de los mejores días en el Senado. El asunto se pareció bastante a una encerrona, en la que no se aportó novedad alguna de relevancia, con empaque, más allá de las ya consabidas insinuaciones de corrupción, acusaciones a las que los tribunales no les han visto el fundamento que quisiera el PP, y amenazas veladas.
El senador Aznar a punto estuvo de cubrirse de gloria con su alusión al "gracejo" de Díaz
En sus intervenciones, trufadas de intercambios sarcásticos más o menos ágiles con la presidenta, Aznar recuperó todos los viejos asuntos que menean sin descanso los conservadores en Andalucía, sin dejar ni uno, y que afectan a los Gobiernos anteriores al de Susana Díaz, como son, fundamentalmente, el caso de los ERE y el presunto fraude en las ayudas a la formación, investigados por los tribunales de justicia, y ya tratados políticamente en sendas comisiones de investigación en el Parlamento de Andalucía, y otro que está aún por investigarse, y que se hará con toda seguridad cuando arranque la próxima legislatura: la actividad de la hoy extinta fundación Faffe, cuyo exdirector pagó los servicios de prostitutas con dinero público.
Aznar se fajó todo lo que pudo por atrapar a la presidenta en alguna contradicción, en alguna afirmación que la comprometiese, pero sin éxito. En un momento, el senador llegó a exclamar: “¡Es imposible con esta mujer!”. Antes, Aznar, un laísta empedernido, a punto estuvo de cubrirse de gloria cuando aludió al “gracejo” de la presidenta de la Junta de Andalucía.
Aznar mete a la familia de Díaz
En su deriva, el senador del PP lanzó una variedad de insidias e insinuaciones, que le llevó a recuperar (al igual que ya hizo la defenestrada diputada Ruiz-Sillero en la comisión de investigación de los fondos para la formación) para la causa del todo vale, del mancha que algo queda, al marido de la presidenta de la Junta y a parte de su familia -quienes no están inmersos en causa judicial alguna-, lo que causó gran indignación en el nutrido grupo de senadores socialistas que acudieron a arropar a la presidenta.
Aznar dijo que, con intención o sin ella, Díaz permitió que cuatro miembros de su familia “estuvieran cobrando de empresas subvencionadas”. La presidenta respondió con contundencia: “En mi familia no hay enchufados, hay trabajadores honestos y honrados. Un trabajador por cuenta ajena no responde de las empresas para las que trabaja. Creo que lo sabe de sobra”. "Mi marido cobraba entre 700 y 1.200 euros al mes, lo que sitúa al trabajador en lo que es, un currante. Fue despedido cuando yo entré en el Gobierno. No son los que suelen comer con Villarejo o los que traen el Jaguar a casa [en referencia a Ana Mato y Jesús Sepúlveda]. Y los confetis de las fiestas de los niños nos los pagamos nosotros”, zanjó Díaz.
El interés real por la comparecencia de Díaz era servir a los fines políticos del PP y a tratar de erosionar la figura de la presidenta
Con este asunto, el senador Aznar acabó por dejar bien claro que el interés de su partido por esta comparecencia de Susana Díaz no era promover mejoras en los controles de la Junta de Andalucía sobre su dinero público, ni siquiera arrojar luz sobre casos que ya están siendo investigados por los tribunales y que han sido estudiados por sendas comisiones de investigación en el Parlamento de Andalucía, sino que el interés real por la comparecencia de Díaz era servir a los fines políticos del PP y a tratar de erosionar la figura de la presidenta en la antesala del 2D. Y si a alguien le quedaba alguna duda, la intervención final del senador Aznar no dejó lugar a dudas, cuando aludió a que esperaba que los andaluces que no votan al PSOE pusieran en las autonómicas las cosas en su sitio.
El partido que dirige Juanma Moreno lleva tiempo, desde que Díaz es presidenta, intentando vincularla a los casos de corrupción en Andalucía, generados sobre todo en la Consejería de Empleo, en la primera década del siglo, y, como no lo ha logrado, ha decidido no darle tregua con la corrupción en esta campaña.
Ni Cs ni Podemos le compran el "circo" al PP
Tanto Adelante Andalucía, coalición formada por Podemos, IU y otras fuerzas andalucistas, como Ciudadanos renunciaron a participar en este aquelarre conservador en el Senado contra la presidenta de la Junta. No porque consideren que Díaz no tiene explicaciones que dar, sobre todo del caso de la Faffe, el que aún no ha contado con una comisión de investigación parlamentaria, sino porque optaron por no participar del “circo” del PP, en palabras de la senadora de Podemos Maribel Mora.
Díaz: "Las elecciones condicionan mi presencia aquí. Esto es fruto de que algunos quieren contaminar el debate electoral"
La presidenta andaluza, que, como compareciente, tenía la obligación de no mentir en la Comisión, dejó varias frases en las que trató de demostrar la ridiculez de su presencia allí: “Son las elecciones las que condicionan mi presencia hoy aquí. Esto es fruto del interés de algunos de querer contaminar el debate electoral. No sé si el resto de presidentes [autonómicos] vendrán aquí. El objeto de esta comisión es la financiación ilegal de partidos políticos: en mi partido político no hay ninguna causa abierta”. "Usted pretende ser juez en lugar de senador”. ”Estuve un año en el Gobierno de José Antonio Griñán y cinco de presidenta, no tengo ni una sola mancha y no tienen nada de qué acusarme”.
"Cuando hace la afirmación de la financiación ilegal, no es capaz de distinguir entre lo partidario y lo público. No hay ningún sumario que hable del PSOE; en cambio, del PP y de su caja b, sí. Cuando se hacen afirmaciones se tiene que decir en qué juzgado se está juzgando", ha rebatido. Aznar dejó una amenaza en el aire: "No se preocupe. Todo se andará”.
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