Este artículo se publicó hace 5 años.
Encuestas electoralesSondeos: PSOE y UP obtendrían 27 escaños más que las tres derechas en otras elecciones
Si finalmente hubiera que volver a las urnas el próximo 10 de noviembre, los dos grandes partidos se consolidarían por delante de sus rivales ante la debilidad de los recién llegados al Congreso de los Diputados, pero la aritmética beneficiaría a las izquierdas, que sumarían 171 escaños frente a los 144 de las tres derechas. El mayor batacazo lo sufriría C's, que perdería 12 diputados y 700.000 votos, según las proyecciones electorales del gabinete demoscópico Key Data para 'Público'.
Carlos Enrique Bayo
Madrid/Barcelona--Actualizado a
Todo indica que el duro pulso entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias por el control del Gobierno central puede trasladarse al escenario político poselectoral, en caso de que se repitan las elecciones generales por falta de acuerdo sobre una coalición de izquierdas. Un día de la marmota parlamentario en el que PSOE y Unidas Podemos tendrían que demostrar que son capaces de reconciliarse y aprovechar su suma mayoritaria de escaños frente a unas derechas todavía más divididas.
Al menos, éste es el vaticinio del gabinete demoscópico Key Data –cuyas proyecciones se basan en un desk research de las grandes encuestas electorales elaboradas tras las últimas generales del 28A–, ya que estima que se fortalecerán los dos grandes partidos en perjuicio de las formaciones de la nueva política. Aunque ese reforzamiento será relativo, puesto que la drástica caída de la participación –con un millón más de electores sumándose a las filas del abstencionismo– mantendrá a PP y PSOE semiestancados en su número total de votantes; con los socialistas sin alcanzar los ocho millones de sufragios y los conservadores por debajo de los cinco millones.
Una situación muy parecida a la actual pero en la que los partidos de izquierdas no tendrían grandes dificultades para formar Gobierno, salvo por sus propias diferencias programáticas y rivalidades personales. Un Ejecutivo de coalición entre PSOE y Unidas Podemos se acercaría mucho a la mayoría absoluta y solamente necesitaría cinco escaños para sumar los 176 precisos para la investidura. Para ello, les bastaría con el apoyo del PNV, por ejemplo, sin depender en absoluto de las fuerzas independentistas catalanas.
Las tres derechas pierden fuelle pese al resurgir del PP
En cambio, el bloque formado por las tres derechas perdería posiciones a pesar del resurgimiento del partido de Pablo Casado, que recobraría unos 300.000 votos de Ciudadanos y otros 250.000 de Vox, para recuperar 17 escaños y llegar a los 83 diputados. Tanto Santiago Abascal –que perdería ocho parlamentarios– como Albert Rivera –que retrocedería doce puestos en el Congreso– mostrarían así su fracaso político en estos meses de Gobierno socialista en funciones, como se puede ver en este último gráfico, en el que el hemiciclo está ordenado según el espectro ideológico de los partidos.
El gran derrotado sería Rivera, que perdería 12 escaños y 715.000 votos por su empecinamiento contra el "sanchismo"
Pero el gran derrotado sería sin duda Rivera cuyo empecinamiento contra el "sanchismo" y alineación con la derecha y ultraderecha le costarían muy caros: 715.000 votantes abandonarían las filas "ciudadanas" –casi un tercio de ellos para engrosar la legión de abstencionistas decepcionados– y la formación naranja sufriría incluso el sorpasso en votos (por la mínima) de su gran enemiga morada. Aunque los desajustes del sistema electoral español –diseñado para dejar bien atado el bipartidismo monolítico– otorgarían a C's bastantes más escaños que a Unidas Podemos, tal como se puede ver en esta tabla completa de las estimaciones de Key Data para unas generales el 10-N:
En esta tabla queda también patente que un millón de los votantes del 28A no volverán esta vez a las urnas. Sin embargo, a la vista de la polaridad entre los dos bloques antagónicos, la participación no bajará tanto como cabría suponer en una posible repetición de elecciones generales, en un año en el que los españoles han votado ya tres veces, en el mejor de los casos, y hasta cinco en el peor.
PSOE+UP superarían en 900.000 votos a PP+C's+Vox
El margen de aumento del abstencionismo es tan amplio porque la participación en abril fue una de las más altas de la historia democrática. Y la participación alta suele beneficiar al PSOE, que ha ganado casi siempre en que el porcentaje de votantes ha superado el 70% de los electores censados, como ocurriría en esta ocasión según la estimación de Key Data.
En cuanto a las posibles alianzas, la superioridad del tándem PSOE+UP sobre el trío PP+Cs+Vox –casi 900.000 votos más y 27 escaños de ventaja– es tan arrolladora que a la derecha casi no le quedan alternativas... salvo, claro está, la bicha de Rivera: una alianza de socialistas y ciudadanos sumaría 180 escaños y sería la única coalición que no dependería de ninguna formación nacionalista.
En cuanto al reparto territorial de los votos, parecería que las aguas vuelven a su cauce en los bastiones tradicionales de PSOE y PP, como se puede observar en este próximo gráfico interactivo por autonomías (pasando el cursor sobre las barras aparecen los datos completos):
La inestabilidad política empujaría a muchos votantes a regresar a la supuesta seguridad de los dos grandes
Es decir: el PSOE recupera su feudo andaluz –sube 3 diputados hasta sumar 27– a costa de UP (-3), mientras el PP les arrebata allí dos de los escaños que le quitaron C's y Vox para situarse en un holgado segundo puesto, con 13. Al mismo tiempo, El PP recobra los tres escaños que le había quitado C's en Aragón; y el PSOE vuelve a quedarse en Aragón con los dos escaños que le había sustraído C's.
En Catalunya, también el PSC vuelve por sus fueros, recobrando dos escaños a C's y otro más a UP, para quedar empatado en el primer puesto con ERC (ambos con 15 diputados catalanes al Congreso).
En Galicia, el escaño que se fue del PP a C's vuelve al redil; y en Madrid PP y PSOE recuperan un diputado cada uno que les habían quitado Vox y C's.
En definitiva, la inestabilidad política que se vive en los últimos años con el fin del bipartidismo provocaría el retorno de muchos votantes a la supuesta seguridad de los dos grandes partidos. Pero ni ese vaivén garantizaría la investidura del vencedor de las elecciones –pues seguiría dependiendo de formar coalición– ni el desacuerdo entre Sánchez e Iglesias empujaría a los electores a entregarle el poder al trío derechista volcado hacia el extremismo.
Así que la repetición electoral no resolvería nada.
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