Seguidores ultras intentan asaltar la sede del PSOE en Ferraz en una protesta a la que asisten Abascal y García-Gallardo

Los manifestantes convocados por jóvenes vinculados a Vox bajo la marca Revuelta en la sede del PSOE, en Ferraz (Madrid), han intentado romper el cordón policial y asaltar el edificio al grito de ¡A por ellos!. El vicepresidente de Castilla y León, Juan García-Gallardo, y el líder de Vox, Santiago Abascal, también se encuentran en el lugar, tras defender el segundo que su partido estará en la calle “con los compatriotas” y no permitirá que se dé un “golpe” contra la unidad de España.

Tras unos momentos de tensión, la Policía ha recuperado el control de la zona en Ferraz, después del intento de los manifestantes de acceder a la sede socialista. Entre los asistentes se han congregado miembros pertenecientes a organizaciones neonazis.

Las protestas han dejado al menos tres detenidos por desobediencia y atentado contra la autoridad, después de que un grupo de manifestantes haya encendido bengalas y el uno de ellos forzase el cordón policial que impedía que la concentración se acercara a puertas de la sede socialista.

Ya en la finalización de la protesta otras dos personas han sido detenidas también por tratar de saltarse el cordón de seguridad, según contaron fuentes policiales, que añadieron que podrían ser de Falange.

Sobre las 21.00 horas, se ha ido disipando la manifestación, momento en el que un grupo de asistentes, algunos encapuchados y ataviados con máscaras, han encendido bengalas, petardos y han lanzado botes de humo al grito de ¡Ni un paso atrás! o la sede del PSOE la vamos a quemar.

La agentes antidisturbios han cargado contra este grupo de manifestantes con porras y pelotas de goma, lo que ha provocado que emprendieran la huida y se dispersasen por las calles aledañas a la sede del PSOE.

Se trata de la tercera concentración convocada en señal para protestar contra la ley de amnistía y los pactos del PSOE con partidos independentistas de cara a la investidura de Pedro Sánchez, a la que han acudido unas 3.800 personas, según datos de la Delegación de Gobierno de Madrid.

Los asistentes han portado banderas de España y también franquistas y carteles en contra de Pedro Sánchez, Puigdemont y la amnistía gritando lemas como Sánchez a prisión; lo llaman democracia y no lo es o no nos engañan, Catalunya es España.

Sánchez emite un mensaje de apoyo a los socialistas

El presidente del gobierno en funciones, Pedro Sánchez, emitió la noche de este lunes un mensaje de apoyo a "la militancia socialista" tras los disturbios desatados en las ultimas horas ante las sedes del PSOE en varias ciudades.

"Todo mi cariño y mi apoyo a la militancia socialista que está sufriendo el acoso de los reaccionarios a las casas del pueblo", dice Sánchez en el mensaje, publicado en su cuenta de la red X.

"Atacar las sedes del PSOE es atacar a la democracia y a todos los que creen en ella. Pero más de 140 años de historia nos recuerdan que nunca nadie será capaz de amedrentar al PSOE", agrega.

Jóvenes vinculados a Vox bajo la marca Revuelta organizan las protestas 

El movimiento juvenil Revuelta, autoproclamado como “una revuelta contra el separatismo, la corrupción, las políticas antifamiliares, el individualismo y muchas cosas más”, ha sido la encargada de convocar esta serie de manifestaciones frente a las sedes socialistas.

El grupo, que recibió la bienvenida de el secretario general de Vox, Ignacio Garriga, en su nacimiento, toma el testigo de la fallida Plataforma 711, otra asociación ultraderechista que llamaba a la “Reconquista de España” y trató de calar en el ámbito universitario de la mano de dirigentes de Vox como Javier Ortega Smith.

Desde su relanzamiento, Revuelta ha participado en todas las manifestaciones en la calle en las que también ha estado Vox, y ahora convocan y ordenan ellos mismos a través de sus redes sociales las protestas diarias frente a las sedes del PSOE por todo el país.

Para estas protestas en la calle no solicitan los permisos pertinentes de ocupación del espacio público y en el espacio de la derecha y la extrema derecha buscan calificarlas de “espontáneas” para no deslegitimarlas.