Público
Público

Sánchez cierra el curso político con éxito tras el acuerdo en Catalunya pese a la citación de Peinado

El presidente del Gobierno comparecerá este martes en el marco de la investigación sobre su esposa, Begoña Gómez, y lo hará ya con la primera piedra de la investidura de Salvador Illa colocada.

Pedro Sánchez
Pedro Sánchez, durante un acto este lunes 29 de julio. Eduardo Parra / Europa Press

El broche parlamentario a este primer tramo de la legislatura no le salió bien a Pedro Sánchez. Al menos, no tanto como esperaba. En el último pleno del curso en el Congreso no pudo aprobar ni la reforma de la ley de extranjería ni los objetivos de déficit. Sin embargo, hay algo más importante que sí está encaminado y que "obsesiona" al presidente, tal y como lo definió una voz autorizada del Grupo Parlamentario Socialista: la investidura de Salvador Illa en Catalunya. Con la firma del preacuerdo con Esquerra Republicana (ERC), los socialistas han puesto la primera piedra para colocar a uno de los suyos en la Generalitat, aunque es la militancia de la formación independentista la que tiene la última palabra. Por el momento, al menos entre la dirección de ambas formaciones, hay fumata blanca.

Sin embargo, el desenlace del curso tendrá un escollo desagradable para el líder del Ejecutivo. La celebración por el entendimiento con ERC sufrirá una interrupción este martes a partir de las 11 horas. Será cuando Sánchez se someta al interrogatorio por parte del juez Juan Carlos Peinado, en calidad de testigo de la investigación que se está realizado sobre Begoña Gómez, esposa del presidente del Ejecutivo.

El líder socialista solicitó declarar por escrito, algo a lo que le habilita la ley, que es muy clara. Sin embargo, el juez Peinado denegó la petición y especificó que Pedro Sánchez está citado a declarar en calidad de esposo de la investigada y no de presidente del Gobierno. Ello, a pesar de que el propio magistrado puntualizó que la investigación a Gómez se realiza para arrojar luz sobre los eventuales actos delictivos que hubiera cometido desde el momento en el que su esposo se convirtió en presidente del Gobierno.

Es una contradicción que ha sentado muy mal tanto en Ferraz, como en Moncloa. El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha acusado al juez de "retorcer la ley". La Fiscalía, por su parte, se opone a que Sánchez tenga que declarar y ha recurrido hasta en dos ocasiones. "La diligencia no es necesaria para investigación, no resulta útil, ni es pertinente ni necesaria, atendiendo a la finalidad que manifiesta perseguir", insisten desde el Ministerio Público.

El interrogatorio, que será grabado, tendrá lugar por la mañana el mismo día en que Pedro Sánchez mantendrá con el rey Felipe VI su tradicional despacho de verano. Eso será por la tarde en Palma de Mallorca, donde el presidente del Gobierno aprovechará para reunirse, también, con la presidenta balear, Marga Prohens, del Partido Popular. Incluso es posible, aunque no está confirmado, que Sánchez comparezca desde Palma para hacer balance político y económico del semestre, como es habitual cuando llega el verano. 

Fuentes del Ejecutivo apuntaban extraoficialmente que Sánchez tenía previsto ofrecer esa atención a medios este mismo lunes. Sin embargo, terminó descartándose probablemente por la citación del juez Peinado, que habría copado todo el interés de los medios. 

Preacuerdo en Catalunya

El encuentro entre el juez y el líder del Ejecutivo marcará, por tanto, la actualidad de estos últimos coletazos del curso, pero también lo hará la situación en Catalunya. La actividad en el Congreso terminó el 23 de julio y eso ha colocado la investidura de Salvador Illa —y, por supuesto, las negociaciones entre el PSC y ERC— en el centro del foco informativo. Las fuerzas negociadoras socialistas y republicanas han trabajado los últimos días para alumbrar un preacuerdo, que en Moncloa consideran de suma importancia para dar estabilidad a la legislatura. Lo han conseguido.

Los republicanos comunicaron este lunes por la noche que habían alcanzado un preacuerdo con el PSC para hacer president a Illa fundamentado en dos pactos: crear un "concierto económico solidario" para Catalunya y apostar por el catalán. También se habría pactado generar un espacio de diálogo para encontrar una solución al conflicto político que se vive en Catalunya. Ello se añade a los compromisos ya aceptados por el Gobierno de aumentar las ayudas para becas o destinar a Rodalies mil millones de euros en tres años.

Es un preacuerdo y no un acuerdo porque Esquerra lo someterá a la decisión final de su militancia, como es tradición en la formación que lidera Marta Rovira. De hecho, las bases tienen un peso capital en el partido. En su libro Breve historia de Esquerra, el periodista Manel Lucas lo decía así: "En ERC nunca hay que menospreciar el peso de la militancia de base. [...] El aparato influye claramente en las decisiones, pero siempre puede sufrir un revolcón".

En este caso, ese "aparato", por supuesto, quiere que se ratifique el preacuerdo, pero las bases han dado signos de no estar exactamente en ese punto o, incluso, de estar en el contrario. La militancia de varios territorios se ha posicionado directamente en contra de dar el Govern a Illa e incluso algunas figuras de autoridad han expresado su sentir. Sin ir más lejos, la diputada Pilar Vallugera, que en la noche de este 28 de julio tuiteó un escueto "No" en la red social X. Una vez se conoció el entendimiento entre ERC y PSC, la misma diputada tuiteó: "No con mi voto". Se prevén curvas en la calle Calabria.

ERC ha comunicado que la consulta a las bases se realizará el viernes, día 2 de julio. En el tiempo que media entre el preacuerdo y la consulta, el partido expondrá a la militancia el detalle de lo pactado. No se conoce, por el momento, cuál será la redacción de la pregunta.

¿Te ha resultado interesante esta noticia?

Más noticias