Entrevista a Roberto Lakidain, consejero"RTVE favorece los intereses del PP como en la época de Aznar y deja fuera a Podemos"
María José Pintor
Madrid--Actualizado a
Roberto Lakidain trabaja desde hace 33 años en RTVE Sevilla como redactor y, desde hace dos, es miembro -a propuesta de Unidas Podemos (UP)- del Consejo de Administración de la Corporación. Cuando este vasco de Eibar aceptó ser consejero por UP no había hablado en su vida con Pablo Iglesias, Irene Montero o Ione Belarra. "Todavía hoy no los conozco personalmente", confirma.
Su compromiso con el ente público y CCOO le hicieron valedor de este puesto para los dirigentes de la coalición. Llegó dispuesto a unir fuerzas con el PSOE y el otro consejero de la coalición de izquierdas, incluso con el del PNV como fuerza que había apoyado al Gobierno en esta legislatura, para crear una televisión plural, progresista y con futuro.
Apenas 24 meses después, relata a Público un panorama desolador de la televisión y la radio pública. Y ha decidido, ante un Consejo que favorece las políticas del PP "como en la época de Aznar o Rajoy", denunciar lo que ocurre y la mala política de Moncloa en favor del bipartidismo. Y, sobre todo, decide involucrarse y hacer visible la discriminación de UP en la programación electoral para la campaña que hoy empieza.
Usted ha denunciado la discriminación de Podemos en la programación electoral prevista por RTVE. Pero la Junta Electoral Central da la razón a la Corporación.
Lo que hace es no considerar las demandas de Unidas Podemos. Poco tengo que decir sobre el fondo del aspecto jurídico en que se basa la Junta Electoral Central (JEC) y que sustenta las demandas de UP sobre espacios electorales gratuitos y sobre le porcentaje de presencia informativa, basado en el artículo 188 de la Ley Orgánica 5/1985 del Régimen Electoral General (LOREG).
La interpretación jurídica es que la candidatura de Unidas Podemos a las elecciones municipales no está representada en más del 50% del territorio. La discrepancia es que UP mantiene que tiene más del 70%, porque entiende que hay que considerar dentro de su marca a, entre otras, En Comú Podem, o Adelante Andalucía.
Pero, en mi denuncia ante el Consejo de Administración de RTVE, no he entrado ahí. Yo hablo de una discriminación clara por dejar fuera, con defecto de fondo y forma, a la coalición que no tiene razón de ser y que aleja aún más de la pluralidad política e informativa a la Corporación.
Pero, si es una decisión de la Junta Electoral Central, ¿por qué responsabiliza a RTVE?
El artículo 65 de lo LOREG recoge que sea una comisión independiente de radio y televisión la que propoga a la JEC el reparto de estos espacios electorales gratuitos. Un organismo que nada tiene que ver con RTVE. La comisión sólo está encargada de proponer estos espacios. Es su razón de ser. Está conformada por 24 personas, de las que 19 son representantes de los partidos políticos, dos son magistrados de la JEC, y hay otros tres representantes de RTVE.
Esta comisión, según ese artículo 65, propone el reparto de los espacios electorales gratuitos. Y, una vez que propone el reparto, lo traslada a la JEC, que es la que distribuye. RTVE, en este asunto, tan solo debe distribuir y emitir lo que la comisión proponga. Pero, y ahí está el error y mi crítica y denuncia, la comisión se reúne el 4 de mayo y a esa reunión RTVE llega ya con la propuesta que lidera la presidenta del Consejo, Elena Sánchez.
La clave es que RTVE nunca tenía que haber propuesto cómo debía ser ese reparto. ¿Por qué RTVE propone algo para lo que no está legitimada y que invade competencias del órgano que sí tiene esa comisión? El tema está podrido desde el minuto cero.
Llama la atención que en 2019 cualquier partido minoritario, con escasa o nula opción de tener representación electoral, sí tuviera ese espacio en la campaña municipal y autonómica y ahora no. ¿Qué ha pasado?
Esa es la clave. Lo que servía en el 2019 ya no vale para 2023. Por eso, la JEC tenía que haber dicho a RTVE que estaban haciendo una propuesta para la que no está legitimada. Tan sólo deberían haber dicho en esa reunión dónde se van a emitir esos anuncios de propaganda electoral. Porque a quien le corresponde decidir qué partidos o coaliciones tienen derecho es a la comisión independiente.
Y más teniendo en cuenta que hace cuatro años se dio, en mi opinión de forma acertada, opción a todos esos partidos minoritarios. Por eso, todo esto hace pensar que realmente solo hay un intento por parte de RTVE, aunque ni siquiera le corresponda esa potestad, de dejar fuera a Unidas Podemos.
Durante casi dos años ha mantenido una actitud prudente para tratar que una mayoría progresista en el Consejo de Administración de RTVE marcara el rumbo de la Corporación. Pero en las últimas semanas ha decidido denunciar lo que ocurre. ¿Por qué ahora?
Efectivamente, intenté sumar, convencido de que teníamos con los tres consejeros del PSOE, los dos de UP, e incluso el del PNV, una mayoría progresista en el Consejo de RTVE. Pero hoy tengo que reconocer con mucha tristeza que los acuerdos en Moncloa del PSOE y el PP solo han servido para potenciar el bipartidismo y dejar fuera a los partidos a la izquierda de los socialistas. Esto daña la pluralidad de la radio y la televisión pública.
Pasan cosas muy graves y es el momento de denunciarlas porque esta Corporación, si sigue así, está condenada: con una audiencia que ha perdido un 50% de oyentes y telespectadores, con una política de personal que sólo tiene desmotivada a la plantilla, y con un favoritismo hacia determinadas productoras que apuestan por el entretenimiento fácil y dónde no se debate en profundidad, y de forma plural, sobre temas tan importantes como la ley del sólo sí es sí, la vivienda o la subida de precios.
¿Pero cómo se llega a esto desde Moncloa? Porque sería la primera interesada en que haya una RTVE plural y progresista.
Pues se llega a esto porque en febrero de 2021 hay un acuerdo entre Felix Bolaños y Teodoro García Egea para los nombramientos de los órganos constitucionales, ya que todo está parado por decisión del PP. Era necesario llegar a un acuerdo sobre el Consejo General del Poder Judicial, pero también sobre otras instituciones como el Defensor del Pueblo o, entre otras, RTVE.
Así que empezaron por lo que consideraban más fácil, y en aras de ese macroacuerdo, ya empezó la cosa a no ser funcional. Así llegan a un acuerdo, respaldado por el Parlamento, para un nuevo Consejo de Administración de la Corporación. Éramos diez, cuatro del PSOE, tres del PP, dos de UP y una del PNV bajo la presidencia de José Manuel Pérez Tornero. Pero, en realidad, ese acuerdo frenó el que se empezara a trabajar en esa mayoría progresista. Fue el principio del fin.
¿Por qué, si había una representación mayoritaria de los partidos progresistas?
Pérez Tornero lo tuvo claro y decidió que iba a trabajar de manera cómoda para el PP. Y empezó la disfunción. Así, en vez de trabajar por un avance en la mejora de las políticas de comunicación, en una justa representación de las fuerzas de progreso, en avanzar para que la información tuviera elementos de responsabilidad social y con contenidos de calidad, respeto al pluralismo y presencia de la sociedad civil, se opta por dejar fuera en las tertulias a voces que defendieran el espacio a la izquierda del PSOE. Se apostó por favorecer al bipartidismo.
¿De qué forma concreta se trabaja por ese bipartidismo, con un margen mayor aún para el PP en RTVE?
Los elementos que estructuran la prestación de servicio público no se pusieron en marcha, no se avanzó ni un milímetro en esa línea. Se trataba de un reparto del poder entre los dos grandes partidos, de colocar a gente del PP en puestos estratégicos de informativos y así tenerles tranquilos para conseguir otros acuerdos en órganos tan importantes como el CGPJ.
Pero el PP les engañó y al final tampoco se llegaron a esos otros acuerdos. Y así las cosas, todo salta por los aires cuando se decide acabar con la mejor representación que tenía esa mayoría de progreso en TVE: el programa de Jesús Cintora. Gracias al pacto de febrero de 2021, cuatro meses después, en julio, Cintora fue excluido de TVE.
¿Y cómo puede entenderse todo esto si en teoría hay más consejeros de PSOE y UP que del PP?
Pues eso pensábamos, éramos mayoría y muy fuertes si añadimos al consejero del PNV. Podíamos estar siete de los diez miembros trabajando en una misma línea progresista. A raíz de lo de Cintora, mi posición empieza a quebrarse y empiezo a denunciar que esto está tomando un rumbo marcado por los intereses populares. Pero hay que reconocer que sin ningún éxito.
'Público' ya informó que, tras la marcha de Tornero, en el Consejo de RTVE se dan extrañas alianzas entre el PP, el consejero del PNV y otro del PSOE, Ramón Colom, que se desmarca de Moncloa
Eso también. Pero antes de llegar a esto, tras la dimisión de Tornero, en Moncloa se dan cuenta que el potencial acuerdo con el PP en los órganos de gobierno de las instituciones del Estado es una mentira de los populares. Ven que les han cedido gran parte de RTVE pero que no han cumplido para renovar otros órganos constitucionales, como el CGPJ.
Así las cosas, en una reunión con Pedro Sánchez, un café de unos 15 minutos, se intenta que Tornero retome la vereda de la mayoría de progreso. Pero el presidente de RTVE decide que no la retoma. Llegamos así al verano y, a partir de septiembre, todo son choques entre Tornero y Moncloa, porque éste trabaja para el PP.
Finalmente, Tornero presenta su dimisión. ¿Tampoco ahí se consigue reconducir las cosas?
Efectivamente. Llegamos a navidades con una dificultad enorme y Moncloa decide que la etapa de Tornero ha llegado a su fin. A partir de ese momento, quedamos nueve consejeros en RTVE, se elige a Elena Sánchez presidenta y tratamos de reconducir la línea de trabajo, hablamos de mejorar el pluralismo, de contar con tertulianos que también representen a la izquierda del PSOE.
Pero antes de llegar a estos cambios en la Presidencia de la Corporación, Moncloa apuesta por dos cambios bomba con el nombramiento de dos personas de máxima confianza de Moncloa y especialmente del Secretario de Estado de Comunicación, Francès Vallès; el responsable de contenidos informativos, Pep Vilar, y el de contenidos generales, José Pablo López.
En la primera del 2022, Tornero está con la presión de Moncloa, la convivencia horrible con las altas direcciones, un Consejo donde cuatro personas están en su oposición, y en septiembre se tiene que ir. Con este panorama, llega Elena Sánchez a la Presidencia. Creíamos entonces que venían nuevos y, sobre todo, mejores tiempos. Pero no ha sido así.
¿Qué ha impedido que, con un Gobierno progresista de coalición en el Gobierno, se haga una radio y televisión con un talante más plural?
Creíamos que la mayoría de progreso en el Consejo, ya con nueve consejeros en total tras la marcha de Tornero, tirábamos hacia adelante. Nos conjuramos en la misma inocencia, pero se ve enseguida que Moncloa y Elena Sánchez no avanzan en la dirección esperada.
Aún así, confiamos en la mejora del pluralismo político, donde el PP no pueda tener una presencia tan dominante, y dónde desde RTVE no se multiplique por diez la proyección de casos que perjudican la imagen de Podemos, y que quedan en nada judicialmente. Hablo del caso niñera, de Neurona, de Dina... por poner algunos ejemplos. Se supone que se va a trabajar en eso y en la selección de los tertulianos, en una programación comprometida y valiente. Es doloroso reconocer que esto tampoco se logra y no llega a buen puerto.
¿En qué momento llega el punto de inflexión?
"Nos dicen que Cintora vuelve a RTVE y luego Moncloa lo impide"
Llega en el último trimestre del 2022. Ahí sabemos que un elemento sustancial de esos acuerdos de la mayoría progresista es contar con un espacio político más plural, tener en cuenta que existe una izquierda a la izquierda del PSOE y que hay alianzas parlamentarias, por lo que ERC o EH-Bildu tampoco pueden quedar excluidos. Pero, una vez más, nada cambia.
En las tertulias se mantiene la dinámica bipartidista. Nos dicen que van a avanzar las cosas e incluso que Cintora puede volver a tener un programa en RTVE. Que primero apostaremos por ello y luego hablaríamos de tertulianos que representaran mejor la pluralidad política que reflejen la mayoría parlamentaria progresista.
¿Se llegó a confirmar el nuevo programa de Jesús Cintora?
En enero nos dicen que está hecho. Sabemos que se celebra una reunión entre Jesús Cintora, José Pablo López, director de Contenidos Generales en RTVE, y el responsable de la productora que iba a ocuparse de este programa. Se trataría de un espacio actualidad, de dos horas todos los sábados y domingos, entre las 13 y las 15 horas.
Pero ese programa con Cintora nunca llega a producirse.
Efectivamente. Y fíjate que estaba el contrato redactado. José Pablo López me comenta que al día siguiente tiene que ir a Moncloa porque le va a contar al secretario de Estado de Comunicación los actos principales de la Presidencia de España en Europa. Algo lógico para lo que tiene que haber prevista una programación.
Pero algo ocurre en esa reunión, porque al día siguiente me llama la consejera del PSOE de RTVE, Conchi Cascajosa, para informarme que lo de Cintora no puede ser, que el plan se ha venido abajo. Mi perplejidad es máxima.
Entonces, ¿Moncloa da la orden de que Cintora no esté en RTVE?
Pues blanco y en botella. Alguien ha decidido que en las líneas informativas no esté reflejada la izquierda del PSOE.
¿Qué rumbo toma la Corporación a partir de ese momento?
"Productoras del entorno de Moncloa y PRISA tienen una posición predominante en la adjudicación de contratos"
Todo empieza a ir de mal en peor. Determinadas productoras del entorno de Moncloa y del grupo PRISA empiezan a tener una posición predominante en la adjudicación de contratos de RTVE. Ahí están programas como Días de Tele, Vamos a llevarnos Bien, La Habitación del Té, espacios que no consiguen mejorar la audiencia, que está por los suelos.
En los propios debates, en los telediario vemos como el nuevo rumbo afecta al pluralismo político, no se da visibilidad a determinadas voces. Hablamos además de un negocio para las productoras de más de 320 millones de euros al año para contenidos audiovisuales. Ahí nos plantamos y decimos ¿Otra vez? ¡Por favor! ¡vale ya! Y empiezo a establecer una clara oposición a esta línea que desatiende la mejora del pluralismo político y llega a afectar, como hablábamos al principio, hasta los tiempos y espacios electorales. Y así llegamos al reparto de los espacios gratuitos que responde a esa política que deja fuera a Unidas Podemos.
¿Y la figura de la presidenta Elena Sánchez en todo esto?
Ahora las dificultades para Elena Sánchez son incluso mayores que las que tenía Tornero. Le tengo un gran aprecio personal, pero no puedo estar de acuerdo con que, cada vez que planteo la necesidad del cambio hacia un pluralismo y unos informativos y programas diferentes, me de la razón, pero no mueva un dedo en este sentido.
¿Y qué puede hacer como consejero para cambiar las cosas?
He presentado casi 20 votos particulares, dejando claro mi forma de ver cómo debería reflejarse una mayoría progresista en RTVE. El momento actual me preocupa tanto que no he conocido nada peor en 33 años de ejercicio profesional. De hecho, hoy en RTVE se favorecen los intereses del PP como en la época de Aznar y se deja fuera a Podemos.
¿Está diciendo que la situación actual en RTVE es peor que con Aznar?
"La audiencia nos da la espalda"
Estamos en el peor momento como Corporación, sin duda. Los pilares, en términos de política de personal, son débiles; tenemos a decenas de miles de personas esperando unas oposiciones cuando dimite el responsable de recursos humanos.
Las audiencias nos dan la espalda tanto en televisión como en RNE. Los contenidos de calidad, la presencia que justifica un servicio público en lo tocante a la información no existen. Los espacios de prime time no se cubren con programas y debates de actualidad. Faltan programas donde se debata y se informe sobre la ley del sí es sí, sobre la Ley de Vivienda, sobre qué pasa con los fondos europeos. Pero de nada de esto se habla en los espacios informativos principales, salvo en el Telediario. Hacen falta debates largos y sosegados. Se apuesta por un modelo de entretenimiento, similar al de Atresmedia, Tele5 y Cuatro.
¿Entonces RTVE ha tratado de competir en su terreno con las televisiones privadas?
Y hemos fracasado, porque no podemos competir con las privadas. Gastamos 1.200 millones de euros todos los años en esto para, además, perder la posición que nos corresponde como modelo público. Tenemos una plantilla desmotivada. Estamos con el ERE del plan de jubilación y no se queda nadie con más de 63 años. El 12% de la plantilla sufre una situación de interinidad, tenemos a 1.200 personas con contrato en prácticas que cubren a un profesional.
No hay plan estratégico de futuro como tienen el resto de televisiones europeas públicas. No se ha planteado un estudio serio sobre nuestro futuro teniendo en cuenta las nuevas plataformas y cómo nos va a afectar. No tenemos capacidad de producción. Vivimos un estrangulamiento, nos dejan en mínimos para externalizar toda la producción.
¿Todo esto lo ha planteado en el Consejo?
Claro, una y otra vez. Y lo más curioso es que todos están de acuerdo con lo que digo. En el diagnóstico estamos todos de acuerdo, no se puede no ver. Pero el Consejo es el principal órgano de dirección de la empresa y se nos está apartando de la toma de decisiones.
Pero la programación y la inversión tiene que pasar por el Consejo...
Y nos encontramos cada vez con más problemas para sacar adelante muchas iniciativas. Vender las lindezas de los festivales de Eurovisión como si estuviéramos en los tiempos de Rafael, Concha Velasco o Massiel me da hasta vergüenza. Pero ya lo que me faltaba por ver es cómo están organizando la programación para las elecciones municipales y autonómicas, porque no tengo duda de que esto es un ensayo del diseño que se pretende poner en marcha para las elecciones generales.
Pero este panorama tampoco está beneficiando al PSOE.
Al final, beneficia al PP. Sobre todo, los programas y los tertulianos favorecen a los populares. Es terrible valorar cómo en los especiales de La noche en 24h, de siete horas, el 83% del tiempo es para el PSOE y el PP. Se trata de una clara apuesta por un modelo de bipartidismo. Pero en esto los socialistas tampoco salen reforzados. Es verdad que esto beneficia más a los populares.
Hay otro dato, en este sentido, muy duro de asimilar: en esos acuerdos entre los dos grandes partidos se ha permitido que personas estratégicas con cargos de confianza en la Corporación sean muy cercanos al PP. Se trata por ejemplo de Carmen Sastre, editora del Telediario con José Antonio Sánchez en la época del PP; Yolanda Ferrer, jefa nacional del Telediario, que fue la segunda del área de nacional en la época de los viernes negros; está Ignacio Mostazo en las mañanas de TVE, que fue director de Comunicación con Ayuso. Otro buen ejemplo es Elena Sánchez Pérez, que fue directora de Comunicación con Zaplana y Ana Botella.
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