El PP pierde el control del Senado. Los conservadores han venido controlando , desde las elecciones de 1996, la Cámara Alta con una amplísima mayoría (en ocasiones, la absoluta), incluso en las legislaturas en las que el Congreso era mayoritario el PSOE (las de 2004 y 2008).

En este 28-A se ha producido un vuelto radical: el PSOE de Pedro Sánchez también arrebata al PP de Pablo Casado el control del Senado, una cámara sobre la que la derecha aspiraba a mantener el control como una baza para amenazar a los partidos soberanistas catalanes con la activación del artículo 155 de la Constitución.

El PSOE consigue 123 senadores de los 208 que estaban en disputa en estos comicios; hasta ahora tenía 43. Como en el Congreso, el PP pierde más de la mitad de sus escaños: se queda con 54, frente a los 130 con los que contaba hasta ahora.

En la Cámara hay otros senadores, 58, que son elegidos por los parlamentos autonómicos, en función de su composición. De esos, actualmente, 20 son actualmente del PP, 18 del PSOE, seis de Unidos Podemos, seis de Cs, dos ERC y el PDeCAT, y el PNV, EH Bildu, Coalición Canaria, Compromís, uno cada uno. Las próximas elecciones autonómicas del 26 de mayo pueden modificar este reparto, pero no es previsible que altere en gran medida el vuelco de poder producido en este 28-A.

Unidas Podemos se queda sin senadores

Además del PP, el principal damnificado en el Senado es Unidas Podemos, que de tener ocho senadores electos no obtiene ninguno, al igual que En Comú Podem, que pierde sus cuatro escaños.

El tercer partido con más senadores es ya ERC, con diez, los mismos que tenía en la pasada legislatura, mientras que el PNV sube de cinco a nueve asientos.

Navarra Más (la coalición entre UPN, PP y Cs) tendría tres senadores, Coalición por Melilla, dos senadores, Ciudadanos otros dos (hasta ahora no tenía ninguno) al igual que JxCat.

Coalición Canaria conseguiría un senador, al igual que EH-Bildu y la Agrupación Socialista de la Gomera.