Rajoy, Sánchez e Iglesias, premiados por los periodistas parlamentarios

MADRID.— El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, el ex líder del PSOE, Pedro Sánchez, y el dirigente de Podemos, Pablo Iglesias, lograron de forma un tanto sorprendente los premios más llamativos que concede anualmente la Asociación de Periodistas Parlamentarios (APP). Estos galardones fueron entregados en la tradicional gala que la APP organiza a finales de año desde 1994.

Rajoy logró el premio más codiciado, el “Emilio Castelar”, que se otorga al mejor orador. Este galardón, al igual que el resto, se dirimen por votación directa de los miembros de la APP, algo más de cien periodistas acreditados en el Congreso de los Diputados, entre cuatro nominados seleccionados a propuesta de los propios periodistas y de otras instancias parlamentarias.

Concretamente, Rajoy logró ese galardón compitiendo con los portavoces del PNV, Aitor Esteban, de Coalición Canaria, Ana Oramas, y el líder de Ciudadanos, Albert Rivera. El premio a Rajoy fue dado a conocer, al igual que el resto de los galardonados, en el curso de la gala que tradicionalmente se celebra en el hotel Palace, cercano al Congreso de los Diputados, durante el penúltimo pleno parlamentario del año.

Pedro Sánchez, que dejó su acta de diputado a principios del mes de octubre tras dimitir como secretario general del PSOE, fue galardonado con el premio “azote del Gobierno”, superando a los nominados Juan Carlos Girauta, de ciudadanos, Pablo Iglesias, de podemos y Joan Tarda, de ERC. El premio a Sánchez fue una de las sorpresas de la noche.

El líder de Podemos, Pablo Iglesias, fue otro de los protagonistas de la gala al recibir, contra pronóstico de las “quinielas”, uno de los premios menos deseados, el de “castigo a la prensa” que se otorga al parlamentario más “pesado” o que muestra una peor relación con los periodistas.

Pedro Sánchez, que dejó su acta de diputado a principios del mes de octubre tras dimitir como secretario general del PSOE, fue galardonado con el premio “azote del Gobierno”

Iglesias, que superó en votos a la ministra Fátima Bañez, al socialista Eduardo Madina y a Albert Rivera, no estuvo muy acertado en la breve alocución que realizan los galardonados tras recibir el correspondiente galardón, una escultura que reproduce la fachada del Congreso, a juicio de la mayoría de los asistentes a la gala.

El diputado valenciano Joan Baldoví, de Compromís, logró uno de los premios más deseados, el “Luis Carandell” que premia a la mejor relación con la prensa. Superó a los nominados Pablo Casado, del PP, Patxi López, del PSOE, y Margarita Robles, del PSOE.

El portavoz del PP, Rafael Hernando, se hizo con el premio “azote de la oposición” superando a Irene montero, de Podemos, Gabriel Rufián, de ERC y Celia Villalobos, del PP. Otros premiados fueron el portavoz del grupo Unido Podemos, Íñigo Errejón, como diputado 2.0, Virginia Felipe, de Unidos Podemos, como senadora del año, y Ernest Urtasun, de Iniciativa per Catalunya, como eurodiputado del año.

La pregunta “del millón” fue para la formulada por el diputado Joan Tardá, portavoz de ERC. Este galardón resalta aquella pregunta por escrito que destaca por su originalidad. En este caso se refería al accidente que sufrió la hermana del rey, la infanta Elena, al caerse de un caballo. El parlamentario republicano, en síntesis, preguntaba si el equino que cabalgaba la infanta era de titularidad pública o privada.

La gala, que registró una nutrida afluencia de periodistas, parlamentarios y personal del Congreso y del Senado —alrededor de 450 personas— fue clausurada como es habitual con unas palabras de la presidenta del Congreso de los Diputados una vez concluyó la cena y la ceremonia de entrega de los diversos premios, que se intercalan con la emisión de varios videos irónicos sobre la actividad parlamentaria del año.

Ana Pastor sorprendió a todos los presentes con una intervención de fuerte contenido irónico que, según confesó, fue improvisando a medida que transcurría la ceremonia de entrega de premios. “He tenido varias sorpresas y una de ellas es que debemos reírnos de nosotros mismos”, aseguró, tras dedicar comentarios a los principales dirigentes de los grupos parlamentarios, incluido el de su propia bancada.

Con fama de presentar una imagen seca y un tanto distante, Pastor mostró un gran sentido del humor, muy al estilo de los monologuistas de los mejores programas de televisión. Y recordó que ella misma fue distinguida con el premio de “castigo a la prensa” en una edición anterior, aunque en la siguiente fue nominada para el premio “Luis Carandell”. Sus palabras recibieron la mayor salva de aplausos, con muchos de los presentes puestos en pie, algo desconocido para una intervención de quien preside la institución.

En la gala fue concedido el premio al mejor cronista parlamentario que recayó en la periodista Lucía López Rojo, de la agencia Europa Press, una profesional que lleva varios años desarrollando su trabajo en la sede parlamentaria. El galardón se concede también tras una votación de los miembros de la APP. La premiada hizo un llamamiento al reconocimiento del protagonismo de la mujer en el ámbito laboral y a la dignificación del trabajo periodístico “que ha de ser compatible con la conciliación familiar”.