Este artículo se publicó hace 11 años.
Rajoy gana por goleada a Aznar
Sólo tres Comunidades autónomas asumen indicaciones del ex presidente. Los conservadores dan portazo a un posible retorno de éste al liderazgo del PP.
En público, la cortesía del PP con el presidente de Honor sigue siendo exquisita, aun con los matices, por ejemplo, de la ministra de Empleo, Fátima Báñez, que, un día después de la intervención de José María Aznar en el Club Siglo XXI pidiendo reformas "de alta intensidad", puntualizó este discurso asegurando que el Gobierno de Mariano Rajoy "es el más reformista de la democracia". El discurso de Aznar ya había sido desgranado en su versión más dura en la entrevista que ofreció a Antena 3 hace tres semanas, ese lunes 21 de mayo que dejó a los conservadores en estado de shock hasta que, ahora, han conseguido recuperarse a la sombra de un análisis sosegado de la realidad objetiva del PP: "Aznar no cuenta con apoyos orgánicos -reflexionan los conservadores-. En el impensable caso de que decidiera regresar al liderazgo activo del partido, es probable que sólo el partido en Madrid le diese su apoyo. Y si Esperanza Aguirre sigue al frente", matizan.
Efectivamente, en el PP están ahora más tranquilos; a lo sumo, algo molestos por la irrupción de Aznar en unos momentos tan difíciles para el Ejecutivo. Recuerdan que, desde 2008, Rajoy y -sobre todo- la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, han ido tejiendo su red interna de poder autonómico, con personas de su elección y, en muchos casos, de su confianza -"No es lo mismo"- y, en 2013, sólo se les resiste la Comunidad de Madrid, en la que, sin embargo, trabajan para unirla al que ven como un bloque compacto de apoyo a Mariano Rajoy y a la dirección nacional del partido.
El factor tributarioSin embargo, esta semana, dos voces más se han unido a Madrid y a las reivindicaciones del ex presidente, particularmente, a la más potente y complicada de todas ellas: la bajada de impuestos en la que Aznar insiste allá por donde va. El presidente de Extremadura, José Antonio Monago, dio la campanada esta semana, en el Debate sobre el Estado de la Región, anunciado una bajada del IRPF al 90% de los extremeños que lo pagan (430.000), esto es, un ahorro de 23 euros de media. La última decisión de Monago se corresponde, además, con su intención de rebajar el IVA cultural del 21 al 13% mediante compensaciones o con su choque frontal con Hacienda por la decisión del departamento de Cristóbal Montoro de retirar la paga extra de los funcionarios. ¿Apoyaría el presidente extremeño a Aznar en caso de que éste se postulase para sustituir a Rajoy? Nadie pone la mano en el fuego por el respaldo del barón rojo a Rajoy: "Va por libre, aunque probablemente sería diferente si no gobernase gracias a IU; un pacto que, por otro lado, resultaría mucho más complicado de asumir con el Aznar de ahora al frente del PP". De momento, Monago ha materializado enseguida su apoyo a las tesis del ex presidente, además, al día siguiente del discurso de éste.
El presidente de Cantabria, Ignacio Diego, ha sido el siguiente en subirse al carro de José María Aznar y, probablemente animado por el gesto de su homólogo extremeño, anunció el miércoles que su Ejecutivo iba a estudiar la bajada de impuestos, tasas y la implementación de ayudas para 2014. Igual que la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, que enseguida arropó los postulados de su marido y de la presidenta de su partido, Esperanza Aguirre, y anunció en el Debate del Estado de la Ciudad -también celebrado esta semana- un paquete de medidas para reducir la presión tributaria sobre los empresarios, entre ellas, la generalización de la llamada tarifa plana de la Seguridad Social que aprobó el Ministerio de Empleo en la Estrategia de Emprendimiento y Empleo Joven.
Sobre el resto de barones y presidentes del PP, en la calle Génova sí que no tienen dudas, empezando por los albertos (Fabra y Núñez Feijóo, cuyas comunidades, Galicia y la Comunitat Valenciana, concentran el mayor poder conservador en los Congresos), siguiendo por los recién llegados, como Arantza Quiroga al frente del PP de Euskadi, y terminando por antiguos colaboradores de Aznar, como la presidenta de Aragón, Luisa Fernanda Rudi ("Impensable su desmarque de Rajoy ni ahora ni en el futuro"); el de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, o el de Murcia, Ramón Luis Valcárcel, que probablemente estén ya "en retirada". En este repaso de baronías, ni se menciona siquiera Castilla-La Mancha, con María Dolores de Cospedal al frente y su estrategia -que hoy continúa en Andalucía y Madrid, en donde los líderes del PP no son candidatos seguros- de asegurarse números uno autonómicos carentes de inquietudes más allá de ganar sus territorios y ser fieles a quien gobierna. Hasta en las listas del PP para el Parlamento europeo se da por segura la salida de Jaime Mayor Oreja, que, junto a Aguirre, mantiene su admiración y fidelidad a Aznar.
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