Hubo dos reuniones de la cúpula de los Mossos d'Esquadra con el Govern para advertir del riesgo de "conflictividad social" y de "enfrentamientos entre cuerpos policiales y ciudadanos" el 1 de Octubre de 2017 -los días 26 y 28 de septiembre-, y para que el propio major Josep Lluis Trapero aclarase que los Mossos acatarían las instrucciones para impedir el referéndum. "Espero, president, que el domingo no haya ninguna desgracia importante que tengamos que lamentar", afirmó el entonces jefe de los Mossos. "El presidente de la Generalitat dijo que si se daba esa situación límite y se producía esa desgracia, 'posiblemente procederé a declarar la independencia'".

Es el testimonio de Joan Carles Molinero, excomisario de Coordinación Central de los Mossos d'Esquadra, hoy al mando de la Comisaría General de Movilidad. En su declaración como testigo en el juicio al procés catalán, Molinero ha seguido la línea del que fuera el número dos del cuerpo en los aledaños del 1-O, Ferrán López, y ha tratado de proteger a los Mossos mientras señalaba directamente a Puigdemont ante la Sala de Lo Penal del Tribunal Supremo.

Tanto López como el propio Trapero aseguraron haber realizado estas advertencias, si bien el president, acompañado en la última reunión por el vicepresident y el conseller de Interior, Oriol Junqueras y Joaquim Forn, hizo caso omiso. Forn no les transmitió ninguna instrucción política en ningún momento, pero también estaba al tanto de los riesgos, relataba.

Incluso se plantearon convocar una rueda de prensa para distanciarse del Govern y explicar la posición de los Mossos, afirmaba, máxime teniendo en cuenta las declaraciones de Forn y Jordi Turull, entonces portavoz del Govern, dando por hecho que la policía catalana permitiría las votaciones.

Querían trasladar su "voluntad inequívoca" de cumplir el mandado judicial de impedir el referéndum, si bien finalmente no convocaron esta comparecencia "por la intensidad de la actividad" esos días, por "un cúmulo de circunstancias". 

Según Molinero, advirtieron al Govern de que la presencia en las calles de hasta 3 millones de personas "movilizadas de forma permanente", coincidiendo con el despliegue policial -la confluencia entre "dos voluntades distintas"-, "posiblemente" desembocaría en enfrentamientos, 

El comisario, cuya comparecencia inicialmente estaba prevista para el miércoles, y se retrasó cuando López copó toda la sesión de la mañana, es el primer testigo en declarar en la 27 jornada del juicio, que también se prevé maratoniana-están citados 27 guardias civiles-. Molinero podría no haber respondido a parte de las preguntas, ya que ostenta la condición de investigado, junto al resto de la cúpula de los Mossos, ante un juzgado de Cornellá, por la supuesta pasividad de este cuerpo policial el 1-O.

Nuevo desmentido a Pérez de los Cobos

Por otro lado, el comisario Molinero ha seguido a pies juntillas la versión de López en lo que respecta a la actuación y el conocimiento del operativo del coronel de la Guardia Civil Diego Pérez de los Cobos, coordinador de todos los cuerpos policiales en esa jornada. 

La propuesta de desplegar a los mossos en binomios "fue aceptada por él, que no "puso en entredicho en ningún momento" esta distribución. Tampoco se podría desgajar el operativo de la policía catalana, ya que en realidad se trataría de un "único" dispositivo conjunto -integrado por Mossos, Policía Nacional y Guardia Civil-. De los Cobos aprovechó su declaración para criticar el operativo de los Mossos que, según los dos testigos él supervisó, y negó haber sido informado previamente del despliegue de binomios. Lo tildó de "estafa".

La existencia de contradicciones de este calibre llevó el miércoles al letrado de Forn, Xavier Melero, a pedir a la Sala que preside Manuel Marchena un careo entre de los Cobos y López, si bien el tribunal ha decidido rechazar esta solicitud por el momento, sin descartar que tenga lugar en una etapa posterior del juicio.