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Puigdemont regresa a Catalunya: "He venido para recordarles que todavía estamos aquí"

El expresident de la Generalitat ha aparecido en Barcelona en una concentración que ha reunido 2.500 personas, para desaparecer luego sin dejar rastro en medio de la comitiva que teóricamente le acompañaba al Parlament.

Carles Puigdemont
El expresidente de la Generalitat de Catalunya Carles Puigdemont interviene en un acto de bienvenida organizado por entidades independentistas en el paseo Lluís Companys. David Zorrakino / EP

Carles Puigdemont ha logrado esquivar a los Mossos d'Esquadra que esperaban a las puertas del parque de la Ciutadella de Barcelona. Acatando las órdenes del juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena, el cuerpo de seguridad había blindado el recinto donde se encuentra el Parlament y donde está previsto el pleno de investidura de Salvador Illa.

Teóricamente, Puigdemont debía dirigirse a la entrada sudoeste del parque por el paseo Lluís Companys y por el paseo Picasso desde el Arc de Triomf, pero ha desaparecido antes de que lo pudieran capturar. Arc de Triomf es la ubicación emblemática donde su partido y el Consell de la República habían convocado a las nueve de la mañana un recibimiento institucional.

El líder mesiánico de Junts finalmente ha aparecido en la capital catalana tras casi siete años de exilio y con una orden de detención que pesaba sobre sus espaldas, por el delito de malversación relacionado con la organización del 1-O y que el Tribunal Supremo se ha negado a amnistiar.

"A pesar de todos sus esfuerzos, a pesar de que nos han querido hacer mucho daño, he venido para recordarles que todavía estamos aquí. No podemos renunciar porque el derecho a la autodeterminación pertenece al pueblo de Catalunya", ha proclamado desde lo alto de un escenario, arropado por el clamor del público y con el apoyo de las distintas entidades independentistas (Assemblea Nacional Catalana, Ómnium Cultural, CDR o AMI, entre otras), de Junts, ERC y la CUP.

"Hoy muchos piensan que seré detenido y que para escarmentarnos vale la pena incumplir la ley de amnistía. No nos dejemos confundir, ni es ni será un delito obedecer el mandato del Parlament de Catalunya", ha sentenciado. Antes de terminar su breve intervención, ha señalado que no sabía cuándo volvería a ver a la gente, pero que, "pase lo que pase", quiere volver a gritar " visca Catalunya lliure".

Miles de personas procedentes de todo el territorio catalán ―unas 2.500, según los Mossos― le han recibido con los nervios a flor de piel, muchos de ellos con la bandera estelada en mano o en la espalda, luciendo máscaras de Puigdemont y camisetas con todo tipo de proclamas independentistas, así como carteles críticos con el acuerdo entre el PSC y ERC en los que se podía leer "el pacto de la vergüenza".

El ambiente en el Arc de Triomf se respiraba tenso desde primera hora de la mañana, con manifestantes como Raúl, un madrileño que vive desde hace más de 40 años en Catalunya y que se ha presentado a la convocatoria porque quiere continuar la lucha para conseguir la independencia.

Marta y Pere, por su lado, son una pareja de Terrassa que ha desembarcado en Barcelona a las ocho de la mañana, para "defender" al president y para manifestarse en contra de la "injusticia" que le oprime. La pareja ha explicado a Público que están "contentos" con la concentración, pero que no sabían que podía pasar.

En contraposición, en la puerta de la Ciutadella se ha desplegado un cordón de antidisturbios, encargados de evitar el paso de cualquier manifestante. Allí, unas decenas de personas se han congregado en una contraconcentración convocada por Vox para mostrar su rechazo al expresident. Se han podido oír gritos de "separatistas, terroristas" y "Puigdemont a prisión".

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