La construcción del hospital público de emergencias de Valdebebas, más conocido como Hospital de Pandemias, fue anunciada a bombo y platillo por la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, quien recordó con orgullo que el espíritu de ese nuevo centro sanitario iba a ser heredero del que tuvo que ser instalado en IFEMA durante la fase más dura de la pandemia de la covid-19.

Pero la iniciativa no nació con buena estrella. Los grupos de oposición y las asociaciones médicas cuestionaron la necesidad de crear un hospital de esas características y subrayaron que lo prioritario es cubrir las necesidades del personal sanitario y de la asistencia primaria en Madrid.

El hospital, cuyo presupuesto asciende a 50 millones de euros, tendrá una extensión de 40.000 metros cuadrados y dispondrá de un millar de camas, pero llegará tarde para atender las necesidades originadas por la nueva oleada de coronavirus que sacude al país, y particularmente a la Comunidad de Madrid, según los grupos políticos de oposición.

El proyecto ha tenido que superar también una serie de trabas administrativas porque no se ajustaba al planeamiento urbanístico de la ciudad, lo que motivó un informe negativo del Área de Desarrollo Urbano dirigida por Mariano Fuentes, de Ciudadanos. Los técnicos municipales dictaminaron que la extensión del nuevo hospital sobrepasaba el espacio físico permitido en la zona.
Para resolver el escollo, el gobierno de Díaz Ayuso se acogió al artículo 161 de la Ley del Suelo de la Comunidad de Madrid y declaró "de extraordinaria urgencia y excepcional interés público" la construcción del hospital, lo que desbloqueó el proyecto.

En la situación actual, y dado que la normativa del Ejecutivo autónomo es de mayor rango que la municipal, el Ayuntamiento de José Luis Martínez-Almeida se verá obligado a cambiar su ordenamiento urbanístico para que el proyecto del hospital encaje en el planeamiento urbanístico de la ciudad.

Ayuso campa a sus anchas por Madrid

Todo indica que el nuevo hospital será una realidad en otoño y, ante esta evidencia, el Grupo Municipal Socialista ha hecho un llamamiento al regidor para que evite que Díaz Ayuso "campe a sus anchas" por la ciudad de Madrid, utilizando el mismo mecanismo legal que empleó en su día Esperanza Aguirre para construir ocho hospitales públicos cuya gestión pasó posteriormente a manos privadas.

En declaraciones a Público, Mercedes González, portavoz adjunta del PSOE en el Ayuntamiento, admitió que ya no existe margen para paralizar un proyecto que llega tarde. "Tenemos un grave problema de salud pública en un Madrid que está completamente desbordado, con ocho hospitales que tienen ya el 90% de las UCI en funcionamiento. El hospital de pandemias no nos ha servido. Lo que sirve es reforzar la atención primaria y dotar de medios a los hospitales, cuya situación empieza a parecerse a la que registraron en el mes de marzo", advirtió la edil socialista.

La portavoz socialista puso de relieve que Ayuso ha demostrado un gran interés por el Hospital de Pandemias y quiere levantarlo a toda costa, aunque sea imponiéndose al Ayuntamiento de la capital. "Y en este caso", puntualizó, "tenemos a su socio más absoluto y más fiel, que no es Ignacio Aguado, sino José Luis Martínez-Almeida. Y Almeida calla y mira para otro lado, y la deja hacer".

El método de Esperanza Aguirre

Tras señalar que el alcalde deberá explicar cuanto antes cómo va a cambiar el planeamiento urbanístico para encajar el nuevo centro sanitario, González insistió en que el método seguido por Ayuso en el Hospital de Pandemias recuerda mucho al que utilizó Esperanza Aguirre, que se sirvió de las razones de urgencia y el extraordinario interés público de la Ley del Suelo para construir los hospitales que luego privatizó.

"En este caso", explicó la concejala del PSOE, "Ayuso ha decidido encajar con calzador el hospital en la zona que le ha dado la gana, la Ciudad de la Justicia, y luego cederá la gestión a empresa privadas como Quirón o Ribera Salud".

González dijo que detrás del proyecto del Hospital de Pandemias se esconden las discrepancias entre el PP y Ciudadanos, tanto a nivel municipal como autonómico. Para argumentar su afirmación recordó el informe negativo emitido por el Área de Desarrollo Urbano, dirigida por el concejal de Ciudadanos Mariano Fuentes.  "Un informe", remarcó, "que firma desde el primer técnico hasta el director general".

En tono irónico, la portavoz socialista recurrió al mundo de la televisión para definir las relaciones que mantienen Díaz Ayuso y el vicepresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio Aguado.  "Pasa como en Sálvame porque de sus diferencias se entera todo el mundo, saltan a los platós y dan un espectáculo lamentable. El matrimonio Almeida-Villacís es otra cosa, discuten pero de puertas adentro".