Imanol Pradales, candidato del Partido Nacionalista Vasco (PNV) a los comicios de Euskadi, ha reducido la pelea de este domingo a la elección entre dos modelos: el que representa el PNV y el que representa EH Bildu. En el acto de cierre de campaña, que ha tenido lugar en la ciudad de Bilbao, Pradales ha pedido el voto para lograr "una mayoría fuerte con la que no poner en riesgo todo lo construido".

Y, también, para luchar por un "futuro ilusionante". Un futuro lleno de "color", lo ha llamado Andoni Ortuzar, presidente del partido, en contraposición a una "vuelta al pasado"; a una Euskadi "en blanco y negro". Pradales ha clamado por una tierra "orgullosa de su identidad",  con "presencia y voz propia en Europa", "cohesionada, sin exclusiones, brechas o machismo" y "cada vez más libre".

Con las últimas encuestas apuntando a un posible sorpasso de EH Bildu a la formación jeltzale, Imanol Pradales ha echado el resto en el final de la campaña y no ha escondido, en el acto de cierre, la importancia que confiere el PNV a apuntalar todos sus votos en unas elecciones que se prevén ajustadísimas.

En esa línea, Joseba Díez Antxustegi, cabeza de lista del PNV por Álava, que también ha participado en el acto, ha pedido no considerar la opción de votar "al que decide", en referencia a una fórmula que ha utilizado el Partido Socialista de Euskadi (PSE), toda vez que el apoyo socialista será fundamental para aupar a la presidencia de la comunidad o al PNV o a EH Bildu, aunque, a estas alturas, parece difícil que, si se cumplen las predicciones de voto, Eneko Andueza, el candidato socialista, no haga lehendakari a Imanol Pradales. Díez Antxustegi ha insistido en que el que "decida" sea cada votante.

No hay que pasar por alto el punto de inflexión que representó el ataque con gas pimienta que sufrió el candidato en un acto en Barakaldo. Afortunadamente, la agresión quedó en un susto y Pradales, después de ser tratado en el hospital, pudo continuar con sus mítines y debates con normalidad. Inclusi ha bromeado con ello el propio Díez Antxustegi. Ha dejado caer que, "si alguien cree que hay algún programa mejor" que el del PNV, "que vaya al oftalmólogo que trató a Imanol Pradales" después de la agresión.

También se puede encontrar simbolismo en el hecho de este mismo viernes, en el último día de campaña electoral, se hayan materializado tres traspasos de competencias que había acordado con la comunidad vasca con el Gobierno central. Cercanías, homologaciones de estudios y la asunción de más funciones por parte de Euskadi en el Sistema de acogida de Protección Internacional y Temporal, tales como el apoyo social, jurídico, psicológico o sociolaboral a personas migrantes.

Es un ejemplo de "todo lo conseguido" que Pradales pide que se conserve con los votos de los vascos. "Hemos hecho grandes cosas que hoy ponemos al servicio de Euskadi". Es como ha resumido la misma idea el lehendakari saliente Iñigo Urkullu, primero en intervenir en la soleada tarde bilbaína, que ha contado con la presencia del secretario general de Junts per Catalunya, Jordi Turull, o de Carlos Alonso, portavoz de Coalición Canaria en el Cabildo de Tenerife y candidato a las elecciones europeas, a las que su formación concurre con el PNV, que nombró candidata a Oihane Agirregoitia.

Un James Bond hijo del PNV

Antes de que comenzara la parte sustantiva del acto, dos conductores han introducido a los intervinientes, con especial atención, claro, al candidato a lehendakari. Le han encontrado un parecido razonable con el personaje de ficción James Bond. Un parecido físico, pero no solo. De nuevo, han traído a colación la agresión con gas pimienta: "Durante el día le atacaron y por la noche ya estaba en el debate electoral".

Y ese "James Bond", como lo han bautizado durante la campaña, es hijo del PNV. Así lo ha dicho él mismo. Gran parte de su intervención la ha dedicado a recordar a su padre, uno de los fundadores del partido en Santurce (Vizcaya), que lo llevó con ilusión a ver cómo se ponía la primera piedra de Sabin Etxea, la actual sede del Partido Nacionalista Vasco. En aquel evento estaba Iñigo Urkullu y Pradales, según ha dicho, lo recuerda con enorme ilusión.

Este domingo se decide el futuro de Euskadi, en principio, para los próximos cuatro años. Para hablar de estas últimas horas antes de que se abran las urnas, Pradales se ha servido de una metáfora habitual entre los deportistas de remo. "Hay que bogar todos a una". Pradales ha dibujado una trainera en la imaginación de todos los presentes y ha animado a remar en los últimos metros. El domingo, la trainera llegará a destino. Eso sí, después vendrán los pactos.