La vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, ha protagonizado un choque este miércoles con la derecha y con la ultraderecha en el Congreso de los Diputados a cuenta de sus viajes a América Latina. La diputada del PP Valentina Martínez, y la de Vox, Inés Cañizares, han cargado contra Díaz por visitar Argentina, una de las paradas de la vicepresidenta en una gira por todo el territorio que finalizará en enero en Brasil, ya que la ministra de Trabajo acudirá a la investidura de Lula da Silva.

La parlamentaria del PP ha acusado a la titular de Trabajo de "hacer una gira para sus fotos como líder de un partido inexistente", y ha criticado el apoyo de Díaz a Cristina Fernández de Kirchner tras su condena por corrupción que la aparta de la carrera electoral, una condena que la dirigente argentina ha asegurado que proviene de la "mafia judicial".

Díaz ha defendido su agenda internacional y le ha recordado a la diputada conservadora que el Ministerio de Trabajo que dirige ha firmado un total de 13 memorándums de entendimiento con 13 países "con gobiernos de diferente color", y que España se ha convertido en el país con más convenios de la OIT ratificados.

La vicepresidenta, sin embargo, no se ha quedado ahí, y ha traído al Congreso la historia de una práctica conocida en Galicia, que Alternativa Galega de Esquerda, la coalición que la llevó a ser diputada en el Parlamento gallego en 2012, denunció junto a otras formaciones en varios procesos electorales.

Díaz ha recordado que hace poco más de un mes, en noviembre, el presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, viajó a Argentina, aunque, ha explicado, "con una diferencia": "Esta vicepresidenta ha respetado los gobiernos legítimos y ha tenido la misma agenda con gobiernos de izquierdas que con los de derechas, mientras que ustedes van a Argentina a traer sacas de votos, algo que en Galicia conocemos bien".

En ese momento, la vicepresidenta ha pronunciado la palabra carretaxe, un fenómeno muy conocido en la política gallega que engloba aquellas prácticas poco éticas que consisten en llevar a los votantes directamente desde sus casas hasta las urnas para tratar de decantar procesos electorales. 

En diferentes elecciones autonómicas y municipales, partidos como el PSdeG, el BNG o, en su día, AGE, han acusado al PP de llevar a personas de avanzada edad desde sus domicilios o desde residencias para que depositen votos a favor de los conservadores. En las elecciones gallegas de 2012, AGE denunció que los conservadores habían desplazado en autobuses a unos 300 ancianos de la residencia de Rairo (Ourense) para votar. 

A las personas desplazadas con este fin por partidos políticos se las denomina carretada, y a la práctica, el carrexo o carretaxe.