Este artículo se publicó hace 9 años.
Podemos aprieta para meter el tratado con EEUU en la campaña autonómica
La eurodiputada Lola Sánchez advierte de los peligros del acuerdo, "un atentado contra la soberanía", y "un ataque del gran capital a las democracias europea y estadounidense".
Alejandro López de Miguel
MADRID.- Ha pasado meses advirtiendo de los peligros del tratado de libre comercio, "un ataque del gran capital a las democracias europea y estadounidense"; "un acuerdo mastodóntico que se está negociando con total opacidad" y un "atentado contra la soberanía" de los países. Casi desde que tomó posesión de su escaño en el Europarlamento hace ya casi un año, Lola Sánchez ha centrado su labor en arrojar luz sobre el acuerdo comercial de Bruselas y Washington, en señalar las sombras del polémico tratado.
Este viernes, la eurodiputada de Podemos ha vuelto a alertar de los peligros del TTIP (Transatlantic Trade and Investment Partnership, por sus siglas en inglés), aunque en esta ocasión lo ha hecho con el máximo respaldo de la formación. Hace un par de semanas, la dirección de Podemos decidió poner toda la carne en el asador y volcarse en apoyar a Sánchez, apenas unos días antes de una de las fechas marcadas en rojo en el calendario: el 18 de abril, el día en el que se sucederán cientos de protestas contra el TTIP a ambos lados del Atlántico.
Tampoco es casual que el partido enarbole esta bandera cuando apenas quedan cinco semanas para las elecciones autonómicas y municipales, en las que Podemos quiere meter el TTIP en la agenda pública. Hasta ahora, sólo la Izquierda Unida de Antonio Maíllo en Andalucía ha peleado por meter el acuerdo en una campaña electoral, y el partido de Pablo Iglesias está decidido a utilizar su maquinaria comunicativa para dar a conocer un acuerdo que todavía resulta desconocido para la mayor parte de la ciudadanía.
Apenas unos minutos antes de comenzar el acto, en conversación con Público, Sánchez ha mostrado su determinación por bloquear el acuerdo que permitirá a las multinacionales demandar a estados por cifras millonarias, y ha insistido en que con acciones ciudadanas como las del 18 de abril parar el TTIP todavía es posible parar el "Tratado Vampiro" (como lo apoda Susan George, una de sus más conocidas detractoras).
La eurodiputada recuerda que es precisamente esta presión ciudadana la que ha hecho posible que se hicieran públicos algunos detalles sobre un acuerdo en el que parte de los documentos sobre las negociaciones no se harán públicos hasta dentro de 30 años. "Intentan imponer un orden mundial, una forma de comerciar", denuncia, antes de criticar el bloque mediático sobre el TTIP, que considera "intencionado, al menos en parte".
Igual de crítico con los medios de comunicación se muestra el secretario de Relaciones con la Sociedad Civil, Rafa Mayoral, que ha reconocido la labor de Sánchez y ha apoyado su descripción del TTIP como un arma del neoliberalismo para reducir estándares, acabar con derechos laborales, permitir nuevas privatizaciones y en definitiva servir como alfombra roja para las multinacionales.
La UE y EEUU comenzaron a negociar formalmente el acuerdo a mediados de 2013, y la opacidad del mismo ha desatado las críticas de fuerzas políticas como Syriza, IU o Equo, y ha puesto en pie de guerra a plataformas, movimientos sociales e iniciativas como Ecologistas en Acción o ATTAC.
Como recuerda Sánchez, la falta de reuniones de los negociadores españoles con la sociedad civil (un 97% de los encuentros han tenido lugar con las empresas, según la eurodiputada) o el mecanismo ISDS que permitirá a las multinacionales demandar a estados ante tribunales arbitrales privados han hecho saltar todas las alarmas entre los ciudadanos de países como Holanda o Alemania.
La inclusión de un Consejo de Cooperación Regulatoria que sentaría a las empresas en la misma mesa que a los estados para tomar decisiones sobre regulaciones actuales, futuras y pasadas, hace del TTIP un acuerdo especialmente peligroso para sus detractores, que no están de acuerdo siquiera con el nombre de esta alianza.
La Comisión Europea vende los supuestos beneficios económicos que generará el TTIP, pero los críticos con el acuerdo recuerdan que los aranceles entre la UE y EEUU están en torno al 2,5% de media, por lo que el objetivo de este acuerdo no estaría realmente ligado al libre comercio. Sánchez lo tiene claro: supone dar carta blanca a las multinacionales, elevarlas a un nivel superior al de los gobiernos elegidos de forma democrática. Y, desde luego, los perjudicados serían los ciudadanos de ambos lados del Atlántico.
Convertíos en embajadores del tratado"; "usad el miedo al TTIP para movilizaros, porque funciona", zanja Sánchez.
Monedero reaparece en un acto público de Podemos para unirse a las críticas contras la negociación del TTPI
Sánchez ha impartido su última charla sobre el TTIP a partir de las siete de la tarde de este viernes en el Círculo de Bellas Artes. La eurodiputada y Mayoral han sido presentados a los asistentes por Ramón Espinar, número tres en la lista del partido a la Comunidad de Madrid, en un evento al que también ha asistido Juan Carlos Monedero, secretario de Proceso Constituyente y Programa y número dos de Podemos, en su reaparición en un acto público de la formación.
Al acabar el acto, Monedero ha tomado brevemente la palabra para criticar el acuerdo de PP y PSOE en Europa para impulsar este acuerdo. "La lucha contra el TTIP se convierte en un absoluto reclamo para cualquier persona que se considere demócrata", zanjaba.
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