Entrevista a Juan Carlos Monedero"'Neurona' es el segundo caso más importante de guerra sucia tras el terrorismo de Estado"
Madrid-
Juan Carlos Monedero (Madrid, 1963), politólogo y cofundador de Podemos, describe en esta entrevista con Público el engranaje de las guerras judiciales o lawfare como la "connivencia entre sectores políticos, empresariales, mediáticos, policiales y judiciales". En el caso Neurona contra Podemos, que acaba de ser archivado después de tres años, Monedero ve a todos esos sectores en clara coalición para debilitar electoralmente a un partido político que suponía desde su génesis "una amenaza fortísima" para la derecha española.
Desde la legitimación como uno de los padres de Podemos y como experto en el análisis político, desgrana en esta entrevista los aciertos y los errores de una formación que tras el descalabro electoral quiere brillar en el Grupo Mixto. Y pone el foco de atención en el reciente goteo de dimisiones de destacados dirigentes de la formación morada: "Podemos había tenido que dedicar más energías a la discusión interna".
¿Es el 'caso Neurona' el paradigma de 'lawfare' en España?
Yo creo que es el segundo caso de guerra sucia más importante que ha habido en nuestro país. El primero fue el de los GAL, con el terrorismo de Estado. Creo que Neurona tiene tiene todos los ingredientes clásicos para definirlo como tal. Hay una pata judicial, que siempre es un poco la que la que hace que despegue el asunto; hay una pata mediática; obviamente hay una pata policial, que es de alguna manera la que le da cierta cobertura a la propia Justicia. Hay connivencia con sectores políticos, hay convivencia con sectores empresariales y, sobre todo, hay la decisión del sistema, reconocido por ellos mismos, de que había que frenar una fuerza política que salía de las calles, que no era controlable, que no pedía dinero a los bancos y que suponía una amenaza fortísima a la historia de este país.
Si el 15M había desafiado al ADN de la derecha española, marcada por la Constitución de 1876 de Cánovas, con la monarquía, el centralismo, el bipartidismo, el capitalismo clientelar, estalla con el 15M cuestionando al emérito, diciendo "PSOE y PP la misma mierda es", rompiendo la idea centralista con la emergencia del 15M en Catalunya también, metiendo en la cárcel a Rato, como el epítome de ese capitalismo clientelar. Y luego viene una fuerza política que va a convertir todo ese desafío en políticas públicas y los poderes de este país, que son los que tradicionalmente siempre que ha habido una emergencia democrática, han dado golpes de Estado: lo dieron el 36, lo dieron también con el golpe del 23F de Tejero para frenar lo que estaba siendo, según su punto de vista, un exceso democrático, y lo dieron con la emergencia de Podemos. Los golpes de Estado en el siglo XXI van a tener forma de lawfare y por eso, sí, Neurona es un ejemplo paradigmático de ese tipo de comportamientos.
"Los golpes de Estado en el siglo XXI van a tener forma de 'lawfare'"
Grandes titulares sobre las finanzas de Podemos, sospechas de una caja B como la del Partido Popular, desvío de fondos, comisiones... Todo esto durante tres años a raíz de la denuncia del abogado José Manuel Calvente tras ser despedido del partido. ¿No se debió admitir nunca a trámite esa denuncia, que más bien parecía una venganza?
Todas esas piezas eran un intento desesperado de poder atribuir a un partido de izquierdas todo por lo que había sido condenado el Partido Popular. Todo. Una vez en un debate en televisión me dijo uno del PP, después de estar en un tira y afloja acerca de si todos los partidos eran corruptos: "Reconocedlo, vosotros robáis como nosotros". Era como la declaración desesperada de un país que permitía tener el partido más corrupto de Europa.
Creo que toda esa construcción de las piezas del juez Escalonilla eran un intento de mantener también en el tiempo algo que debilitara electoralmente a Podemos y daba igual que no hubiera pruebas porque uno podría decir: "De acuerdo, el juez acepta la querella porque hay una denuncia de alguien de dentro, que es ni más ni menos que un gerente". Sonaba raro, porque el gerente había sido despedido, había tenido una una denuncia de acoso sexual que luego se archivó pero que se había efectuado. Era alguien que uno podía pensar que tenía animadversión y, por tanto, tenía que haberse cuidado mucho, si había algún tipo realmente de fortaleza.
Se deja que aquello discurra y cuando comparece Calvente le pregunta el juez: "¿Tiene usted pruebas?", y dice: "No, son rumores". "Pero ¿alguien se lo dijo?". Y se escapa un poco y dice: "Sí, Pablo Fernández, que era el gerente". Bueno, pues, poco tiempo después va Pablo Fernández y dice: "No, no, yo nunca dije eso".
Es decir, ha habido cuanto menos tres momentos absolutamente evidentes en los que el juez Escalonilla tenía que haber frenado esto: uno, en la inadmisión; dos, cuando el denunciante no presenta ninguna prueba salvo una verbal; y tres, cuando esa prueba verbal dice en juicio "No, no, yo nunca firmé eso". Sin embargo, Escalonilla continuó. La pregunta es: "¿Por qué continúa Escalonilla?"
¿Por qué lo hizo?
Yo creo que no se trata de un acto individual. Esto tiene sentido solamente con un Consejo General del Poder Judicial secuestrado porque si el Consejo General del Poder Judicial no hubiera estado secuestrado esto se hubiera frenado, igual que en algunas ocasiones desde el Tribunal Supremo se le ha dicho a otros jueces: "Están ustedes haciendo un juicio prospectivo. Están ustedes tirando a la caña, a ver si pueden pescar algo y eso está prohibido por la legislación en España".
Cuando Escalonilla puede permitirse el lujo de hacer esto es porque sabe que tiene el respaldo del Consejo General del Poder Judicial, tiene el respaldo de las asociaciones de jueces, que no protestan; tiene el respaldo del Tribunal Supremo, no en su conjunto, pero sí en algunos sectores. Y tiene, por supuesto, el respaldo del Gobierno del Partido Popular.
Por tanto, él sabe que se está lanzando a una aventura descabellada, pero se siente seguro y se siente seguro porque se lo mandataran o lo decidiera él, él entendía que frenar a Podemos es un acto de Estado. Entonces igual que esos señores gloriosos, que en el 36 decidieron que para salvar a España era comprensible cualquier tipo de actuación, pues seguramente supongo que Escalonilla entendió que para salvar a España era muy importante hacer lo que fuera menester para frenar los pies a la formación que había recibido cinco millones de votos y con el millón de Izquierda Unida, seis millones de votos, cuando Pedro Sánchez gobernaría con 5.300.000. Por tanto, yo creo que se juntaba un mandato de disciplinamiento general a todo el mundo: "Pórtense bien, porque quien no se porte bien va a recibir el peso de la ley".
"El juez Escalonilla entendía que frenar a Podemos era un acto de Estado"
Esto ya lo había dicho también Cayetana Álvarez de Toledo: "Los jueces son el último muro de contención frente a la democracia". Porque la derecha española no acepta unas elecciones si las pierde y ahí aparecen, ya digo, jueces como Escalonilla, que dicen: "Cuenten ustedes conmigo. Yo voy a hacer lo que esté en mi mano para tener durante tres años a una fuerza política como Podemos enmerdada".
En su caso, estuvo dos años imputado en 'Neurona'.
A mí me acusaron de haber hecho una factura falsa, con la colaboración de la UDEF [Unidad de Delincuencia Económica de la Policía], que también ha sido colaboradora necesaria de todo esto, porque supuestamente cuando el banco me la pide en marzo, yo la invento y la hago, dice la UDEF, y por eso el juez a mí me imputa. Bueno, pues antes de que yo tuviera que comparecer y el día de mi comparecencia le presento al juez los correos electrónicos que demuestran que yo la había mandado en diciembre y en enero, cuando se cierra el ciclo fiscal, a mis clientes para que me pagaran.
En ese momento se invalidaba radicalmente la hipótesis de la UDEF de que yo me había inventado la factura cuando me la pide el banco. Pues dos años todavía tuve que esperar a que el juez se dignara a abrir esos cuatro correos. Es cuando uno se pregunta: "Y esto, ¿por qué? ¿Hay algún tipo de animadversión? ¿Hay algún tipo de voluntad?" Porque muy normal no es, cuando además había algunos jueces que sí que me consta que dijeron: "Esto es una barbaridad".
¿Y el daño quién lo repara?
No hay reparación, porque todo esto se hace para hacer daño. Aunque yo tenga el firme convencimiento de que si hay un pato que prevarica, hay un pato que cada vez que habla dice cosas de prevaricación y que cuando se mueve, se mueve prevaricando ese es un pato prevaricador. Pero si en vez de un pato, hablas de un juez, pues es mucho más complicado plantearlo.
Aunque yo tenga la firme convicción de que el funcionamiento durante este juicio del juez Escalonilla ha sido ajeno a derecho, no es fácil, no es fácil en el Estado de derecho de España hacer mucho. Repito: desde hace más de cinco años tenemos el órgano de gobierno de los jueces secuestrado desde mi punto de vista por jueces sinvergüenzas, que están por encima de la Constitución y les da lo mismo; y que se han embolsado un dineral de una manera ilegítima durante estos cinco años, y ahí están, y no se les cae la cara de vergüenza, ni sufren bochorno. Es, al fin y al cabo, una de las razones por las cuales nació Podemos, nos echamos a las calles el 15M porque España se acostó franquista y se levantó demócrata, y los del Poder Judicial pasaron una buena parte en la Brigada Político y Social y una buena parte de los que se encargaban de pelear contra los demócratas pasaron a la Audiencia Nacional y los jueces pasaron al Tribunal Supremo. Entonces ahí hay una continuidad que se verifica por este tipo de cuestiones.
En qué país de la Unión Europea puede un líder de un partido político que ha sido fotografiado veraneando con un narcotraficante presentarse a unas elecciones; es inconcebible. Y eso en España puede hacerse precisamente porque uno de los poderes centrales del Estado, que es el Poder Judicial, todavía tiene un enorme olor a pies y a sobacos franquistas.
No podemos olvidar que Vox ha sido acusación en el 'caso Neurona'. ¿Qué le diría a todos esos jueces que se han manifestado, incluso con la toga puesta, alarmados por la inclusión del término 'lawfare' en el acuerdo entre PSOE y Junts?
Yo les digo que los jueces decentes y los profesores y catedráticos de Ciencia Política decentes que no reconozcan que en España hay lawfare son malos jueces y malos profesores de Ciencia Política, a no ser que su afirmación tenga que ver con otros intereses no confesables.
Creo que es absolutamente evidente que ha habido una voluntad de perseguir sin pruebas a una fuerza política que podía haber gobernado España, con un enorme aparato mediático, porque el lawfare no se entiende sin el mediafare, es decir, sin el acompañamiento mediático de todas estas acusaciones.
"El 'lawfare' no se entiende sin el 'mediafare', es decir, sin el acompañamiento mediático de todas estas acusaciones"
Cuando los jueces dan entrada a un partido como Vox como acusación particular para lo único que sirve es para que se filtre a los periódicos de la extrema derecha la instrucción. Yo, todo lo que me he enterado en estos casi tres años de las acusaciones de Neurona me he enterado porque lo publicaban estos sinvergüenzas. Porque a mí me imputan, pero como los casos siempre son secretos no sabes absolutamente nada, solamente sabes que un día te desayunas con un titular en algún medio basura acusándote de cualquier tipo de barbaridad, para mantener engrasada la acusación. Y para que de alguna manera se les permitan titulares como el de El Mundo, donde cuando toma posesión Yolanda Díaz y yo la saludo en el ministerio, el titular es: "Monedero, que está imputado, saludando a la ministra de Trabajo".
Permitir que partidos de extrema derecha o partidos como el PP y asociaciones vinculadas al PP entren como acusación particular lo único que están haciendo es completar el manual de funcionamiento del lawfare.
Respecto a las comisiones de investigación sobre casos de guerra judicial que exigen ERC y Junts, ¿sería necesario convocar una para investigar el 'lawfare' contra Podemos?
Si después de los GAL, el mayor atentado contra la democracia ha sido el lawfare contra Podemos, creo que el Parlamento tendría algo que decir. Porque aquí han participado de esta cacería todas las instituciones del Estado, y te diría que Felipe VI es culpable porque dice la Constitución que tiene que arbitrar el buen funcionamiento de las instituciones del Estado, y el silencio de Felipe VI frente al lawfare contra Podemos le hace responsable de esta fechoría.
"El silencio de Felipe VI frente al 'lawfare' contra Podemos le hace responsable de esta fechoría"
Han participado prácticamente todas las instancias oficiales, desde el rey hasta el Tribunal de Cuentas para intentar socavar la legitimidad de esta formación política. Yo creo que es obligatorio que el Parlamento dé una opinión al respecto porque si no será un Parlamento que silenciará, como hicieron después de barbaridades otros países europeos para intentar negar la realidad simplemente mirando para otro lado.
Hemos visto la guerra sucia contra Podemos desde su nacimiento y los ataques mediáticos, pero también cómo Podemos ha pasado de ser aquel partido que pudo gobernar a obtener unos resultados, el 28M, que lo sacaron de buena parte de los ayuntamientos y las comunidades autónomas. Ahora están en el Grupo Mixto. ¿Qué cree que ha hecho mal Podemos para llegar a esta situación?
Todo lo que he planteado en esta entrevista parece imposible que no afectara a Podemos. Cuando uno ve todo el desarrollo del ataque brutal al prácticamente 100% de los líderes de Podemos, ataques por tierra, mar y aire, portadas... Se ha convertido en un clásico mostrar la portada el día de la imputación... En La Razón, El Mundo, el ABC era la principal noticia del día con nuestra cara bien clarita para que se notase que los malvados de Podemos habían sido imputados.
Yo creo que el principal responsable de la suerte de Podemos ha sido los ataques, porque, además, y hay una cosa indirecta, los ataques pusieron a Podemos en señal de alerta y creo que eso ayudó a que no gestionasen bien todos los problemas internos.
Hay un libro que me gusta mucho de James Harris que se llama El gran miedo, donde explica cómo las purgas de Stalin y el funcionamiento del régimen tuvieron mucho que ver con los ataques que sufrió la Unión Soviética desde el primer día, con una alianza de todos los países, con atentados contra los líderes, con sabotajes, y eso generó, poco a poco, una sensación de acoso que iba enrocando al grupo dirigente.
Si es verdad que todas las formaciones políticas, desde que nos lo contó Michels [Robert Michels], tienen una tendencia a la ley de hierro de la oligarquía; si encima estás amenazado, la vacuna contra esa ley de hierro, que es inyectarle democracia, se dificulta cuando te están constantemente llegando ataques que quieren acabar contigo.
Y yo creo que uno de los problemas de Podemos es que ante esos ataques, al final, se ensoberbeció. Se hizo de alguna manera una fuerza política cerrada, suspicaz, muchas veces soberbia, donde no terminó siempre de identificar la disidencia interna con los ataques externos.
Y, por eso, siempre me ha dado mucha rabia, porque cuando te atacan, en el momento en que te agrían el carácter, te han derrotado. Y lo decía Bertolt Brecht en un poema clásico a los descendientes: "Nosotros, que hemos recorrido los continentes luchando por la revolución. Nosotros, que hemos gastado zapatillas por polvorientos caminos, hablando de la emancipación en libertad. Nosotros, que hemos vivido en tiempos sombríos, se nos enronqueció la voz". Si nos enronquecen la voz, nos han derrotado. Una de las derrotas indirectas que ha logrado el sistema contra Podemos es lograr que a Podemos se le enronqueciera la voz.
'Ergo'... ¿Podemos está derrotado?
No, todavía no. "Y el mundo da muchas vueltas y ayer se cayó una torre", que canta la seguidilla. Ha habido un acontecer vertiginoso desde la salida de Pablo Iglesias de la Secretaría General de Podemos, con una elección apresurada de Yolanda Díaz; con una elección menos apresurada pero también vertiginosa de Ione Belarra; con una incapacidad por las prisas de articular la interna; con un abandono por parte de Yolanda Díaz de los compromisos que supuestamente había adquirido con Podemos y el espacio; un choque crecientemente frontal entre Podemos y Yolanda Díaz y, por tanto, con Sumar; un desencuentro personal entre algunos actores, entre Yolanda, Pablo Iglesias, Irene Montero, que terminaba de alguna manera por enturbiar las necesarias relaciones; y, al final, un partido socialista muy contento de tener una izquierda como Sumar que le paliaba el descontento que le producía una fuerza política como Podemos.
Todo eso ha terminado determinando la salida del Grupo de Sumar y el paso al Grupo Mixto, por razones también muy explicables: si Sumar a Podemos le hace vetos, si le niega la participación política de sus cuadros, si le saca del gobierno y le deja fuera, si no le permite presentar ningún tipo de iniciativa en el Parlamento, si no le permite hablar en el Parlamento durante muchos meses, y si encima se están mandando cartas a los militantes de Podemos para que se pasen al movimiento Sumar, lo raro es que esto no hubiera ocurrido antes.
Algunos hemos intentado que esto no pasara, porque yo creo que desde el fragmento somos más vulnerables todos a la llegada de la derecha y de la extrema derecha, pero creo que Sumar, con la connivencia del Partido Socialista, no ha dejado mucho espacio a Podemos para tener que irse al Grupo Mixto, donde ya han tenido tres intervenciones en el Pleno. Por tanto, parece que esa visibilidad que Sumar le estaba negando a Podemos, para ganarla tenía que irse a otro lugar.
"La visibilidad que Sumar le estaba negando a Podemos, para ganarla tenía que irse a otro lugar: al Grupo Mixto"
Yo lo que espero es que el hecho de que Podemos esté en el Grupo Mixto no implique que no tiene que haber un diálogo, porque el Gobierno de coalición sigue siendo un Gobierno en el que también ha colaborado Podemos, que ha votado también Podemos, y, por tanto, tiene la obligación Podemos de exigir a este Gobierno que gobierne para las mayorías. No está en el Grupo Mixto para hacer oposición al Gobierno, está en el Grupo Mixto para colaborar a que el Gobierno haga políticas valientes para la mayoría y cuando no las hagas, por supuesto, denunciarlo. Pero creo que la principal tarea -y es la que creo que explica por qué Podemos, lejos de desaparecer, tiene una posibilidad de robustecerse- es convertirse en la fuerza política que desde una izquierda no complaciente con el Partido Socialista colabora a que el Gobierno de coalición se parezca al anterior Gobierno de coalición que logró cosas tan espectaculares para este país.
"Podemos está en el Grupo Mixto para colaborar a que el Gobierno haga políticas valientes para la mayoría"
Alejandra Jacinto, Jesús Santos, Roberto Sotomayor, Carolina Alonso...
Jaume Asens, Nacho Álvarez... Es dolorosísimo y creo que en Podemos no hemos sido capaces de gestionar
esos desencuentros. Yo no me canso de decir que dudo de que haya alguien tan alejado de Pedro Sánchez como Emiliano García-Page, pero Page no se va del Partido Socialista. En cambio, en Podemos la gente que tiene disidencias con la ejecutiva se marcha. Y eso es un problema de los que se marchan, pero también es un problema que compete a la dirección de Podemos. Por eso, mi insistencia en que todo el mundo haga una reflexión, es decir, que hagan una reflexión los que se han ido, por qué no se han quedado a pelear sus puntos de vista dentro de la formación... Porque cuando algunos se van a Sumar, que son muy pocos, dices: "Vale, hace más calor ahora en Sumar que en Podemos, me voy allí porque allí me garantizan el puesto que ya no me garantiza Podemos, porque tiene menos apoyos electorales y, por tanto, tiene menos recursos...". Esa gente a mí no me interesa tanto. Esa gente vino por interés y se va por interés; allá los dioses les guíen en su camino.
A mí me interesa la gente que se va a su casa y se va a dolida y se va rota porque entienden que Podemos no les ha cuidado. Ese desencuentro, que es propio de un partido joven, que es propio de un partido que tenía que haber dedicado más energías a la discusión interna, a la organización interna, marca un rumbo. Creo que la única posibilidad que tiene Podemos para encontrar su hueco es que en esta nueva etapa que inaugura todos esos comportamientos que han tenido como resultado final que la gente se haya marchado, se frenen; y que no solamente se evite que más gente se marche, sino que gente que se ha marchado encuentre razones para regresar a esta formación política.
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