La segunda reunión de este martes entre las delegaciones del PSOE y ERC para intentar llegar a un acuerdo de cara a la investidura de Pedro Sánchez parece que va a arrancar con enfoques muy distintos, porque mientras lo socialistas lo que quieren poner sobre la mesa es fundamentalmente una propuesta de más autogobierno para Catalunya, los republicanos catalanes dicen que el conflicto que hay que resolver es de soberanía.

Salvo algún conejo de la chistera que saque el PSOE en el último momento, la delegación socialista que se reunirá con ERC lleva una propuesta de acuerdo clara y ya conocida que se podría resumir en tres puntos: más autogobierno para Catalunya, una nueva financiación que tenga en cuenta algunos de los planteamientos nacionalistas y más inversiones del Estado en la Comunidad.

.Y, a todo ello, se sumará que el PSOE no se opone a una mesa de partidos -aunque falta precisar en qué formato y cuál sería su objetivo y contenido-, ni tampoco a reactivar las comisiones bilaterales entre los dos Gobiernos, que ya fija el actual Estatut.

El PSOE; según fuentes consultadas, no va a pasar de ahí y sigue manteniendo sus líneas rojas: no asumirá el derecho a la autodeterminación, ni aceptará la celebración de un referéndum por la independencia. Además, ni se plantea debatir la integridad territorial de España.

Todo esto sería lo más inmediato que la delegación del PSOE quiere poner sobre la mesa, pero tampoco se descartan compromisos a medio plazo, como afrontar una reforma constitucional que busque un nuevo encaje de Catalunya dentro de España o recuperar competencias que le fueron denegadas por el Tribunal Constitucional en la sentencia del Estatut a través de nuevas leyes orgánicas.

El PSOE cree que si ERC de verdad tiene voluntad de que se inicie la legislatura y no ir a unas terceras elecciones, la oferta socialista tiene los suficientes atractivos para que pueda ser aceptada por los republicanos catalanes y faciliten con su abstención la investidura de Sánchez.

En este sentido, los socialistas insisten en que sólo un Gobierno de PSOE y Unidas Podemos apuesta por el diálogo para solucionar la situación, que ya admiten como un “conflicto político” y no sólo un problema de convivencia.

Sin embargo, esta propuesta del PSOE no parece bastar a ERC, que este lunes dejó muy claro que el conflicto es de soberanía y que es el tema que se tiene que afrontar. Para ERC está superada la fase de pedir transferencias de nuevas competencias o de abordar una nueva financiación, y ni siquiera contemplan como salida la elaboración de un nuevo Estatut.

Además, ERC echó un nuevo jarro de agua fría a las prisas que tiene el PSOE para que haya Gobierno antes de final de año. El coordinador de ERC, Pere Aragonés, descartó que pueda darse un acuerdo rápido y planteó un escenario de negociación de "varias semanas", por lo que todo apunta a que no habrá investidura hasta el próximo año, salvo un acuerdo por sorpresa e inesperado.