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Investidura en AndalucíaMoreno lanza guiños a Vox con la violencia machista y ofrece su Gobierno para defender España
El próximo presidente andaluz arremete, en su discurso de investidura, contra el PSOE y su gestión en estos años y se abre a “corregir” lo que no ha funcionado para que “todas las víctimas estén protegidas”. También promete una inmediata bajada de impuestos
Sevilla--Actualizado a
Juanma Moreno (PP) entró en el salón de Plenos del Parlamento, saludó a Javier Arenas, el único líder de la derecha que ha ganado las elecciones en Andalucía con 50 escaños, presente en la tribuna de invitados y, entre el calor de los suyos, se acercó al estrado, desde el que lanzó el discurso más importante de su vida.
Tras recordar al niño perdido en Totalán (Málaga), fue directo al grano. Habló de “cambio, renovación y esperanza” y, acto seguido, pasó a reivindicar su pacto con Vox, imprescindible para su investidura. “Sin complejos, sin prejuicios, sin cordones sanitarios”, dijo. El PP tiene 26 diputados, por 21 de Ciudadanos, insuficientes para superar los 50 que tienen PSOE y Adelante Andalucía.
“Este es un parlamento nuevo, con una nueva mayoría. Necesito el apoyo de la mayoría de este Parlamento. Existe una mayoría de cambio legítima y clara. Soy consciente de que el Gobierno de coalición de PP y Ciudadanos no cuenta con la mayoría absoluta. He alcanzado un acuerdo con Vox”·, dijo Moreno. Luego, agregó también: “Quiero ser un presidente reformista. Para ello, se necesita tiempo y apoyo suficiente. Quiero que sea el gobierno del diálogo. Quiero hablar con todos”.
Moreno lanzó dos guiños importantes a Vox. Por un lado, ubicó con claridad a su Gobierno en la defensa de España. “[Queremos] darle más peso a Andalucía en la defensa de España. Somos una parte esencial de España. No se entiende España sin los andaluces. No nos sentiremos hipotecados por nada ni por nadie en nuestra defensa de España y de la Constitución. Andalucía se opondrá a los privilegios”, dijo. “Andalucía no puede ser moneda de cambio para nadie”, añadió.
Y, por otro, en el capítulo dedicado a la violencia machista, dijo: “Como presidente, me comprometo a actuar con responsabilidad y a exigir esa misma responsabilidad a todos para sacar de la contienda política asuntos tan sensibles como la violencia de género. El maltrato es una lacra social que debemos erradicar. Y hay que hacerlo construyendo sobre lo que ya tenemos. Sumando. Enriqueciendo. Mejorando las leyes. Sin cuestionar lo que ha funcionado y funciona, pero corrigiendo lo que no. Haciendo, en suma, que todas las víctimas estén protegidas”.
Sobre la familia, una de las exigencias de Vox, Moreno dijo: “La familiares el núcleo esencial de nuestra sociedad. El Gobierno hará de las familia un eje vertebrado de sus políticas, con un concepto transversal de la gestión, de manera que las demandas y las necesidades de las familias estén presentes en todas las decisiones que se adopten”.
El Parlamento de Andalucía se vistió de gala para la ocasión. Acudieron por el PP, además de Arenas, algunos viejos enemigos de Moreno, entre ellos, el propio alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, quien, eso sí, siempre con respeto y educación, ha cuestionado estos años el liderazgo del próximo presidente. Moreno va a ser presidente con uno de los peores resultados del PP en la Comunidad, el mismo que en 1990. Sin embargo, nada como la presidencia del Gobierno para cohesionar una organización. Era un día histórico para la derecha y la mayoría de dirigentes del PP estaban bien emocionados. 36 años de derrotas consecutivas marcan.
Leñazos al PSOE
Moreno dividió su discurso en dos partes, una política, en la que arremetió con dureza contra el PSOE y contra Susana Díaz, su antecesora, a quien de vez en cuando miraba directamente, y le pidió, si no “cortesía”, “al menos respeto institucional”; y otra de gestión, en la que desgranó su programa de gobierno, el que ya ha pactado con Ciudadanos y Vox. Díaz aguantó el tirón en silencio, desde su escaño.
En la crítica a los socialistas, no dejó fuera ni uno solo de sus habituales asuntos y dibujó una Andalucía, la que ha venido contando en sus años de oposición, en la que predominan la corrupción, el paro y el despilfarro de los fondos europeos.
“El cambio tiene que ser conciliador pero tiene que ser real. Hemos tenido una Andalucía ralentizada por una clase dirigente acomodada. Mucha gente ha advertido de que Andalucía no crece al ritmo necesario. Han dormido a los andaluces y los andaluces han despertado”, dijo.
Prosiguió Moreno: “Sería injusto no reconocer que se han hecho cosas buenas. Andalucía ha progresado en muchos ámbitos, pero basta echar un vistazo para comprobar que el progreso ha sido en toda España. En términos relativos estamos como estábamos. Andalucía tiene muchísimo talento, pero no se ha aprovechado el autogobierno, el Estatuto, ni los millones de fondos europeos”.
Moreno quiere limitar a ocho años los mandatos del presidente y de los consejero
Y remató el próximo presidente: “[Se han hecho] políticas para el mantenimiento de un partido político. Se ha trasladado el conformismo a la sociedad y una red clientelar permitió acomodarse en el poder con la sensación de que todo seguiría igual para siempre. Eso dio paso al triunfalismo. Ha resultado tremendamente paralizante. La sensación de final de ciclo era, como la sombra del ciprés, alargada”. Moreno proclamó: “El cambio ha llegado a Andalucía”.
Moreno reivindicó que va a ser el primer presidente no socialista de la Junta de Andalucía. “Esta no es una sesión de investidura más. Andalucía ha hecho su propia transición a la alternancia política, como han hecho todas las regiones de España. La alternancia es positiva, deseable y necesaria, el contrapeso a la degeneración política”. Y cerró con un leñazo a Susana Díaz: “La alternancia previene contra los objetivos de supervivencia personal en lugar de colectiva”.
Empresarios y sindicatos
Luego, en la segunda parte, después del vapuleo a los socialistas, se dedicó a enumerar las medidas pactadas con Ciudadanos y con Vox, que supondrán su programa fundamental de Gobierno, entre las que destacó las destinadas a luchar contra el paro y contra la corrupción. Moreno quiere limitar a ocho años los mandatos, una comisión de investigación sobre la Faffe y recuperar dinero de los ERE.
Moreno cita en su discurso de investidura a Suárez, Kennedy y Antonio Machado
“Toda política social comienza por la lucha contra el paro”, dijo. Moreno se comprometió a una inminente bajada de impuestos -eliminar el de Sucesiones y tocar los tramos autonómicos del IRPF- y a ejecutar de manera inmediata diferentes medidas destinadas a promover la actividad económica. “Negociaremos hasta la extenuación con empresarios, sindicatos, autónomos. Entre todos podemos diseñar el mejor futuro para Andalucía”, agregó.
Moreno eligió en su discurso citar a dos políticos, a quienes ubicó como referentes. Por un lado, una del expresidente de España, Adolfo Suárez (UCD), ya fallecido: “Soy una persona normal y voy a gobernar con toda normalidad”. Y por otro, otra del expresidente de EEUU, John Firtzgerald Kennedy: “La dificultad es una excusa que la historia nunca acepta”.
El próximo presidente cerró con una reivindicación de la concordia y se dirigió a Susana Díaz, a quien despidió de la presidencia con educación: “Presidenta Susana Díaz, quiero agradecer su labor y la de su Gobierno. Estoy convencido de que se realizó con la mejor intención. Mi puerta estará abierta siempre”.
Luego, recurrió a Antonio Machado: “Hoy es siempre todavía”. Y admitió que el hecho de que fuera él quien esta mañana pronunciaba el discurso de investidura parecía imposible: “Pueden los que creen que pueden”. “Siempre creí que podíamos alcanzar el sueño”.
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