Este artículo se publicó hace 5 años.
El millar de brigadistas árabes que lucharon contra Franco en el 36
La directora egipcia Amal Ramsis se ha lanzado a contar una historia inédita que muy pocos conocen. El documental, 'Venís de Lejos', habla del millar de árabes que pisaron suelo republicano para alistarse en el cuerpo de las brigadas internacionales entre 1936 y 1937. Como telón de fondo, cuenta la historia del único brigadista palestino que pasó por España, el también periodista Najati Sidqi.
María Serrano
Sevilla-
"La idea de la película surgió, tras leer en la revista Nación Árabe, un artículo escrito por Salvador Bufaroll sobre los árabes que lucharon en la Guerra Civil contra Franco y las tropas fascistas". Era el año 2003. Hasta ese momento, no se conocía casi nada sobre esa participación árabe, la del otro lado, la que había luchado en el bando republicano.
En aquellos días convulsos de investigación, la historia de los brigadistas árabes en España tuvo nuevas señas para Amal Ramsis, a través de uno de los fotogramas de la película 'Sierra de Teruel' de André Malraux. Nadie había conocido antes el hecho de aquellos brigadistas, ni de las vivencias de estos soldados que habían venido desde muy lejos, como reza el título del documental. Aquellos soldados llegarían para luchar contra el fascismo desde Argelia, Siria, Líbano, Iraq, Egipto y Marruecos.
Amal Ramsis cuenta a Público que "llegaron a España un millar de voluntarios, algunos vinieron con las Brigadas Internacionales, otros pertenecían al movimiento anarquista y otro tercer grupo al POUM". La forma de llegada también era diferente. Por ejemplo, "alrededor de 500 voluntarios argelinos anarquistas, llegaron en barcos desde el puerto de Oran, otros llegaron de forma individual, y en su mayoría entraban por Francia con pasaportes falsificados", como es el caso del brigadista palestino Najati Sidqui; que empezó a utilizar como seudónimo el nombre de Moustafa ben Jala.
"Soy voluntario árabe, he venido a defender la libertad"
Para aquellos brigadistas árabes, la lucha por la revolución en España y la derrota del fascismo, significaba "no solamente la liberación de sus países del colonialismo, también el acercamiento de alcanzar una sociedad más justa, a nivel de clase social". Amal afirma a Público como todas las noticias existentes sobre los soldados árabes en España giraban en torno a la participación de la Guardia Mora marroquí con las tropas de Franco. Estos soldados, sacados del mundo colonial "fueron llevados a la primera línea de fuego para morir". Después de hallar aquel primer fotograma, encontraría las memorias del brigadista palestino Najati Sidqi, que llegó a España como periodista durante la Guerra Civil en agosto de 1936, en solidaridad con el ejercito de la República y para luchar en el frente. "Al leer su libro, sentí que ya por fin había encontrado la historia que estaba buscando. Sin embargo, a lo largo de esos últimos años, descubrí que la historia de la familia de Najati Sidqi y, sobre todo, la historia de su hija Dulia iba mucho más lejos de lo que esperaba contar". Amal detalla cómo encontró "la historia palestina que nos relata que el sionismo es ·la continuación del proyecto fascista en Europa en los años treinta", destaca a Público la directora egipcia.
Najati Sidqi llegó a Barcelona para contar la revolución en el verano de 1936.
Najati Sidqi llegó a Barcelona para contar la revolución en el verano de 1936. No fue el final del viaje sino el inicio de uno mucho más largo que lo llevaría al final de sus días de nuevo a su tierra, Palestina. De sus días en aquella Barcelona revolucionaria, escribiría en sus apuntes, guardados en una libreta. "Soy un voluntario árabe y he venido para defender a Damasco en Guadalajara, a Jerusalén en Córdoba, a Bagdad en Toledo, al Cairo en Cádiz y a Tetuán en Burgos".
Su llegada hasta la ciudad condal la retrata, con gran detalle. "La magnífica Barcelona" dijo. "Una ciudad civilizada". De aquellos días cuenta: "Me propuse deambular por sus calles cuando me encontré con un grupo de milicianos. Un comandante republicano vino a mi encuentro pensando que yo era español. Me dijo ¿por qué no te unes a las filas de las milicias. Sonreí y le contesté en francés. "Soy un voluntario árabe. Vine para defender la libertad en el frente de Madrid".
Cinco meses combatiendo el fascismo en España
Sidqi llegaría a Madrid el día en el que las tropas franquistas, junto a los oprimidos marroquíes avanzaban del extremo este de España hacia el norte, a través del Guadalquivir y del sureste, a través de Badajoz. "Llegué a Madrid mientras la guerra estallaba en todos los frentes. Dos días después de mi llegada, me trasladaron a la calle Serrano. Fue la oficina donde escribí manifiestos a los soldados marroquíes y artículos para revistas españolas editadas en Madrid. También redacté algunos artículos para revistas árabes".
Bajo el seudónimo de Moustafa ben Jala, escribió para el periódico 'Mundo Obrero' , instando a los marroquíes a abandonar el ejército fascista. Sin embargo, la mayor parte de su actividad se centró en realizar transmisiones de radio, escribir panfletos en árabe que se distribuyeron entre los soldados del norte de África con el objetivo de promover su deserción. Sus mensajes no llegaban de cualquier forma, se acercaban hasta las trincheras para que los soldados escucharan los mensajes por medio de un megáfono. La misión de Sidqi tuvo fuertes desavenencias con sus compañeros comunistas. Sidqi abandóno España a finales del 36. El resto de su vida continúo trabajando como periodista, traductor y crítico literario, falleciendo en Atenas en 1979.
La cercanía que tienen todas las ciudades bombardeadas
La directora Amal Ramsis hace un alto en medio de la historia del documental para hablar de la similitud, del recorrido por los últimos conflictos armados ocurridos en los últimos ochenta años. En la cinta narra la cercanía que tiene todas las ciudades que son bombardeadas. "Ya sea en blanco y negro, es el mismo sonido y color. Podría ser la misma que esta foto de Bagdad en 2003. Madrid quedó abandonada a su suerte en 1936. Pero Madrid se convirtió en un mito por la resistencia de los republicanos" que ha quedado como una auténtica leyenda.
El documental no solo habla de la historia personal de Najati Sidiq. "Me acerco a la historia de una familia palestina. En esa historia podemos ver la relación dialéctica entre la historia y la vida de la gente, cómo afectan cada una a la otra y cómo entra nuestra voluntad humana, nuestras creencias como factor en esa historia".
Dulia vivió la dureza de la guerra y la melancolía de vivir hasta los 26 años exiliada
Amal fue a Atenas, donde el brigadista palestino Sidqui fallecía en 1979, para conocer a su hija, Hind Sidqui. "Mantuve una relación estrecha con toda la familia, a través los correos y las llamadas telefónicas y algunas visitas". Amal quería construir la imagen de aquella guerra y el drama de aquella familia "a partir de elementos fragmentados entre países, idiomas, emociones y secretos". Nadie tenía la imagen completa, nadie tenía la historia completa. El trabajo de esta directora se centraría en "en reconstruir toda la historia desde el principio, no solamente como historia individual familiar, sino en su relación con los hechos políticos e históricos.
La otra hija de Najati, Dulia vivió la dureza de la guerra y la melancolía de vivir hasta los 26 años exiliada. El documental gira en torno a su figura y de como Najati tardaría décadas en poder volver a verla . "Viví y aprendí a ser feliz en el internado ruso". Dulia solo pasa un corto período de su infancia con su madre. Vivieron en el hotel Luxe de Moscú, entre 1936 y 1939. "Más tarde, su madre volvió a Palestina y hasta los 26 años, no volví a verla".
De sus días en España Nayati, recordaba el edificio de Teléfónica y el hotel Colón. Aquella herencia y todos sus recuerdos también lo trasmitió a sus hijos, a través de sus memorias. En ellas hablaba como "en la esquina de la plaza de Cataluña, se registraban los milicianos socialistas y comunistas. Aquí se registraban los brigadistas internacionales. Se escuchaban todos los idiomas".
Amal ha sido galardonada por el documental Venís de Lejos con el premio premio Tanit de Plata del Festival de cine de Cartago, Túnez, 2018. La sensibilidad de los hechos que cuenta deja una fuerte huella en el espectador. También un claro mensaje sobre la gran falta de memoria histórica, no solo en Europa, también en nuestro mundo árabe. "No estoy hablando del desconocimiento de los hechos, sino de la falta de tener una mirada analítica hacia la historia, una mirada que intenta construir a partir de nuestra memoria común como pueblos, da igual si son pueblos del sur o del norte".
Comentarios de nuestros suscriptores/as
¿Quieres comentar?Para ver los comentarios de nuestros suscriptores y suscriptoras, primero tienes que iniciar sesión o registrarte.