Marinaleda reivindica su modelo de vivienda pública en plena ola de protestas y se lo ofrece a Moreno Bonilla
El alcalde envía una carta a la consejera andaluza de Vivienda en la que la invita a conocer "de primera mano" el modelo de autoconstrucción que se aplica y le reclama fondos para hacer más viviendas públicas.
Sevilla--Actualizado a
En plena ola de protestas por los problemas que existen a lo largo y ancho del país en el acceso a la vivienda, el alcalde de Marinaleda, Sergio Gómez Reyes (Podemos-IU), ha enviado este jueves una carta a Rocío Díaz (PP), consejera de Vivienda del Gobierno que preside Juan Manuel Moreno Bonilla, en la que reivindica el modelo alternativo de construcción de vivienda pública de la localidad, un emblema para las izquierdas. En ella le ofrece visitar la localidad y le reclama colaboración y fondos para poder levantar más vivienda pública.
"Le invito a que conozca de primera mano nuestro modelo de construcción de viviendas públicas, que es pionero", le expresa el regidor a la consejera. "Necesitamos vuestra colaboración —añade—: el Ayuntamiento de Marinaleda se compromete a habilitar suelo urbano en la medida que la Junta de Andalucía se comprometa a [disponer] los fondos necesarios para la construcción de viviendas en nuestro pueblo".
"Nos comprometemos, también, a que ni un céntimo de euro de ese dinero público sea utilizado para lucro privado de nadie", apunta el regidor. "No tema ni mire para otro lado, invertir en derechos tan básicos como la vivienda es algo de lo que pude estar tremendamente orgullosa", le reclama Gómez Reyes, heredero del mítico dirigente jornalero y alcalde Juan Manuel Sánchez Gordillo.
En Marinaleda, según los datos que aporta el ayuntamiento a Público, hay unas 300 viviendas públicas, de las mil que tiene el pueblo. "Mientras el Estado español cuenta con uno de los parques de vivienda pública más pobres de toda Europa (solo un 2,5%), en Marinaleda se han construido más de 300 viviendas públicas. Ofrecer una vivienda digna es un derecho vital para los más pobres y una obligación moral de todas las instituciones", expone Gómez Reyes.
Las viviendas públicas se construyen en Marinaleda de dos maneras. Por un lado, están las financiadas por el Ayuntamiento. "Esas las hacemos nosotros y las entregamos en alquiler. En vez de levantar aceras, hacemos viviendas", dice el alcalde.
"Actualmente estamos construyendo 24 viviendas sociales que, una vez finalizadas, se entregarán en régimen de alquiler simbólico (15-20 euros) a las familias que las demanden. Evitar la especulación a toda costa es una lección diaria de ética, utopía y solidaridad", añade.
Autoconstrucción
El otro modelo es el de autoconstrucción. El suelo, explican en el Ayuntamiento, se cede sin coste. Lo mismo los materiales y varios albañiles para que dirijan las obras. El proyecto técnico de las viviendas lo realizan los arquitectos y también es gratuito. "En este proyecto pueden participar activamente los autoconstructores para rectificar o modificar aquellas cosas que mejoren sus viviendas", expone el Ayuntamiento en su página web.
Finalmente, en asamblea se decide colectivamente el precio de lo que se va a pagar al mes por la vivienda. Las últimas viviendas tienen fijada una cuota de 15 euros. "Al final eso es lo bonito, que te haces tu vivienda y que haya una administración que fomente que tengas una vivienda", reflexiona el alcalde.
El uso de la vivienda pertenece a la familia que la habita y pasan de padres y madres a hijas e hijos, pero no está permitido especular con ellas. No se pueden vender en el mercado libre.
"Las viviendas tienen tres habitaciones, cuarto de baño y un patio de 100 metros cuadrados que permiten, si el autoconstructor así lo desea, aumentar el número de metros construidos ya que previamente los proyectos de viviendas están adecuados a estas futuras ampliaciones", explicita el consistorio en su web.
Para Gómez Reyes "la democracia política no es posible sin la democracia social y económica". "La vivienda no debe servir como un bien mercantil para los acaparadores de capital y patrimonio sino más bien debe ser un bien básico de primera necesidad", añade.
"Nuestra intención es seguir construyendo más viviendas públicas para las futuras generaciones, apostando por un urbanismo solidario y humanista", remacha el regidor.
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