Este artículo se publicó hace 4 años.
Kike Sarasola obtuvo del Gobierno del PP 3,5 millones para Be Mate, pese a registrar pérdidas y tener sede fiscal en Holanda
El ministerio de Industria, comandado en 2015 por José Manuel Soria, financió con préstamos blandos una participada de la deficitaria Room Mate, la empresa de Sarasola, una firma con experiencia en la gestión hotelera, socios con predicamento y fortuna, y una facturación de 47 millones de euros a 2015, a pesar de que el espíritu de los préstamos de Industria es apoyar el crecimiento de pymes rentables con dificultad para acceder a financiación.
Pilar L. González de Lara / Patricia López
-Actualizado a
Be Mate Community España SA es una compañía constituida en junio de 2014 bajo el impulso Room Mate SA (propiedad de Kike Sarasola al 60% y al 30% de Sandra Ortega, hija mayor de Amancio Ortega, fundador de Inditex) para albergar el negocio de una plataforma informática con la que poner en contacto a viajeros con propietarios de apartamentos turísticos.
Room Mate SA, la empresa que gestiona los apartamentos en los que se aloja la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, entró en dicha firma solo con el 31% de participación, invitando a cubrir el 70% restante a socios adinerados, como Pilar González, hija del ex dueño de Grupo Modelo (fabricante de la cerveza Coronita), Javier Rubio y el empresario catalán Marc Canadell entre otros.
La nueva empresa Be Mate Community España S.A. fue creada por un despacho de abogados, Afiens Legal, en junio de 2014. El 15 de septiembre es vendida a la firma B Mate Community BV,con sede fiscal en Holanda, creada por Room Mate tan solo seis días antes y a la que se incorporan más tarde los socios mencionados y donde todos ponen el dinero.
La ingeniería mercantil propiciaba que los dividendos que pudiera generar la empresa española fueran a parar a su "madre" holandesa, y desde allí distribuirse a los socios bajo parámetros fiscales atractivos. Holanda es un país muy relajado desde el punto de vista fiscal.
La sede última fiscal en Holanda no impidió que Industria financiase el 50%
La existencia de una pantalla holandesa entre Be Mate Community España SA y sus socios finales para eludir la fiscalidad española no fue óbice para que en 2015 la Secretaría de Estado de Turismo y la Entidad Nacional de Innovación, Enisa (dependientes ambas del Ministerio de Industria que entonces comandaba José Manuel Soria), destinasen en conjunto al nuevo proyecto nada menos que 3.450.000 euros en préstamos blandos (intereses ajustados y devolución del principal en cómodos plazos).
Dichos préstamos procedían de los programas que Industria dota anualmente para impulsar a aquellas pymes españolas que posean buenos proyectos y cuenten con gestores de probada trayectoria, pero que, por tamaño, no tienen llegada fácil al crédito bancario o los contactos para llegar a la comunidad inversora y lograr las cantidades que necesitan y en condiciones asumibles.
Es dudoso que éste fuera el caso de Be Mate Community SA, que contaba entre sus socios a grandes fortunas españolas y mexicanas y que tenía, como impulsor del nuevo negocio y tenedor del 31%, a Room Mate SA, con experiencia en la gestión hotelera, socios con predicamento y ya mostrando en 2015 en sus cuentas consolidadas una facturación de 47 millones de euros.
La sorpresa es mayor cuando se analiza en términos relativos. Para la puesta en marcha de Be Mate Community España SA, entre 2014 y 2015, el erario público aportó casi la mitad de la financiación del nuevo negocio de la plataforma para la contratación de apartamentos turísticos: 3,45 millones de euros versus los 4,6 aportados por los socios a través de la matriz holandesa Be Mate Community BV, en forma de "préstamos" a su filial que poco después reconvirtió en capital.
Room Mate evitó los números rojos durante la tramitación
Los préstamos de apoyo a pymes que otorga el ministerio de Industria siempre son para apoyar su crecimiento, valorándose para la concesión la calidad del proyecto, la capacidad de gestión y la experiencia pasada de los promotores. Industria no presta para refinanciar o pagar deudas, ni concede financiación a empresas con pérdidas o abocadas a las mismas. Enseñar números rojos constantes en años anteriores, si se trata de un negocio ya en marcha, o en experiencias empresariales anteriores, no es, por tanto, la mejor carta de presentación.
En este contexto quizás pueda explicarse que 2014 y 2015, periodo de tramitación de los préstamos públicos para Be Mate, sean los dos únicos años de la historia de Room Mate, la empresa insignia de Sarasola e impulsora de Be Mate, en los que la compañía presentó un estimulante resultado operativo positivo (Ebitda) a nivel consolidado e individual. En todos los demás años el Ebitda es negativo.
Los préstamos no se devolvían a tiempo
El préstamo de Enisa a Be Mate Community España SA era de 450.000 euros. Tenía que ser devuelto en tres anualidades desde 2017 y el calendario fue respetado. No sucedió lo mismo con los préstamos de tres millones de euros de la Secretaría de Estado de Turismo, que debían empezar a restituirse en 2018. Durante dicho año no se produjeron pagos, obteniéndose "dispensa para su pago en el ejercicio 2019", según explica la memoria de Be Mate Community España SA para el ejercicio 2018.
Durante sus ya cinco años de vida, Be Mate no ha logrado entrar en beneficios. En todo el periodo ha facturado la cantidad de cuatro millones de euros contra 17 millones de costes y gastos, según las cuentas depositadas en el registro mercantil. Para cubrir la pérdida de 13 millones, además de usar los fondos públicos, la compañía recurrió en los dos últimos años a sus accionistas. A 2018, lo aportado por estos superaba en el balance los 10 millones de euros.
José Manuel Soria y el club de las subvenciones
Los criterios del Ministerio de Industria a la hora de conceder subvenciones, y sobre todo bajo el mando del canario José Manuel Soria (Partido Popular), llevan sorprendiendo a propios y extraños desde hace años. Ya sea desde la Entidad Nacional de Innovación (Enisa) o desde las secretarías de Estado como la de Turismo o Telecomunicaciones.
Enisa es una entidad que concede cientos de préstamos por año, pero en su mayoría por debajo de los 100.000 euros, como puede consultarse en su página web. Muy pocas empresas superan dicha barrera al año. Los 450.000 euros que obtuvo Be Mate se conceden a muy contadas empresas por año.
Entre estas excepciones, son conocidos los casos de Cabify (Maxi Mobility Spain SL), fundada por españoles, pero también creada como filial de otra, Maxi Mobility Inc, con sede última fiscal fuera de España (Delaware) en la que ya estaban depositados millones por los socios, mientras la filial española solicitaba y obtenía fondos públicos de Industria.
Otros casos que llaman la atención en cuanto a la cuantía, y mero hecho de su concesión, son los de los préstamos subvencionados otorgados a compañías que fueron poco después objeto de procedimientos judiciales, precisamente por no ser lo que decían ser: Gowex, que mintió sobre clientes y contratos; Eico On Line SL, la empresa de Alejandro de Pedro, imputado en el caso Púnica; o el Grupo Zed, objeto de una doble investigación en la Audiencia Nacional (operación Hanta). En este último caso, de un lado se profundiza en las causas de la quiebra de Zed y de otro, se investiga la forma en cómo obtuvo tal cantidad de subvenciones públicas, mayormente de Industria, y en el destino final del dinero público. Otra compañía, por ejemplo, que recibió las bendiciones de Industria vía Enisa fue Dos Mil Palabras SL, editora de Okdiario, el digital que comanda Eduardo Inda.
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