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Junts y PNV ponen en riesgo la ley del alquiler de temporada impulsada por los Sindicatos de Inquilinas

Fuentes de los partidos que vehiculan la iniciativa (Sumar, ERC, EH Bildu, Podemos y BNG) admiten que tiene pocas posibilidades de que prospere su admisión a trámite, este martes, en la Cámara Baja.

Esteban Nogueras
Aitor Esteban, portavoz del PNV en el Congreso, junto con Míriam Nogueras, portavoz de Junts per Catalunya en el Congreso. Eduardo Parra / Europa Press

Todas las fuentes consultadas señalan que la pelota para que este martes el Congreso de los Diputados admita a trámite la ley del alquiler de temporada y de habitaciones está en el tejado de Partido Nacionalista Vasco (PNV) y Junts per Catalunya. La proposición de ley parte de una iniciativa de los Sindicatos de Inquilinas que Sumar, Esquerra Republicana (ERC), EH Bildu, Podemos y Bloque Nacionalista Galego (BNG) vehiculan en la Cámara Baja. Varias voces de las fuerzas políticas firmantes coinciden tanto en la importancia de sacar adelante la propuesta, como en que "está muy difícil". 

El Partido Socialista (PSOE) votará a favor, tal y como informó Europa Press y ha confirmado Público, por lo que el bloque de investidura puede volver a resquebrajarse por la misma costura que lo hizo hace solo una semana, cuando el PNV se posicionó con el Partido Popular (PP) para dar apoyo a su iniciativa para instar al Gobierno a reconocer a Edmundo González como legítimo ganador de las elecciones de Venezuela. Junts, en aquel caso, se ausentó de la votación.

En lo referente a la ley del alquiler de temporada que se debate y vota este martes, posconvergentes y jeltzales mantienen un silencio sepulcral. Ambos, eso sí, ya votaron en contra de la ley de vivienda en abril de 2023, en aquel caso de la mano de PP, Vox y Ciudadanos, PDeCAT, Foro Asturias o la CUP. Entonces, el anterior Gobierno de coalición progresista logró sacar adelante la medida ―su mayoría se lo permitió―, pero, en la actualidad, los números no dan

En la presente legislatura, la calculadora parlamentaria es mucho más cruel que en la anterior para los socios del Ejecutivo. Esta ley solo podrá salir adelante con los votos a favor o bien de PNV, o bien de Junts y la abstención del otro. Al menos a última hora de la tarde de este lunes, la iniciativa solo cuenta con 165 síes confirmados, insuficientes ante los 171 noes seguros de PP, Vox y Unión del Pueblo Navarro (UPN). También hay dudas en torno al voto del exministro José Luis Ábalos, que ya ha roto la disciplina de voto del PSOE varias veces. Fuentes de su entorno señalan que no ha recibido llamadas de ningún grupo.

De todos modos, desde Sumar confirman a Público que las negociaciones con Junts y PNV siguen vivas.

¿Qué está en juego?

El Grupo Plurinacional Sumar es la fuerza que está capitaneando los trabajos de diálogo con las distintas partes para lograr, al menos, la admisión a trámite de la iniciativa. Su portavoz, Íñigo Errejón, aseveró, la pasada semana, que los contratos de temporada se han convertido en una suerte de "rendija" por la que muchos "propietarios se cuelan para esquivar la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU)". En la misma línea, en Podemos hablan de la propuesta legislativa como una "limitación del fraude" a los inquilinos.

El texto de la iniciativa, redactado por los Sindicatosde Inquilinas con el soporte de los partidos que apoyan la iniciativa, ataca precisamente ese extremo. La clave de la ley es limitar a seis meses la duración máxima de los alquileres temporales, de manera que todo aquel arrendamiento que exceda ese medio año pasaría a regirse por las normas de una vivienda de alquiler habitual. Y no solo eso. También en el caso de que un alquiler se renueve, aunque no alcance los seis meses, pasaría a considerarse un alquiler de vivienda habitual.

Con la fórmula actual, tal y como declararon fuentes de los Sindicatos de Inquilinas a Público, muchos inquilinos son víctimas de un trato abusivo, toda vez que "el propietario puede alquilar una vivienda sin que se le apliquen todos los derechos y obligaciones de los arrendamientos de vivienda habitual". Uno de los efectos que acarrea esa "rendija", como la define Errejón, es que los propietarios puedan subir el precio del alquiler cada vez que renuevan el contrato.

En el caso de superar su tramitación parlamentaria, algo que se antoja muy complicado, esta iniciativa funcionaría como una suerte de enmienda a la LAU, que tenía como uno de sus principales objetivos la limitación de los precios de los alquileres, pero que dejaba fuera los contratos de los arrendamientos temporales o por habitaciones.

Todo eso es lo que está en juego este martes. Hay que puntualizar, en cualquier caso, que se trata solo de una toma en consideración, es decir, del visto bueno por parte de la Cámara para que se inicie el debate parlamentario. En caso de que, sorpresivamente, termine recibiendo el visto bueno del hemiciclo, las distintas fuerzas podrían enmendar la propuesta. Al tiempo, se trata de una nueva prueba del algodón para la mayoría de investidura, que, compleja de por sí, en las últimas semanas ha presentado más divergencias de las habituales encarnadas, sobre todo, en el PNV. Se prevé una jornada de negociaciones, una vez más, in extremis

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