Este artículo se publicó hace 4 años.
El jornalero Coulibaly, apuñalado en Jaén, vuelve al tajo 5 meses después en Lleida
El juicio, por el que su patrón está acusado de un delito de lesiones y de otro contra los derechos de los trabajadores, ha quedado aplazado por la pandemia de Covid-19
Sevilla-
"Encontré trabajo", asegura por teléfono Mahamadou Coulibaly, que fue apuñalado en el tajo, presuntamente por su patrón, el pasado 10 de diciembre en una finca en la que trabajaba en la recogida de la aceituna en Orcera, en la sierra de Segura, en la provincia de Jaén.
A 600 kilómetros en línea recta de allí, en Lleida, en esta época se recogen cerezas, melocotones, nectarinas y, un poco más adelante, también peras y manzanas. Allí, un lugar en el que había trabajado antes, en el que su hacer era apreciado, al igual que en Huelva, de donde también ha recibido ofertas, es a donde ha ido Coulibaly después de haber estado convaleciente casi 5 meses.
Catorce fueron las grapas que le pusieron en el Hospital San Juan de la Cruz de Úbeda (Jaén), donde le atendieron después de que su patrón, según denunció, le apuñalara en el "interior del muslo izquierdo con un cuchillo", según recoge el parte que el Servicio Andaluz de Salud envió al juzgado de guardia después de atenderlo.
La herida que le produjo la cuchillada requirió una intervención quirúrgica. Durante estos meses le ha dolido, ha necesitado curas durante varias semanas, le ha obligado a llevar muletas y le ha impedido para trabajar hasta ahora. "Mi pierna está bien", afirmó el jornalero a Público esta semana en un mensaje telefónico.
Todo este tiempo sin poder currar ha sido un tiempo sin ingresos para Coulibaly. Ana Martínez, Lucas Martínez y Estanislao Cantos, militantes de Anticapitalistas, han sido quienes han cuidado de Coulibaly en Jaén como si fuera de su familia. Un crowdfunding impulsado por Anticapitalistas, que apoyaron unas 150 personas, entre ellas, Teresa Rodríguez, la presidenta del grupo parlamentario de Adelante Andalucía, le ha permitido mantenerse este tiempo y alquilar una habitación en Jaén en un piso con otros jornaleros migrantes como él.
Coulibaly proviene de Bamako –donde nació en el año 1989– la capital de Mali, en el África Occidental, un país hoy desestabilizado: el Sahel, al norte del país, es una zona que las milicias yihadistas asolaron en 2012. En Mali hay también una fuerte presencia de tropas internacionales –en torno a 20.000–.
Así describe el ministerio de Exteriores la situación en el Sahel: "[Hay] problemas de gobernabilidad, falta de medios y ausencia del Estado. [Los] movimientos migratorios causados por el hambre y las sequías y avivados por el conflicto de Mali […] han forzado a más de 400.000 personas a huir a países vecinos. [Esto] ha agravado aún más la ya de por sí delicada situación regional".
Solicitante de asilo
De momento, Coulibaly no ha podido cerrar el capítulo documentación. Aún es solicitante de asilo, una situación que, mientras se resuelve, le permite trabajar en condiciones legales. Las normas prevén que las personas que reclaman protección internacional puedan trabajar en España una vez transcurridos seis meses desde la presentación de su solicitud, siempre que esta hubiera sido admitida a trámite y no estuviera resuelta por causa no imputable al interesado. Este es el caso por ahora de Coulibaly.
De este modo, el jornalero ha dejado Jaén, donde ha vivido los últimos meses después del apuñalamiento. El juicio, por el que su patrón está acusado de un delito de lesiones y de otro contra los derechos de los trabajadores, ha quedado aplazado por la pandemia de Covid-19.
"Espero justicia. Esto es siempre muy lento, pero espero justicia", asegura Coulibaly a Público. El jornalero añade que volverá a Jaén cuando le toque declarar. Son los servicios jurídicos del sindicato CGT quienes se están ocupando de su representación legal.
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