Las izquierdas del Congreso se conjuran para salvar el impuesto a las energéticas
Sumar, Podemos, ERC y EH Bildu tratarán de que el impuesto se mantenga, aunque el PSOE ya ha pactado con Junts y el PNV dejarlo caer. Los grupos de la izquierda apuestan por diferentes estrategias para lograrlo.
Los grupos de la izquierda en el Congreso no están dispuestos a dejar caer el impuesto a las energéticas y, por este motivo, van a dar la batalla en la negociación del paquete fiscal que el Gobierno quiere impulsar en la Cámara Baja.
Hace unas semanas, el PSOE cerró con Junts y el PNV un acuerdo para tramitar una serie de enmiendas en la ley que fijará un tipo mínimo efectivo del 15% en el Impuesto de Sociedades para grandes multinacionales (un mandato de la Unión Europea).
En ese pacto, los socialistas asumían dejar caer el impuesto a las energéticas (un gravamen extraordinario y temporal que expira a finales de diciembre) y reconvertir el impuesto a la banca en un tributo progresivo (en función del tamaño de cada entidad), que tenga en cuenta la evolución de los tipos de interés y las cuentas de las entidades a la hora de fijar el tipo, y que sea concertado con Euskadi y Navarra.
Con este acuerdo, los de Pedro Sánchez se garantizan el apoyo de los grupos conservadores del bloque de la investidura al paquete fiscal que quieren impulsar de cara al 2025, pero también han despertado el recelo de los grupos progresistas, que coinciden en la necesidad de salvar el impuesto, aunque difieren en la estrategia a seguir.
Cuando se conoció este pacto, Sumar avanzó que no votaría a favor del mismo por dejar caer el impuesto a las eléctricas y por considerar que debilitaba un impuesto a la banca que ha recaudado más de 1.600 millones de euros este año. Sin embargo, este lunes los de Yolanda Díaz cerraron un acuerdo con el PSOE para introducir nuevos tributos y reformar algunos ya existentes que no incluía la renovación ni la conversión en permanente del impuesto a las energéticas.
A pesar de ello, desde Sumar aseguran que no renuncian a salvar el impuesto a las energéticas y ya han avanzado que mantendrán vivas las enmiendas que recogen este elemento a la hora de votar el paquete fiscal. Los de Díaz recuerdan, sin embargo, que en la correlación de fuerzas en el Congreso no prima una mayoría progresista y precisan que su objetivo es el de conseguir la mejor propuesta fiscal posible en un país que presenta importantes brechas entre las rentas del capital y las rentas del trabajo a la hora de contribuir a sostener las arcas del Estado.
Pero lo que con el "sí" de Sumar podía llegar a parecer un acuerdo encarrilado cambió por completo este lunes, cuando estaba prevista la votación del dictamen de la Comisión de Hacienda sobre el paquete legislativo que incluye la modificación del impuesto a la banca y la caída del de las energéticas. Como ya contó este medio, Esquerra Republicana (ERC) y EH Bildu frenaron la votación porque no quieren pasar por aro de la supresión del impuesto a las energéticas.
Distintas estrategias entre las izquierdas
Ahí se advierte, por lo tanto, una diferencia con la estrategia de Sumar. Es cierto que los de Yolanda Díaz ya han dicho que no renuncian a su enmienda para mantener dicho impuesto, pero también insisten en que el paquete fiscal negociado con el Gobierno tiene cosas buenas y creen que es pertinente no dejar que todo caiga. ERC y EH Bildu, en cambio, se mantienen fuertes en condicionar sus votos a ello.
De todas formas, la intención es negociar para alcanzar un acuerdo. Poco se sabe, por el momento, del tenor literal de las conversaciones o si cabe algún tipo de fórmula imaginativa para desenmarañar la situación. Una voz autorizada de los republicanos desliza que "estamos trabajando para desatascarlo".
Las horas que median entre la tarde-noche de este martes y el jueves, cuando está previsto que se vuelva a reunir la Comisión de Hacienda para votar de nuevo el dictamen, serán largas. Fuentes de EH Bildu confirman que se está hablando intensamente con el PSOE.
"Vamos a intentar por todas las vías y hasta el último minuto que haya un acuerdo amplio, equilibrado y global viable para todos los grupos, que contemple el mantenimiento de los impuestos a las energéticas y la banca junto a otras propuestas", deslizan los abertzales.
Es una posición parecida a la que mantiene Podemos. "Siempre hay vías para entenderse", comentan fuentes de los morados: "No pueden pedirnos renunciar al impuesto de las energéticas". El partido que dirige Ione Belarra critica que el PSOE haya elegido negociar primero con Junts per Catalunya y el PNV, pero no descarta que se pueda llegar a un entendimiento. De todas formas, todas las fuentes consultadas ―sin ninguna excepción― lo ven difícil.
El Gobierno quiere "reconducir" y no descarta contrapartidas
La otra pata de la negociación es el Gobierno. Las fuentes consultadas de la Moncloa señalan que su prioridad es intentar "reconducir" las negociaciones para que ERC, EH Bildu y Podemos no voten en contra de las medidas fiscales. En principio, según estas mismas fuentes, el objetivo es que antes de este jueves se llegue a un acuerdo y no haya que volver a aplazar la votación en la Comisión de Hacienda.
Fuentes socialistas señalan que la composición parlamentaria "es la que es" y que los grupos deben entender esa situación. "Todos tienen que ceder en algo y el acuerdo con Sumar mantiene uno de los dos impuestos pese a que Junts y PNV querían que decayeran ambos".
En el ala socialista del Ejecutivo destacan que no descansarán para negociar un buen pacto que satisfaga a todas las partes aunque reconocen la complejidad por las peticiones encontradas entre los bloques. Las fuentes consultadas no descartan que se puedan ofrecer contrapartidas en otros asuntos para convencer a ERC, EH Bildu y Podemos.
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