Israel utiliza herramientas de vigilancia masiva para intensificar el control sobre la población palestina
El Observatorio de Derechos Humanos y Empresas denuncia en un informe las prácticas de control que lleva a cabo el Gobierno de Netanyahu en Cisjordania, un territorio empleado como "laboratorio" represivo.

Bilbao--Actualizado a
El ojo que siempre ve está ahí, vigilante. Amenazante. No hay civil que esté a salvo de la vigilancia que ejerce el Gobierno de Benjamín Netanyahu en Cisjordania, un territorio utilizado por el Estado de Israel como un "laboratorio" en el que varias empresas prueban sobre el terreno sus últimos productos de control social.
El Observatorio de Derechos Humanos y Empresas (ODHE) acaba de publicar el informe "Vidas bajo vigilancia. Radiografía de la industria de control israelí", en el que recoge el funcionamiento de ese sistema de control empleado contra la población palestina por parte de las autoridades israelíes.
"Las tecnologías de vigilancia masiva se han convertido en una herramienta clave para que el Estado de Israel controle el Territorio Ocupado Palestino", afirma el documento elaborado por Carlos Díaz Bodoque, investigador del ODHE.
El genocidio en Gaza, con un reguero de 47.000 muertos, ha servido para intensificar "un modelo de vigilancia sobre las personas palestinas que lleva décadas implementándose en Cisjordania y Jerusalén".
Este sistema "combina herramientas digitales de control, como el monitoreo de redes sociales, la interceptación de llamadas y mensajes, con dispositivos físicos, como muros 'inteligentes' equipados con sensores de movimiento y tecnología biométrica, entre otras tecnologías".
El informe señala que este entramado "se despliega en todo el territorio, complementándose con métodos más tradicionales, como las tarjetas de identidad, puntos de control militar (checkpoints) y el tradicional uso de agentes de inteligencia e informantes".
La investigación realizada por ODHE remarca que "se trata de una vigilancia total, de carácter orwelliano, que incluso penetra en el interior de los hogares palestinos". De esta forma, el Gobierno israelí busca que la población "sea consciente de estar constantemente observada, independientemente de dónde se encuentre".
Siguiendo al filósofo francés Michel Foucault en su análisis del Panóptico, el documento apunta que "el propósito es inducir un auto-control permanente en las personas, fomentando su sumisión y desmovilización".
A la hora de ejercer el control sobre civiles en Cisjordania, Israel recurre a herramientas tecnológicas y dispositivos físicos como los muros denominados inteligentes. Sus creadores tienen nombre y apellido. "Un ejemplo destacado es Magal Solutions, una empresa implicada en la construcción de estos muros tanto en Cisjordania como en Gaza", apunta el documento.
Según consta en otros informes, la filial de esta compañía en España ha vendido productos de vigilancia para varios aeropuertos y terminales marítimas y para el Centro de experimentación de vehículos aeroespaciales y de investigaciones atmosféricas El Arenosillo, dependiente del Ministerio de Defensa.
Las autoridades israelíes también utilizan los checkpoints instalados en Cisjordania y la Franja de Gaza para llevar a cabo la recolección de información personal y biométrica. "Estos puntos de control restringen el movimiento de la población palestina, ejerciendo un control discriminatorio sobre el acceso a territorio bajo control israelí", destaca el documento.
Esas instalaciones “permiten verificar documentos de identidad y recopilar datos biométricos mediante sistemas de reconocimiento facial que alimentan la base de datos del Ejército israelí". "Además, en estos espacios, el personal militar suele hostigar a los civiles palestinos, independientemente del estado de sus documentos, llegando incluso a cometer asesinatos”, subraya el informe.
En los puestos de control situados en Hebrón, el Ejército cuenta con un sistema de vigilancia masiva denominado "Red Wolf", mediante el cual escanea los rostros de las personas palestinas.
"Red Wolf utiliza estos datos para determinar si una persona puede pasar el punto de control e inscribe de forma automática sus datos biométricos en una base de datos llamada Wolf Pack”, indica el documento de ODHE.
Esa base de datos "contiene una gran cantidad de información sobre la población palestina que reside en la Cisjordania ocupada, como por ejemplo su lugar de residencia o sus conexiones familiares".
Los militares israelíes también cuentan con "Blue Wolf", una aplicación móvil que permite "acceder y recuperar información almacenada en la base de datos de Wolf Pack en tiempo real, utilizando sus propios dispositivos móviles o tabletas".
Captura de matrículas
La vigilancia se complementa con otras herramientas como el denominado "Proyecto Hawk-Eye", un sistema automatizado que "rastrea y registra los movimientos de los vehículos mediante la captura de información de matrículas y la fotografía de las personas que viajan en estos vehículos".
Según señala el estudio publicado por ODHE, "las empresas chinas Dahua y Hikvision han proporcionado cámaras de reconocimiento de matrículas para este proyecto".
El Gobierno de Israel utiliza además un sistema de videovigilancia total en la Ciudad Vieja de Jerusalén que fue lanzado en el año 2000 y que está formado por "numerosas cámaras de circuito cerrado de televisión (CCTV) a las que la Policía Israelí tiene acceso".
"Las imágenes en tiempo real de las cámaras de circuito cerrado de televisión se muestran en decenas de pantallas táctiles de alta tecnología en el Centro de Observación y Comando del proyecto, atendido por diversos miembros de la Policía Israelí que operan el sistema las 24 horas del día", señala.
La investigación también cita el Proyecto Nimbus, "un acuerdo entre Google, Amazon Web Services (AWS) y el Estado de Israel, por un valor de 1.200 millones de dólares, para proporcionar servicios en la nube al gobierno de Israel y posteriormente dar apoyo a la infraestructura digital del Ejército, también durante la invasión y ataque sobre Gaza".
El documento de ODHE recoge información sobre el sistema de control remoto con inteligencia artificial desarrollado es la israelí Smart Shooter para "dispersar multitudes" en la ciudad palestina de Hebrón, que "incluye la capacidad de disparar granadas aturdidoras, gases lacrimógenos y balas con punta de esponja".
Horror en Gaza
El Gobierno de Netanyahu también ha recurrido a este tipo de herramientas en Gaza, donde se han detectado "sistemas de generación de objetivos diseñados para rastrear y seleccionar objetivos militares del Ejército israelí" que fueron utilizados contra la población civil en Gaza.
Entre esos sistemas de inteligencia artificial se encuentra el denominado "Lavender", que identifica "objetivos humanos", y "Gospel", que se encarga de edificios e infraestructuras.
La lista del horror continúa con "¿Dónde está papá?", unos sistemas de generación de objetivos diseñados para rastrear y seleccionar blancos militares. Su funcionamiento es sencillamente aterrador: "Monitorea 'objetivos humanos' y alerta cuando regresan a sus residencias familiares para facilitar el ataque". El genocidio en Gaza se convirtió en un terreno perfecto para comprobar su efectividad.
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